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Pontón apela al orgullo de país para situar a una mujer por primera vez en la presidencia de la Xunta

La candidata del BNG advierte de que hay muchas formas de sentirse gallego y gallega para pedir el voto a toda la ciudadanía "con independencia de lo que hayan votado antes".

Ana Pontón
La candidata del BNG a la presidencia de la Xunta, Ana Pontón, durante el acto de cierre de campaña este viernes, en Santiago de Compostela. Lavandeira / EFE

La candidata del BNG a la presidencia de la Xunta, Ana Pontón, se ha cansado de decir durante las últimas semanas, incluso antes de que Rueda anunciara el adelanto de las autonómicas, que hay muchas formas de sentirse gallego y gallega.

La afirmación parece una obviedad, pero puede que en ella resida la clave de los resultados de las elecciones del próximo domingo.

El BNG cerró este viernes en Santiago una campaña entusiasta, como la definió la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín. Una campaña que le ha salido redonda a Ana Pontón.

La líder nacionalista ha ido siempre por delante de sus rivales, especialmente de Alfonso Rueda, y ha conseguido que desde hace días se instale en la opinión pública la idea de que el cambio es posible. Y que si es posible es precisamente gracias a ella.

"Me gustaría que estuvierais aquí, en mi sitio, ahora, viendo lo que yo veo y sintiendo lo que llevo sintiendo desde hace días", dijo a las cerca de 3.000 personas que la rodeaban llenando el pabellón multiusos do Sar. "Este país ya ha cambiado, y el domingo vamos a hacer historia", añadió.

Las encuestas auguran un resultado muy ajustado entre el voto conservador al PP y el voto a las fuerzas progresistas, aunque con valores muy diferentes. Pero en lo que todas coinciden es que el BNG llega al domingo en tendencia al alza, mientras que el PP lo hace claramente a la baja.

En eso reside la idea-fuerza -qué concepto tan moderno aunque suene tan prematuramente anticuado- de que lo que dice Pontón sobre las formas de sentirse gallego o gallega.

Porque la candidata nacionalista ha logrado entrar en el electorado galleguista del PP que no aprecia en Rueda los valores que advertía en Feijóo, para ofrecerse como alternativa solvente a un "candidato ausente", como lo definió, que ha escapado siempre que ha podido de los debates con ella.

"A todas las personas que quieren cambio les pido que cojan la papeleta del BNG, no importa lo que hayan votado en otras ocasiones", dijo, e insistió, en referencia a ese caladero de votantes galleguistas del PP: "Hay muchas maneras de sentirse gallego y de sentirse gallega, y todas son necesarias para construir Galicia".

Pontón trató de construir, y por momentos lo logró, un discurso emocionante, apelando a la causa palestina y a los valores de la identidad cultural gallega.

"El BNG simboliza todas las causas justas, es la papeleta de las personas que llenan las calles para defender la sanidad pública, un futuro para la gente joven, para que se cumpla el derecho a la vivienda, que las personas mayores tengan una vejez tranquila, para cuidar de nuestro mar y de nuestro territorio".

El cierre de campaña del Bloque también sirvió de catarsis para una organización que hace apenas una década se desangraba entre rencillas internas.

Junto a las caras nuevas, en su mayoría mujeres, con las que Pontón ha rejuvenecido, feminizado y modernizado el partido, la arroparon históricas glorias del nacionalismo gallego como Xosé Manuel Beiras. Camilo Nogueira, Francisco Rodríguez o Alfredo Suárez Canal.

"Todos y todas tenemos la oportunidad de sentirnos protagonistas de este cambio", concluyó la candidata, como dando a entender que hay muchas formas también de sentirse (o no)  nacionalista.

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