El PP reconoce el fracaso de la mediación que forzó en Bruselas para renovar el CGPJ
La Comisión Europea dio un plazo de dos meses para desbloquear el Consejo que ya ha vencido. El estado de las conversaciones, según el PP, es el mismo que antes de que Reynders entrase en la negociación.
Madrid-Actualizado a
La renovación del Consejo General del Poder Judicial, caducado desde hace más de cinco años por el bloqueo del Partido Popular, sigue en el mismo punto que antes de que la Comisión Europea se sentase en la mesa de negociación con el PP y el PSOE en calidad de mediadora. Así lo reconocen ahora en la dirección nacional del partido conservador, desde donde se forzó la entrada del hasta este lunes comisario de Justicia Didier Reynders. Aseguran los populares que no ha habido ningún avance significativo en los últimos meses.
Con el adelanto de su excedencia anunciado este lunes por Reynders, todas las preguntas se han dirigido hacia la continuidad de las conversaciones a tres bandas para renovar el CGPJ. La Comisión, que ha puesto en manos de Věra Jourová (vicepresidenta de la Comisión Europea) las competencias de Justicia en ausencia de Reynders, ha asegurado ya que mantendrá su papel de mediadora. PP y PSOE lo agradecen públicamente emplazándose a continuar la negociación.
"Lo importante es seguir avanzando y seguir profundizando", defendía el portavoz del PP, Borja Sémper. "La negociación debe continuar y las conversaciones se tienen que acelerar de la mano de la Comisión", trasladaban fuentes socialistas, que pedían también "cerrar un acuerdo muy pronto".
En Génova están muy lejos de transmitir esa urgencia. Si bien Sémper negó que quisiesen alejar un cada vez menos posible acuerdo del CGPJ del ciclo electoral —con vascas, catalanas y europeas monopolizando la agenda política hasta el mes de junio—, no hay ninguna prisa en el PP por cerrar ningún pacto.
Desgaste al PSOE
Inamovibles, insisten en su "compromiso" con el diálogo estructurado que ha impulsado la Comisión Europea a petición suya —fue la última condición que pusieron para volver a la mesa de negociación con el PSOE— y defienden que no serán ellos quienes den por rotas las conversaciones esta vez. Han entrado en una estrategia de desgaste a los socialistas, que mantienen el mes de abril como fecha límite para alcanzar un acuerdo. "Nosotros no nos vamos a levantar, que se levanten ellos", avisan desde el entorno de Feijóo.
Hasta ahora siempre ha sido el PP quien ha puesto punto y final a las negociaciones y buscan colocar esa presión sobre el PSOE. Fuentes de Génova aseguran ahora que buscaron la mediación de Reynders para "presionar" a los socialistas. En su momento, las mismas fuentes explicaban que lo que se intentaba al incluir a la Comisión Europa como actor en el acuerdo era garantizar que los de Pedro Sánchez cumplirían con lo pactado.
Cuando Reynders aceptó el encargo del PP —una petición inusual que excede a las funciones de la Comisión y arroja una pésima imagen de la política doméstica— dio un plazo de dos meses a las conversaciones. La primera reunión entre el comisario, Félix Bolaños (vicepresidente y ministro de Justicia) y Esteban González Pons (vicesecretario de Acción Institucional del PP) se celebró el pasado 31 de enero. Hubo tres encuentros más y a medida que se han ido sucediendo los populares han ido enfriando las opciones de un buen desenlace.
Dos meses y medio después, la principal incógnita es ya quien de los dos partidos dará oficialmente por fracasado este último intento
—Bruselas mediante—de renovar el CGPJ.
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