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El paro también baja en las encuestas y deja de ser el principal problema ciudadano del CIS

Según el último barómetro, el del mes de mayo, el paro es el segundo problema en importancia, por detrás de la crisis económica. Desde febrero de 2022 el paro ha dejado de ser el principal problema para los españoles.

Un hombre pasa con su perro por la oficina de empleo de Acacias, a 4 de octubre de 2022, en Madrid (España).
Un hombre pasa con su perro por una oficina de empleo de Madrid. Imagen de archivo. Eduardo Parra / Europa Press

El paro baja, también en las encuestas. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al mes de mayo, no sitúa el desempleo como el primer o principal problema para los encuestados; y esto es ya una tendencia consolidada, ya que hace más de un año que el paro no es el primer quebradero de cabeza en los barómetros del organismo público.

Hay que remontarse hasta febrero del pasado año para ver una encuesta en la que el paro sea la primera preocupación de las personas consultadas. En ese momento, el desempleo era el principal problema para un 17,9% de los encuestados, segundo para un 13,7%, y el tercero para un 6,5%, lo que hacía que tuviera una media del 38,1%, cinco puntos por encima del considerado como segundo problema.

Desde marzo de 2022, "la crisis económica, los problemas de índole económica" ha desplazado al desempleo como la mayor dificultad percibida por la ciudadanía. El último barómetro del CIS, del mes de mayo, señala que el paro es uno de los tres principales problemas para el 33,9% de los españoles, y es el segundo problema en importancia, por detrás de la crisis, que preocupa al 39,3% de los españoles. Es decir, las dificultades económicas le sacan seis puntos al desempleo en este ranking de preocupaciones que el organismo dirigido por José Félix Tezanos ofrece en sus estudios.

Esta situación no es nada habitual en la demoscopia; durante décadas, el paro ha sido el principal problema para los españoles, una percepción que, lógicamente, se ha agudizado en los periodos de mayor desempleo y que ha decrecido en aquellas etapas de menor destrucción de puestos de trabajo y de creación de empleo.

De hecho, hay una correlación estadística clara entre la tasa de paro y su percepción como principal problema en los estudios del CIS. Durante los más de tres años de Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, la tasa de paro ha estado en niveles inferiores al promedio de los 36 años anteriores, que fue del 17,5%. 

En este periodo, que abarca desde 1985 hasta 2019, la media estadística de los encuestados que situaban al paro como el principal problema en los estudios del CIS fue del 72,3% (en los peores años de la crisis financiera llegó a ser percibido como el principal problema por más del 80% de los consultados, cuando el desempleo rompió la barrera del 26%). Tras superar el mayor impacto de esta crisis, la preocupación bajó a medida que lo hacía el desempleo (tanto con los gobiernos de Rajoy como con el gobierno en solitario de Pedro Sánchez).

Trabajo: "Es un cambio extraordinario"

Desde 2020, tras una pandemia mundial que paralizó la economía y destrozó el empleo, una crisis de los costes energéticos, una guerra a las puertas de Europa y una espiral inflacionista, ni la tasa de paro ni la preocupación ciudadana por este asunto se han ni siquiera acercado a los niveles que ambas estadísticas llegaron a reflejar entre 2009 y 2017. 

Para el Ministerio de Trabajo, la relación entre tasa de paro y preocupación ciudadana tiene mucho que ver con la reforma laboral y las políticas de protección del empleo desplegadas durante los últimos años. Que la ciudadanía lo situara como la mayor dificultad, aseguran fuentes de este departamento, se debe a tres factores: una tasa de paro media del 17,6%;  el hecho de que las crisis  económicas se transformaban en destrucción de empleo; y la rotación constante entre empleo temporal y paro que precarizaba a muchos trabajadores en un mercado laboral inestable e irregular.

"¿Qué ha sucedido ahora? Se ha roto con alguno de estos elementos. La ciudadanía ha visto que ante una crisis se han buscado fórmulas de flexibilidad diferentes al despido, los ERTE, y que hemos salido de la paralización de la economía y de una caída del PIB extraordinaria con una tasa de paro muy inferior a la media. En segundo lugar, la estabilidad en el empleo de las personas reduce ese nivel de rotación entre temporalidad y paro, existe más seguridad en el empleo", apuntan desde Trabajo.

Desde el departamento dirigido por Yolanda Díaz consideran que "romper esta serie histórica del paro como primer problema y hacerlo, además, en un periodo en el que la economía ha estado sometida a una policrisis, con la pandemia, la crisis energética, los precios y la guerra, es un cambio extraordinario".

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