"Hemos asumido un compromiso de respeto mutuo por el que en nuestro discurso y práctica política vamos a evitar todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte, especialmente a lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía". Esas fueron probablemente las palabras más llamativas que realizó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Rabat con motivo de la Reunión de Alto Nivel (RAN) con Marruecos. De fondo, el Sáhara Occidental, Ceuta y Melilla. El líder del Ejecutivo viaja este miércoles a Ceuta por primera vez desde mostrar públicamente ese "compromiso" del reino alauita. Y en pleno proceso para abrir una nueva aduana. 

Una visita muy simbólica que en Moncloa no dudan en calificar como "muy importante". Tampoco niegan que su relevancia y la propia presencia de Sánchez esté relacionada con los acuerdos alcanzados en la cumbre bilateral. El motivo oficial, en agenda, es inaugurar un centro de salud en el barrio del Tarajal, muy cerca precisamente de la frontera con Marruecos. Le acompañarán la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y el presidente ceutí, Juan Vivas, del PP. 

Es la tercera vez que Sánchez viaja a Ceuta desde que es presidente. Un hecho nada habitual en otros presidentes del Gobierno. Es más, ni Mariano Rajoy ni José María Aznar lo hicieron cuando estuvieron en el cargo. Sí que visitó la ciudad autónoma, en 2016, José Luis Rodríguez Zapatero. Los socialistas creen que estas visitas, además en un contexto tan complejo con Marruecos como el vivido en esta última etapa, demuestra el compromiso del presidente con la ciudad. 

Y es que la ciudad autónoma ha sido totalmente protagonista en la crisis sin precedentes vivida con el país vecino. Tanto ella como Melilla son reivindicadas de manera histórica por Marruecos. Una situación que Sánchez decidió cerrar de manera tajante a cambio de avalar la autonomía que propone Marruecos sobre el Sáhara Occidental. "Si está diciendo que se ha utilizado el asalto a la valla de Ceuta por más de 10.000 marroquíes me parece absolutamente inaceptable, porque no es aceptable decir que se atacan las fronteras por desavenencias en política exterior", dijo antes en mayo de 2021 tras una crisis migratoria de enormes dimensiones. 

Ya entonces, el 18 de mayo de aquel año, Sánchez decidió viajar a Ceuta y también a Melilla. Era una muestra de apoyo a los dirigentes políticos de ambas ciudades autónomas. El gesto lo repitió con Ceuta el 23 de marzo del pasado año. Habían pasado solo cinco días desde la famosa carta que envió el presidente del Gobierno al rey marroquí Mohamed VI. "Se garantiza el respeto mutuo y la integridad territorial de ambas naciones", dijo entonces junto a Juan Vivas, un líder territorial del PP al que en Moncloa han encontrado de alguna manera un "aliado" frente las furibundas críticas de su propio partido. 

De nuevo Ceuta (y también Melilla), estuvo en los principales titulares de la visita que hizo Sánchez a Mohamed VI en abril de 2022. La reapertura de las fronteras en ambas ciudades fue el anuncio más relevante del encuentro entre ambos. Porque se haría de forma prácticamente inmediata. En el documento conjunto firmado entonces también se incluyó establecer pasos de control aduanero. 

"No aceptamos que se hable de Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas". Esto lo dijo Sánchez el pasado mes de junio en un Congreso de los Diputados que rechaza prácticamente de forma unánime el cambio de posición del Gobierno sobre el Sáhara. Marruecos, tanto sus medios de comunicación como numerosos dirigentes políticos, suele utilizar esos términos para referirse a las ciudades autónomas españolas. Pero Sánchez quiso ser entonces tajante en su advertencia. 

En otros momentos de la historia, las visitas oficiales a Ceuta o Melilla provocaron una tensión evidente. Por ejemplo en 2007, una visita de los reyes Juan Carlos I y Sofía, desembocó en fuertes críticas e incluso una manifestación de protesta en las fronteras. Algunos medios de comunicación alineados con el oficialismo invocaron incluso la Marcha Verde para justificar la acción de la población civil. Marruecos llamó entonces incluso a consultas a su embajador.

La situación, hoy en día, parece lejos de repetirse tras la "nueva etapa" pactada de forma conjunta. De hecho, algunos tratamientos informativos destacan precisamente la "reconciliación" de Sánchez con Marruecos para enmarcar esta visita. "Es su segunda visita desde la reconciliación histórica entre Marruecos y España en marzo de 2022", apuntan en un medio como Rue20, que cuenta con edición en español. 

En Moncloa, más allá de la consolidación de las relaciones bilaterales, ponen el foco en la apertura del centro de salud propiamente dicho. En un contexto como el preelectoral, los socialistas están haciendo bandera de su defensa de la sanidad pública frente a los modelos del PP, especialmente representados por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Además resaltan los planes especiales de desarrollo para Ceuta aprobados en Consejo de Ministros recientemente. 

La apertura de las aduanas, todavía pendiente

La reapertura, en el caso de Melilla, y la nueva apertura en Ceuta de las aduanas comerciales es una iniciativa que para el Gobierno supone un reconocimiento implícito de la soberanía española sobre las ciudades autónomas. Todavía no tienen fecha de apertura oficial. No se concreta de forma pública por razones técnicas y de seguridad, según explican en el Gobierno. 

Las aduanas desarrollaron una primera prueba piloto el pasado viernes 27 de enero. En la declaración conjunta no se aclara mucho más. De hecho, como ya sucediera en abril, el documento conjunto firmado en la RAN no menciona ni siquiera el nombre de las ciudades. El acuerdo se queda en una declaración de intenciones sin fechas ni calendario oficial.

"Las dos partes reiteran su compromiso con la plena normalización de la circulación de personas y mercancías de manera ordenada, incluyendo los dispositivos adecuados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo. Las partes tienen en cuenta las conclusiones de la prueba piloto del 27 de enero y continuarán esta serie de pruebas según el calendario acordado para superar cualquier posible eventualidad", indica el texto.

El pasado viernes 24 de febrero, según informó el Ministerio de Exteriores, se realizó una nueva prueba. El calendario sigue según lo previsto, según confirman las fuentes consultadas por Público. "Las nuevas expediciones comerciales ya incorporan soluciones a muchas de las dificultades técnicas que se detectaron en la prueba piloto que se llevó a cabo con éxito el pasado 27 de enero", indican desde Exteriores. No se espera, según las fuentes consultadas, que se anuncie algún avance sobre este asunto en la visita de Sánchez.