Este artículo se publicó hace 2 años.
PSOE y Unidas Podemos negocian sus discrepancias en los Presupuestos: Defensa, Sanidad y reforma fiscal
Hacienda estudia cómo incrementar el gasto militar sin mermar otras partidas. Para el espacio confederal es prioritario una mayor inversión en Sanidad, una revisión del Impuesto de Sociedades y el impulso a la ley de familias.
Madrid-Actualizado a
La negociación presupuestaria en el seno del Gobierno ha entrado en la fase en la que las dos formaciones del Ejecutivo negocian los temas que más discrepancias generan entre ellas. Las conversaciones comenzaron a finales de julio, aunque hasta septiembre no se han comenzado a abordar los temas donde las posiciones están más alejadas.
Estas conversaciones se desarrollan al máximo nivel entre ambas partes: María Jesús Montero, ministra de Hacienda, y su equipo en representación del lado socialista del Gobierno; y Josep Vendrell, jefe de Gabinete de Yolanda Díaz, y Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico de Podemos, en representación del espacio confederal.
En concreto, hay varios asuntos en los que los socialistas y el espacio confederal están bastante distanciados. El primero de ellos es el presupuesto en Defensa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió a incrementar el gasto militar, una subida que rechazan desde Unidas Podemos.
En las negociaciones se debate cómo aumentar esta partida sin que afecte a otras. Y ese es el objetivo de Hacienda para salvar el escollo son sus socios de Gobierno. Se baraja en este sentido, según transmiten fuentes del Ministerio, la puesta en marcha de un Plan Especial de Defensa que "no competirá" con otras partidas relacionadas con gasto social. La cifra exacta de este plan, no obstante, no está todavía clara.
En Moncloa se esfuerzan en los últimos tiempos en transmitir que el gasto en Defensa no es solo para armamento. El propio Sánchez mencionó en una entrevista realizada a principios de mes las retribuciones económicas a las familias del personal militar o los recursos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que realizan un trabajo importante frente a los incendios. "No hablamos solo de disuasión sino de economía, empleo o ciberseguridad", añadió.
El Ministerio de Montero espera así poder convencer a sus socios, también a ERC y otras fuerzas políticas para votar los Presupuestos. En este sentido descartan poder tirar de un hipotético apoyo del PP a apoyar la partida en Defensa, ya que todas se votan por separado. Para el Gobierno, si los populares "huelen sangre" por la división, tumbarán las cuentas pese a haber mostrado disposición a que aumenta el gasto militar en este contexto europeo.
También hay otros temas que son trascendentales para el espacio confederal, que pide, por ejemplo, elevar la inversión en Sanidad. La irrupción de la pandemia del coronavirus provocó una emergencia sanitaria sin precedentes que desveló las carencias de un modelo que tiene importantes déficits.
La Atención Primaria de muchos centros de salud ha recibido un duro impacto y las listas de espera se han incrementado en los últimos años sobremanera. En el Gobierno se avanzó que el refuerzo de la Sanidad se había convertido en una prioridad, pero más allá de las medidas desplegadas para hacer frente a la emergencia de la covid-19 no se ha puesto en marcha un plan estructural que blinde el modelo desde su base.
Es por esto que Unidas Podemos negocia con el PSOE un refuerzo estructural del sistema sanitario que permita atajar sus deficiencias. También la reforma fiscal es un tema trascendental que ya se aborda en estas negociaciones. Este martes, el Congreso de los Diputados admitió a trámite una proposición de ley para crear dos impuestos, uno a la banca y otro a las grandes eléctricas.
¿Nuevos impuestos?
Aunque en el espacio confederal se muestran satisfechos con estos dos tributos, su objetivo es ir más allá, y han puesto sobre la mesa de los socialistas varias propuestas que afectan a otros gravámenes. Este es el caso del Impuesto de Sociedades, un tributo cuyas bases imponibles resultan ineficaces. A pesar de que después de la crisis financiera del 2008 las empresas han recuperado buena parte de sus beneficios, la fiscalidad no ha acompañado este incremento de los ingresos.
También es un objetivo de Unidas Podemos negociar un impuesto que permita gravar y distribuir la riqueza. En su propuesta de reforma fiscal, presentada el pasado mes de febrero, Unidas Podemos aspiraba a recaudar hasta 10.000 millones de euros con un impuesto a las grandes fortunas que contaría con un mínimo exento de un millón de euros, además de una exención por vivienda habitual de 400.000 euros; además no sería bonificable por parte de las comunidades autónomas.
Desde el Ministerio de Hacienda insisten en recordar que el informe de expertos presentado hace unos meses, antes del estallido de la guerra en Ucrania, se ha quedado fuera de contexto por la situación actual. Pero fuentes del equipo de Montero no descartan en todo caso que haya algún gesto en este sentido fiscal de cara a las negociaciones presupuestarias.
Más allá de las cuestiones presupuestarias, para Unidas Podemos es prioritaria la aprobación de una ley de familias que incluya una renta por crianza de 100 euros al mes, o una tarifa plana de 10 euros en el abono de transporte público en todo el territorio.
El hecho de haber entrado ya en las materias que más discrepancias generan entre el PSOE y Unidas Podemos ha provocado que en las primeras reuniones no se haya avanzado demasiado en temas clave, y todavía no hay grandes acuerdos. La previsión del Gobierno es la de presentar los Presupuestos a finales de septiembre o, como tarde, a principios de octubre.
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