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Sánchez advierte a Marruecos: "No aceptamos que se hable de Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas"

El presidente del Gobierno insiste en el Congreso de los Diputados defender su cambio de posición sobre el Sáhara Occidental tras 47 años de conflicto "encallado". El líder del Ejecutivo evita mencionar al Frente Polisario y Argelia en su intervención en la cámara baja, pedida por el PP y apoyada por el resto de grupos parlamentarios. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece este miércoles ante el pleno del Congreso para dar cuenta de las relaciones con Argelia e informar sobre el último Consejo Europeo extraordinario.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece este miércoles ante el pleno del Congreso para dar cuenta de las relaciones con Argelia e informar sobre el último Consejo Europeo extraordinario. Emilio Naranjo / EFE

Sin sorpresas ni anuncios. La primera intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la comparecencia de este miércoles en el Congreso de los Diputados ha dejado pocos titulares. El líder del Ejecutivo ha explicado el último Consejo Europeo extraordinario y las medidas aprobadas hasta el momento para hacer frente a la guerra en Ucrania. Luego, ha abordado las relaciones con Marruecos tras la apertura de una "nueva etapa" cristalizada especialmente tras un viaje a Rabat para reunirse con Mohamed VI. En este contexto, además de defender su cambio de posición sobre el Sáhara Occidental, ha lanzado una advertencia al país vecino: "No aceptamos que se hable de Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas", ha expresado. 

Marruecos, tanto sus medios de comunicación como numerosos dirigentes políticos, suele utilizar esos términos para referirse a las ciudades autónomas españolas. Pero Sánchez ha querido ser tajante en este aspecto y ha recordado que así lo quiso subrayar en su visita a ambos territorios. En este punto de su intervención ha apostillado que "tenemos que entender que Marruecos merece la misma consideración cuando hablamos de los asuntos que a ellos les preocupan". 

El presidente ha destacado que Ceuta y Melilla no pueden vivir con una "excepcionalidad permanente". Por ello, entre los objetivos del acuerdo bilateral firmado se encuentra la normalización del paso de mercancías. La apertura de las fronteras y la Operación Paso del Estrecho ya están en marcha. Las aduanas, "en régimen de expedición comercial", están todavía en negociación

Sánchez también ha hecho mención a la importancia de la cuestión migratoria como "uno de los grandes desafíos". "España no va tolerar la instrumentalización de la tragedia como arma de presión", ha afirmado. El pasado año Marruecos favoreció la entrada de miles de personas, muchas de ellas menores, a Ceuta, en uno de los picos máximos de tensión en la crisis. En la nueva etapa se ha acordado el cese de "acciones unilaterales", como ha vuelto a recordar este miércoles Sánchez. 

Otro asunto mencionado por Sánchez ha sido la negociación de las aguas territoriales y la reanudación, 15 años después, del espacio para abordarlo. "La integridad de sus aguas y medio ambiente están garantizadas", ha dicho en referencia a Canarias. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ya había sido el encargado de tranquilizar al archipiélago por un tema que les preocupa y afecta especialmente. 

El Sáhara sin mencionar al Polisario ni Argelia

Para el presidente del Gobierno, el balance dos meses después es "positivo". En este punto ha destacado que eso no hubiera sido posible sin su posición sobre el Sáhara. Ha vuelto a reiterar Sánchez que consideran la autonomía propuesta por Marruecos como "la base más seria, creíble y realista" para solucionar el conflicto. "Respetamos que otros puedan pensar de otra manera, pero hay que desencallar un conflicto que dura demasiado tiempo", ha dicho. 

"La solución debe ser aceptada por ambas partes. Esa búsqueda activa corresponde al enviado personal de la ONU", ha añadido Sánchez, que ha defendido que la posición española está alineada con otros países como Francia, Alemania, EEUU o Países Bajos. "Después de tantas décadas muchos países están reconociendo cuál es la solución más realista", ha afirmado. 

Según su intervención, España no se ha desentendido de la causa del pueblo saharaui sino que han situado el debate donde creen "que debe estar". Así, ha defendido que se mantiene y se refuerza la ayuda humanitaria a los campamentos de población refugiada, además de que se reanudará este verano el programa Vacaciones en Paz, como ya informó Público

"47 años deben ser suficiente para entender que debemos mover nuestras posiciones", ha concluido Sánchez. El presidente reconoce así que han cambiado sus posiciones, pese a que durante las primeras semanas tras hacerse pública su carta a Mohamed VI mantuvieron que el PSOE no había cambiado.

El líder del Ejecutivo ha obviado mencionar al representante legítimo del pueblo saharaui ante la ONU, el Frente Polisario. Esta organización anunció que rompía relaciones con el Gobierno por su giro. Tampoco ha tenido palabra alguna para Argelia, pese a que la comparecencia preguntaba expresamente cómo ha afectado este asunto a las relaciones bilaterales. Los argelinos han criticado duramente el papel de Moncloa. 

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