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PGE 2022 El Gobierno afronta una semana decisiva para los Presupuestos con el rechazo de sus socios sobre la mesa

ERC, PNV y EH Bildu todavía no han decidido si presentarán una enmienda a la totalidad al proyecto presupuestario, cuyo plazo vence este viernes, aunque no descartan este extremo.

13/10/2021.- La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, posa junto a las secretarias de Estado de su departamento durante la presentación del proyecto de Ley de PGE para 2022 en el Congreso. EFE/Juan Carlos Hidalgo
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, posa junto a las secretarias de Estado de su departamento durante la presentación del proyecto de Ley de PGE para 2022 en el Congreso. Juan Carlos Hidalgo / EFE

El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 entra de lleno en la actividad parlamentaria. A lo largo de esta semana, entre los días 25 y 28 de octubre, se celebrarán las comparecencias de los altos cargos del Gobierno y la Administración para informar sobre las partidas correspondientes a sus departamentos en el proyecto legislativo.

De fondo, el apoyo de los socios del Ejecutivo a las cuentas sigue en el aire, con pocos avances en este sentido, mientras que PSOE y Unidas Podemos insisten en que los PGE serán aprobados para que entren en vigor en tiempo y forma, esto es, el 1 de enero del próximo año.

ERC, PNV y EH Bildu todavía no han decidido si presentarán una enmienda a la totalidad a los Presupuestos, cuyo plazo vence este viernes, aunque aseguran que esa hipótesis está encima de la mesa. Esta situación, que no se dio el año pasado para dar vía al diálogo, podría tensionar la negociación, una negociación que, por otro lado, avanza a ralentí en algunos casos.

Mesa de diálogo

Fuentes del grupo capitaneado en el Congreso por Gabriel Rufián expresan su preocupación por la "tranquilidad" en las filas del PSOE a la hora de encarar esta importante fase en la tramitación de las cuentas. Su propio portavoz parlamentario ha manifestado en varias ocasiones que mantienen "posiciones alejadas" y que siguen en el no a los PGE. Aunque prefieren aislar la mesa de diálogo entre Madrid y Barcelona, reconocen que "todo influye".

Asimismo, el grupo republicano ahonda en la agenda política que puede favorecer el clima negociador, como son la nueva ley audiovisual, que el Gobierno se reserva como as bajo la manga, o la norma de Memoria Democrática. ERC presentó una enmienda a la totalidad con texto alternativo a esta última ley y avisa de que tiene muy complicado su voto favorable, necesario para que salga adelante tras el rechazo adelantado por las derechas.

Transferencia del IMV

El otro socio prioritario y estratégico del Ejecutivo, el Grupo Vasco, confirma que ya se han celebrado algunos encuentros y contactos, pero de momento no hay acuerdo porque, según explican fuentes del PNV, aún hay cuestiones previas sin resolver procedentes del pacto presupuestario del año pasado, unos "incumplimientos que deben encauzarse antes de afrontar" la negociación de las cuentas públicas para 2022. Entre los temas pendientes destaca la transferencia del IMV a Euskadi (establecida para octubre de 2020 y todavía sin materializar), y el acceso del TAV a Bilbao y Vitoria.

El responsable de relaciones institucionales del PNV, Koldo Mediavilla, ya lo expresó la semana pasada en una entrevista: "Somos partidarios de que haya Presupuestos y de que la gobernabilidad se mantenga en el Estado, como pueda mantenerse en cualquier institución del país". En paralelo, avisó: "Mientras Sánchez no cumpla los compromisos adquiridos va a ser muy complicado que podamos formalizar nuevos acuerdos".

Reforma laboral

Más allá de las palabras del coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, dirigidas a la militancia en un acto en Eibar (supeditó el apoyo a los PGE a la salida de la cárcel de los presos etarras, aunque posteriormente las matizó), horas después de la declaración en Aiete, la izquierda abertzale afirma que la negociación presupuestaria "sigue su curso como hasta ahora", esto es, los cinco diputados de EH Bildu darán el (la derogación de la reforma laboral de Mariano Rajoy es su principal línea roja), como han reclamado hasta la fecha en todas y cada una de sus intervenciones.

Eso sí, EH Bildu advierte de que su voto "en ningún caso" está garantizado y que el Gobierno, que "sólo habla de números con este grupo", tendrá que "ganárselo" en las próximas semanas. "No ponemos líneas rojas, pero tampoco daremos cheques en blanco. Es el momento de avanzar con valentía, sin miedo a las presiones de las derechas", apostillan desde el espacio soberanista vasco.

Compromís, otro partido aliado del Gobierno, también se posiciona por ahora en el no. "Son los PGE del Gobierno, no de Compromís. Tienen que cambiar mucho para que demos nuestro apoyo", aseveró el diputado valenciano Joan Baldoví el pasado martes en rueda de prensa. A su entender, hay dos aspectos que deben incluirse en el proyecto presupuestario: un mecanismo que "compense la infrafinanciación" y mejorar la apuesta por la red de Cercanías en el País Valencià con más inversión y ejecución de las partidas. 

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