La reforma fiscalUnidas Podemos quiere recuperar el impuesto a las grandes fortunas en el debate sobre la armonización fiscal

El cajón de la reforma fiscal que el Gobierno abrirá, de la mano de las comunidades, el próximo año no es "de sastre", pero la multitud de temas que se abordarán en esta materia avanzan un complejo debate que precisará de intensas negociaciones. ERC ha devuelto el asunto de la fiscalidad a una agenda política inmersa en los últimos meses en la evolución de la pandemia del coronavirus y en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2021.

Aunque en los últimos días el foco se ha centrado en concreto en la relación entre fiscalidad y territorios (las brechas de recaudación entre comunidades, las ventajas fiscales de las autonomías más ricas...), el retorno de este asunto al centro de la agenda política ha recuperado propuestas y debates que parecían enterrados por los conflictos más recientes. Una de estas propuestas es el denominado impuesto a las grandes fortunas, que fue una de las cuestiones económicas más relevantes durante los meses del verano.

La idea de Unidas Podemos es recuperar el debate sobre el desarrollo de este tributo en el marco de la comisión para la reforma fiscal que el Gobierno se ha comprometido a crear a cambio del apoyo de ERC a los Presupuestos, según han avanzado a Público fuentes de la Secretaría Económica de la formación morada.

A finales de junio, el Congreso estaba a punto de poner en marcha la denominada Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, el órgano parlamentario que debía aprobar las bases de las políticas que se impulsarían para que el país saliera de la crisis sanitaria y económica provocada por la covid-19. Los trabajos de esta comisión se centraron en cuatro áreas concretas: Sanidad, economía, políticas sociales y relaciones y posición de España en la Unión Europea.

Unos días antes de poner en marcha este órgano parlamentario, el PSOE y Unidas Podemos acordaron en el seno del Gobierno de coalición una serie de borradores que servirían de marco para los trabajos de la comisión. A pesar de que en la mayoría de las materias el acuerdo se cerró con cierta agilidad, el borrador del documento económico retrasó el pacto definitivo durante varios días. El escollo estaba claro: el impuesto a las grandes fortunas.

Los de Pablo Iglesias querían que el Congreso aprobara este tributo, necesario, a su juicio, para afrontar la inversión que se había destinado al denominado escudo social (y la que se destinaría posteriormente en el proyecto presupuestario) e imprescindible para avanzar en materia de justicia fiscal y redistribución de la riqueza. Sin embargo, el PSOE rechazaba esta medida, ya que su objetivo era el de sacar adelante los documentos de la comisión con el máximo apoyo posible, incluido el del PP, que estaba radicalmente en contra de un impuesto a los ricos.

Las propuestas para gravar más la riqueza

Finalmente el Ejecutivo llevó a la Cámara Baja un borrador que excluía el impuesto a las grandes fortunas. La historia de este tributo no acabó aquí, y en la propia comisión de reconstrucción el impuesto a los ricos volvió a ser protagonista. Algunos partidos del denominado bloque de la investidura (ERC, EH Bildu y Más País) registraron propuestas que articulaban de forma distinta un impuesto a la riqueza.

ERC propuso un impuesto a las grandes fortunas de más de un millón de euros mediante un tipo impositivo del 3%. EH Bildu hizo una propuesta más genérica para ser debatida posteriormente en comisión mediante un "impuesto a la riqueza y a las grandes fortunas que afecte al 1% más rico del Estado".

La enmienda de Más País planteaba un "impuesto a los ultra ricos" mediante una reconversión del actual impuesto sobre el patrimonio con un tipo de entre el 1% y el 1,7% para patrimonios superiores a 1 millón de euros y del 2% para patrimonios superiores a 2 millones. Unidas Podemos apoyó varias de estas propuestas, pero al ser votadas en contra tanto por el PSOE como por el PP, decayeron en todas las votaciones que se celebraron tanto en la comisión de reconstrucción como en el Pleno del Congreso.

Jaume Asens, en junio: "No vamos a renunciar al impuesto a las grandes fortunas, que le quede claro a todo el mundo"

Pese a ello, la formación no quiso dar por enterrada la propuesta y, durante una sesión de control a finales de junio, el presidente del Grupo Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en común, Jaume Asens, advirtió de que seguirían insistiendo en el impuesto a los ricos: "No vamos a renunciar al impuesto a las grandes fortunas, que le quede claro a todo el mundo", manifestó el diputado catalán.

Posteriormente, en la negociación presupuestaria liderada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y por el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, el PSOE y Unidas Podemos alcanzaron un acuerdo para subir el impuesto de patrimonio. Sin embargo, esta subida se quedó lejos tanto de los tipos impositivos como de los tramos patrimoniales que se llegaron a plantear en un primer momento. En concreto, los Presupuestos recogen una subida de un punto en el impuesto de patrimonio para patrimonios de más de 10 millones de euros.

Cuando el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, anunció que había alcanzado un acuerdo con el Ejecutivo que incluía la creación de un grupo de trabajo o comisión para abordar una reforma fiscal, también se refirió a articular medidas para vehicular este tributo. En concreto, además de pedir el fin del dumping fiscal de la Comunidad de Madrid, el diputado catalán habló de aumentar la progresividad del impuesto de patrimonio a las grandes fortunas.

Cuando este grupo de trabajo se ponga en marcha, tanto Unidas Podemos como otras formaciones pondrán sobre la mesa, de nuevo, un impuesto a los ricos, después de que la medida no consiguiera colarse, debido al rechazo de PSOE y de PP, entre las conclusiones de la denominada Comisión de Reconstrucción Económica y Social que terminó sus trabajos en el Congreso.