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PSOE Elecciones Sánchez hace un PSOE a su medida y lamina a los que apoyaron a Díaz en las primarias

Tres ex vicesecretarios generales han quedado fuera de las primera línea política. Ferraz cambió las candidaturas de más de veinte provincias y ha provocado algunas dimisiones. Andalucía decidió presentar el voto particular al comprobar que habían modificado las listas al Congreso y Senado más de lo previsto, incluyendo a dirigentes que ni siquiera estaban propuestos.

Pedro Sánchez, Adriana Lastra y Carmen Calvo, en el Comité Federal del PSOE de este domingo. EFE/JJ Guillén

Las heridas no estaban cosidas, ni siquiera remendadas. La configuración de las listas electorales del PSOE puso de manifiesto este domingo que las llagas que dejó el proceso de primarias entre Pedro Sánchez y Susana Díaz siguen infectadas y que el líder socialista no ha tenido la más mínima intención de sanarlas.

Pero, además, también se ha confirmado que Sánchez quiere un PSOE a su medida, con personas fieles a su proyecto y a sus decisiones, donde no haya divisiones ni crítica interna.

Y para este objetivo, Sánchez ha purgado a todo aquel que tuvo un papel activo en la campaña de Susana Díaz, sin importarle su competencia política, su trayectoria en el partido o que hubieran tenido el apoyo de las bases.

De hecho, desde que volvió a la Secretaría General del PSOE ha apartado de la vida política nada menos que a tres ex vicesecretarios generales del PSOE. Echó a Alfonso Guerra de la Fundación Pablo Iglesias, y ha expulsado de las listas a Elena Valenciano y a José Blanco, rompiendo de esta forma la norma no escrita de que los que antes fueron los números dos del partido siempre tendrían un puesto en una candidatura del PSOE.

Guerra, desde entonces, no ha parado de mostrar su desacuerdo con Sánchez; mientras que Blanco y Valenciano intentaron tomarse con deportividad la decisión. El exministro colgó un tuit poco antes de saberse la decisión para mostrar su gratitud a los ciudadanos, a los militantes y al PSOE. La primera vicesecretaria general del PSOE de la historia declaró a Público: “Estoy recibiendo miles de mensajes de apoyo, pero sólo quiere decir que ha sido un honor y que seguiré luchando por el socialismo, el feminismo y los derechos humanos. Desde donde esté”.

Blanco, Valenciano y Hernando evitaron el más mínimo reproche  a Sánchez y se limitaron a dar las gracias al partido

Pero la criba de Sánchez no quedó ahí. A la portavoz de Igualad en el Congreso, Ángeles Álvarez, ni siquiera la han llamado para decirle que ya no iba en las listas, cuando fue la número cuatro de la lista que encabezó Sánchez en 2016; y lo mismo ha ocurrido con el exportavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando.

El diputado madrileño, que ha tenido un papel muy importante en el PSOE en la última década, afirmó a Público que hace tiempo que había asumido que esto iba a pasar, y quiso mostrar su especial agradecimiento a los tres secretarios generales con los que ha trabajado: José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y también al propio Pedro Sánchez. Asegura que deja la política activa “sin ningún rencor ni ningún reproche” y que seguirá dispuesto a ayudar al PSOE desde la sociedad civil.

Otros diputados menos conocidos también han sido laminados, pero ni siquiera han presentado batalla al entender que estaban señalados de antemano por su apoyo a Susana Díaz, aunque el caso más llamativo es el de Ignacio Urquizu, donde ha habido empecinamiento de Ferraz porque no fuese en ninguna lista, pese a ser el más votado por la militancia de Teruel.

Por el contrario, Sánchez ha hecho las listas con los que le apoyaron en las primarias y ha colocado a todos aquellos que querían ir. Prácticamente está todo su equipo de asesores en La Moncloa y los principales dirigentes de la Ejecutiva Federal. Pera ello, el Comité Federal cambió las listas de más veinte provincias, siendo la federación andaluza, la aragonesa y la gallega las más afectadas por las modificaciones impuestas por la Comisión de Listas.

De hecho, en Ourense ya se ha producido la primera dimisión por estas decisiones, y el portavoz del PSOE en el Consello de Ourense, José Ángel Vázquez, anunció que abandona su puesto de concejal y también renuncia a ser candidato, tras modificar las listas Ferraz y sustituirle como cabeza de lista pese a haber obtenido el respaldo mayoritario de la militancia.

La opinión de las bases no ha importado

Pero la criba mayor ha estado en el feudo de Díaz. El PSOE de Andalucía intentó un acuerdo hasta este mismo domingo, pero este no se produjo, a pesar de sus esfuerzos, en las cuatro provincias -Almeria, Cádiz, Córdoba y Sevilla-, en las que no se había conseguido aún.

De hecho, lo que hizo Ferraz fue laminar todo lo que le pareció bien. Tocó listas al Senado, listas al Congreso y dejó fuera a Antonio Pradas, el más votado por las asambleas de Sevilla.

Además, en todas las provincias en las que no se produjo un acuerdo, la comisión de listas, en manos de Sánchez, hizo lo que le pareció oportuno. Puso gente que las asambleas ni siquiera votaron y sacó a quien le pareció bien para poner fieles, sin respetar las mayorías existentes en el territorio. En resumen, aparato frente al equilibrio que ofrecía Díaz. La opinión de las bases no ha importado en esta ocasión.

En consecuencia, Juan Cornejo, secretario de Organización, presentó en la Comisión Federal de Listas un voto particular -firmado este mismo domingo- y, en paralelo, las ocho direcciones regionales y la regional no participaron en la votación del Comité Federal. Lo hicieron así, explicaron las fuentes, para permitir que el dictamen saliera por unanimidad en el Comité Federal.

En el voto particular, el PSOE de Andalucía plantea en el fondo tres cosas: dos incumplimientos del reglamento del partido y un cierre de filas. Así, por un lado, constata que se ha producido una "modificación sustancial" de "los pronunciamientos de la militancia emanados de las asambleas", de los acuerdos de las ejecutivas provinciales y regionales, y de los comités provinciales. Los socialistas andaluces lamentan que "muchas" de esas modificaciones se llevaran a cabo "sin ninguna justificación ni razonamiento como establece el artículo 292, apartado 2, del reglamento federal".

En el voto particular se hace también esta consideración: "En esas modificaciones de las circunscripciones de Almería, Cadiz, Córdoba y Sevilla, se incluyen a compañeros que o han tenido un mínimo respaldo o ni siquiera han sido propuestos ni en asambleas ni en los acuerdos de las Ejecutivas".

Por otro lado, el PSOE de Andalucía se queja además de que, para hacer los cambios, Ferraz no ha convocado a los secretarios generales de Almería, de Cádiz, de Córdoba ni de Sevilla, "como establece el artículo 292, apartado 3 del reglamento federal".

Por último, los socialistas andaluces apostaron por un cierre de filas a partir de ya: "Como tiene que ser, una vez que el Comité Federal ratifique" las candidaturas para las elecciones generales, estas serán "las candidaturas de todo el partido, también para el PSOE de Andalucía". Eso sí, Susana Díaz hizo una advertencia: "Tomo nota".

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