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Rivera advierte a Sánchez de que no puede dar por hecho la reedición de su pacto de investidura

El líder de Ciudadanos sigue con su estrategia de alertar de la posible coalición de socialistas y Podemos y desmarcarse del PSOE para arañar votos del centro-izquierda.

Albert Rivera, durante su intervención frente al Palacio del Infantado de Guadalajara. PÚBLICO

GUADALAJARA.- "No". Así de rotundo respondió Albert Rivera esta tarde tras ser preguntado sobre una posible reedición de su pacto con el PSOE. "Puede Pedro Sánchez dar por hecho que volverá a producirse?", le preguntaron. "No, porque estamos ante una repetición de elecciones", incidió el líder de Ciudadanos.

Con esta advertencia al secretario general del PSOE, el candidato de C's incidió en el giro dado a su estrategia esta misma mañana, al desligarse del supuesto pacto de no agresión entre ambos. El pacto con el PSOE les arrimó en su día al centro-izquierda, después de meses en los que el propio Sánchez calificaba a C's como "la otra derecha". Pero los naranjas no pueden constatar ante su electorado que volverán a llegar a acuerdos con los socialistas porque, de ser así, la gente votaría directamente con una papeleta roja y no con una naranja.

La incertidumbre es seña de identidad de Ciudadanos y, además, ésta es una forma de retomar su estrategia inicial de la campaña previa al 20-D, cuando las encuestas les colocaban como tercera fuerza e intentaban fulminar al PSOE alertando del "miedo al pacto con Podemos" -como también hace el PP-. De ahí sus renovadas pullas contra quien no hace tanto estuvo a punto de ser su socio.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se toma un café en el establecimiento de una votante, este miércoles, en Guadalajara. PÚBLICO.

Tras haber dado un paseo por Guadalajara en el que Rivera imitó tácticas propias de la vieja política que hasta ahora no dominaba -charló con dos abuelas, se tomó un café en el establecimiento de una votante y bromeó con los vecinos durante el trayecto por el centro de la ciudad-, Rivera volvió a poner a Sánchez en una encrucijada: "Tiene que decidir qué camino toma ahora", sentenció.  

Las dos opciones son, como ya explicó por la mañana en un desayuno informativo en Madrid, el "populismo" o el "constitucionalismo". Esto es, gobernar con Podemos o pactar la 'gran coalición' con PP y Ciudadanos. "España no puede permitirse que los partidos constitucionalistas no estemos juntos", argumentó. 

"Si hay que defender la unión e igualdad de todos los españoles, tiene más sentido que Sánchez esté con partidos que defienden eso que no con partidos que defienden la secesión de territorios como Catalunya, Galicia o País Vasco", siguió. En realidad, Pablo Iglesias defiende sólo la posibilidad de que se celebre un referéndum al respecto, no que Catalunya se vaya de España. Pero eso poco le importa a Rivera en campaña, ya que se empeña en presentar a Podemos como secesionista y como partido que quiere salir del euro. "Tenemos que ponernos de acuerdo quienes defendemos el marco constitucional y europeo", zanjó Rivera, excluyendo de esa premisa a los morados.

"Tiene más sentido que Sánchez esté con partidos que defienden la unión de los españoles que no con partidos que defienden la secesión de territorios"

Volviendo a su nueva maniobra, Rivera también aprovechó el tuit en el que Jordi Sevilla pide que se deje gobernar a la fuerza con más apoyo en el Congreso -y no necesariamente en las urnas, como quiere Rajoy- para lanzar un nuevo dardo a los socialistas, aunque tampoco quiso darle una interpretación excesiva a ese tema: "Es una estrategia del PSOE que, viendo en las encuestas que no podrá gobernar, busca la forma de convencer a los electores para poder ser una candidatura que pueda formar Gobierno. Pero no es ninguna novedad", zanjó la cuestión.

En su discurso tampoco faltó, por supuesto, su ataque al PP de Mariano Rajoy, al "conformismo" y, en clave local, a la gestión de María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha. Todo, para no dejar atrás su táctica de venderse como alternativa a la "pinza PP-Podemos", como el "cambio a mejor" que propone reformas laborales y, sobre todo, educativas para "mejorar lo que no funciona" en el país. 

No obstante, es consciente de que no podrá hacerlo "solo", sino que habrá que "llegar a acuerdos" e incidió en que está dispuesto a pactar con PSOE y PP si éstos asumen que tienen que renovarse. "Los viejos partidos tienen que aceptar que hay que regenerar la política", concluyó. 

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