El PSE tendría la llave del Gobierno entre Bildu y PNV en un Parlamento en el que Vox, Sumar y Podemos podrían quedarse fuera

La imagen demoscópica del escenario político vasco refleja una batalla voto a voto entre el PNV y EH Bildu por ganar las elecciones autonómicas del próximo 21 de abril. Sin embargo, ninguna de estas dos formaciones tendría la última palabra a la hora de conformar el Gobierno, sino que sería el PSE el que tendría la posibilidad de decantar una mayoría de investidura.

Según el último estudio de Key Data para Público, la pelea por ser la primera fuerza en estos comicios entre el PNV y EH Bildu es ajustada pero el análisis de las encuestas da a la formación jeltzale ventaja en la estimación de voto, aunque el sistema electoral podría provocar que los de Pello Otxandiano obtuvieran más escaños con menos sufragios.

El estudio da una estimación de voto al PNV del 35,3%, con lo que obtendría unos 28 escaños en el Parlamento vasco. Esto supone un retroceso de más de tres puntos y de entre dos y tres escaños con respecto a las elecciones de 2020, cuando la candidatura de Iñigo Urkullu logró el 38,7% de los votos y 31 escaños.

La candidatura liderada por Imanol Pradales se presenta, así, como la favorita en las estimaciones demoscópicas. Sin embargo, la pugna con EH Bildu es total a la hora de repartir escaños; el estudio les da a los soberanistas una estimación de voto del 33,2% (dos puntos menos que al PNV) y una proyección de entre 28 y 29 asientos en el Parlamento.

Esto supone que entre los comicios de 2020 y la jornada del próximo 21 de abril, EH Bildu podría crecer más de cinco puntos y ocho escaños. En esta pugna por ser primera fuerza, el PNV ganaría en Bizkaia, mientras que la coalición abertzale sería primera fuerza en Gipuzkoa y en Araba. 

La tercera formación con más fuerza en el Parlamento sería, según las encuestas, el PSE. El estudio da a los de Eneko Andueza una estimación muy similar a los resultados que obtuvieron en la pasada convocatoria electoral. Con una estimación de voto del 13,3%, repetirían los mismos 10 escaños que lograron en 2020 con el 13,5% de los votos.

"La llave la tendrá el PSE, que previsiblemente conservará sus diez escaños en el Parlamento de Vitoria. Por tanto, el PNV podrá seguir en Ajuria-Enea con el apoyo del PSE-PSOE, aunque los socialistas tendrán la posibilidad de buscar un cambio dando su apoyo a EH Bildu", explica Paz Álvarez, directora técnica de Key Data.

Otxondiano ha asegurado en estos últimos días que su formación no descarta un pacto de gobierno con el PNV, si se diera el caso y se pudiera llegar a un acuerdo programático. Sin embargo, esta posibilidad parece, a día de hoy, más remota que la de que los socialistas vascos terminen decantando el color del Gobierno.

La cuarta fuerza (y quizás última) del Parlamento sería el PP. Los de Javier de Andrés subirían dos puntos en estimación de voto respecto a hace cuatro años y con un 8,7% obtendrían siete escaños (uno más que en la actualidad, y lo ganaría en Araba).

Aunque el Parlamento vasco siempre se ha caracterizado por su pluralidad y por el gran número de partidos que lo conforman, en esta ocasión las previsiones demoscópicas contemplan la posibilidad de que sólo tengan presencia estas cuatro fuerzas (PNV, EH Bildu, PSE y PP). Ni Vox, ni Elkarrekin Podemos Alianza Verde ni Mugimendua Sumar tendrían garantizado el escaño el próximo 21 de abril.

En el caso de Elkarrekin, los de Miren Gorrotxategi bajarían desde el 8% de los votos que obtuvieron en 2020 (cuando Podemos concurrió en coalición con Esker Anitza, la federación de IU en Euskadi) y de seis escaños hasta un 2,5% que los dejaría sin asientos en el Parlamento.

Sumar Mugimendua (la coalición de Sumar, Esker Anitza y Berdeak Equo) obtienen una estimación de voto del 3%, lo que les podría dar un escaño por Bizkaia (el de Alba García, la candidata de esta fuerza para ser lehendakari). 

Vox también se quedaría sin representación, según refleja el estudio de Key Data. La candidatura de ultraderecha, liderada por Amaia Martínez, obtiene una estimación de voto del 1,9%, la misma que en 2020 le valió un escaño por Araba que ahora perdería (la circunscripción en la que ganaría un diputado el PP).