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Vacuna covid-19 El PP encuentra en la campaña de vacunación un nuevo frente para atacar al Gobierno

Primero fue la colocación de las pegatinas con el logotipo del Gobierno central en los primeros lotes de la vacuna, luego su reparto entre las autonomías y ahora es la falta de dosis. El Partido Popular ha hecho de la vacuna su campo de batalla.

El presidente del PP, Pablo Casado, junto al presidente murciano López Miras y el secretario general del PP, Teodoro García Egea.
El presidente del PP, Pablo Casado, junto al presidente murciano López Miras y el secretario general del PP, Teodoro García Egea. PP

marta monforte

El Partido Popular ha hecho de la campaña de vacunación contra la covid-19 su principal motivo de confrontación. Primero fue la colocación de las pegatinas con el logotipo del Gobierno central en los primeros lotes, luego su reparto entre las autonomías y ahora es la falta de dosis, después de que la empresa Pfizer anunciara el viernes el retraso en el suministro de vacunas —en aras de aumentar su producción—. Para el PP todo es culpa del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

La portavoz de los populares en el Congreso, Cuca Gamarra, ha lamentado que no haya una "estrategia nacional de vacunación", ya que "faltan jeringuillas", "no llegan las vacunas" y "hay autonomías que están suspendiendo sus planes de vacunación" ante esta situación. La conservadora ha señalado en TVE que el Gobierno central tendría que estar garantizando el abastecimiento de todo aquello en lo que pueda haber "escasez". 

El Gobierno central ha tenido que hacer ajustes en el reparto tras la reducción temporal de viales por parte de la farmacéutica y ha decidido enviar mayor número de dosis a las comunidades que más han vacunado, un ranking que encabezan Canarias, Cantabria y Comunitat Valenciana, y que cierran Ceuta, Melilla y Euskadi. Este desigual reparto es para el lehendakari Iñigo Urkullu una decisión "injusta para Euskadi".

La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso también mostró su malestar por esta estrategia y acusó al Gobierno de coalición de "cambiar las reglas del juego a la mitad de la partida", erigiéndose —una vez más— como la cara visible de la oposición contra el Ejecutivo. "Respetamos el trabajo que hace cada comunidad autónoma, y cada una ha considerado hacer su vacunación de una manera. Nuestra estrategia se ha basado en ir, sobre todo, primero a los más débiles, también ir a los sanitarios, pero guardando una segunda dosis", señaló.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, anunció el jueves que el Ejecutivo madrileño —conformado por una coalición entre Partido Popular y Ciudadanos— había dejado de vacunar a los "sanitarios que están en la primera línea" contra el virus por la falta de dosis. Al igual que Ayuso, Ruiz Escudero culpó al Ministerio de Sanidad por el reparto, pero lo cierto es que en los últimos diez días la Comunidad de Madrid ha vacunado a todo tipo de personas en los hospitales, sin priorizar a los sanitarios.

El PP acusa a Illa de favorecer a Catalunya en el reparto

El líder del PP, Pablo Casado, cargó el jueves contra el ministro de Sanidad, Salvador Illa, por, a su juicio, estar "más pendiente del PSC que de los PCR, más pendiente de los votos que de las vacunas", puesto que Illa será el candidato de los socialistas catalanes a presidir la Generalitat. Los populares no han parado de solicitar su dimisión y el PSC ya ha anunciado que dejará el ministerio la semana que viene, antes del inicio de la campaña electoral, aunque sin tener garantizado que los comicios se vayan a celebrar el 14 de febrero. 

Esta estrategia no es nueva, el vicesecretario de Política Territorial del PP, Antonio González Terol, ya acusó a Illa de favorecer a Catalunya por encima de la Comunidad de Madrid en el reparto de vacunas. "El ministro Illa, que es candidato, decidió entregar el doble de vacunas inicialmente a Catalunya que a la Comunidad de Madrid, teniendo un 1% solo de desviación en el número de mayores que tenían que ser vacunados". Una afirmación ya desmentida.

El PP presume de "ejemplaridad" con cargos que se cuelan 

"La medida de ejemplaridad que exijo al frente del partido quedó ayer muy clara", con esas palabras trató de despachar Pablo Casado la irregular vacunación del consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, junto a más de 400 altos cargos y funcionarios del departamento de Sanidad. "Un partido debe saber lo que se exige desde la dirección nacional y obrar en consecuencia", dijo. "Solo pido que todos los partidos hagan lo mismo".

Pero el Partido Popular no ha dado ejemplo ni actúa de manera coherente en esta materia. Génova no pidió la dimisión de Villegas en un primer momento y se limitó a guardar silencio durante la tarde del miércoles. El jueves otro consejero popular de Sanidad, el ceutí Javier Guerrero, tuvo que dar explicaciones por vacunarse antes de tiempo, aunque se negó a dimitir y Casado tampoco ha hecho nada por cesarlo. 

Sin embargo, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, sí solicitó de inmediato la dimisión de los alcaldes del PSOE de los municipios de Rafaelbunyol, El Verger y Els Poblets, que también se vacunaron saltándose el protocolo. Pero calló cuando empezaron a salir informaciones que afectaban a su formación: como la vacunación irregular del alcalde de La Nucía y diputado autonómico del PP, la del concejal de Sanidad en Orihuela (Alicante) y la de otro diputado provincial popular de Alicante. Ya son una veintena los políticos —de ambas formaciones— que se han vacunado antes de tiempo.

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