Este artículo se publicó hace 4 años.
La desescalada del coronavirusSánchez reconstruye puentes con sus aliados en la última prórroga del estado de alarma
El Gobierno alcanza un acuerdo con ERC que devolverá a los catalanes a la abstención en la votación que tendrá lugar el miércoles en el Congreso. Ciudadanos también está cerca del "sí", pero, de momento, el PSOE no ha logrado acercar posturas con Compromís tras la ruptura que se produjo en la anterior ampliación del estado de alarma.
Madrid-
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudirá este miércoles algo más relajado que las dos últimas veces al Congreso para solicitar la autorización de la sexta y última prórroga del estado de alarma. La última aprobación fue costosa para el Ejecutivo, y salió adelante a costa de perder buena parte de los apoyos (y parecía que la confianza) de los grupos que facilitaron su investidura en enero.
En esta ocasión, el Gobierno no solo tiene prácticamente atada la prórroga días antes de pedir la autorización a la Cámara Baja, sino que los de Sánchez han logrado reconstruir algunos puentes que se dinamitaron en las anteriores votaciones; aunque no ha sido así con todos los partidos.
Desde la primera votación para ampliar el estado de alarma, el Ejecutivo ha ido perdiendo apoyos de forma importante para extender las medidas que consideraban necesarias con el objetivo de frenar el coronavirus. De no tener ningún voto en contra y más de 320 a favor en la primera votación, el cambio de postura del PP, que primero pasó del 'sí' a la abstención y, posteriormente, al 'no', junto con otros movimientos de diferentes partidos dejó al Ejecutivo en 177 votos a favor frente a 162 en contra en la última ampliación.
Aunque seguía por encima de la mayoría absoluta (en una votación en la que solo precisa de una mayoría simple), la pérdida de votos era preocupante, y los de Sánchez tuvieron que alcanzar acuerdos de última hora con formaciones como Ciudadanos para sacar adelante las dos últimas prórrogas. A medida que el Ejecutivo perdía apoyos, cada vez más formaciones del denominado bloque de la investidura entendían que era el momento de hacer cambios y reformas en el estado de alarma, sobre todo en aquello relacionado con la coordinación territorial de la pandemia y el papel de las comunidades autónomas.
En el último debate para extender la prórroga, el 20 de mayo, se constató una ruptura importante entre el Gobierno y buena parte de los partidos que conforman el bloque de la investidura. "Hoy vemos cómo se desvanece el bloque de la investidura", manifestó entonces Íñigo Errejón durante una de sus intervenciones; curiosamente, el portavoz del único partido que apoyó al Gobierno de coalición que, junto al PNV y Teruel Existe, mantuvo su voto afirmativo en la quinta prórroga del estado de alarma.
Aunque partidos como el PNV o el PRC votaron a favor de la última petición de ampliación del Ejecutivo, desde ERC y Compromís se advirtió que el Gobierno había dinamitado los puentes con sus formaciones. Los republicanos catalanes llevaban ya algunas sesiones votando en contra de las prórrogas (nunca votaron afirmativamente, pero sí que se abstuvieron), mientras que los valencianos habían sido siempre una de las formaciones del "sí".
Estos partidos habían estado negociando el fin de semana anterior a la votación con el Gobierno, pero tras el acuerdo de Sánchez con los de Arrimadas para garantizar la extensión de la prórroga, estos contactos terminaron por frustrarse, dando lugar a un cruce de reproches y críticas hacia el Ejecutivo en el Pleno.
Sánchez se acerca a ERC, pero no a Compromís
En esta ocasión, el desarrollo de la situación y los tiempos han sido distintos. El fin de semana ERC anunciaba que se había alcanzado un acuerdo con los de Pedro Sánchez, y que los republicanos se moverían del 'no' a la abstención a cambio de que las autonomías puedan gestionar la denominada fase 3 del plan de desescalada y puedan participar en la gestión de los fondos europeos para luchar contras las consecuencias de la covid-19.
Entre los acuerdos también estaba sobre la mesa el compromiso del Ejecutivo de que esta prórroga, que se extenderá hasta el 21 de junio, será la última y que, posteriormente, se trabajará en impulsar medidas en el marco de leyes como la General de Salud, que no llevan aparejado un criterio de excepcionalidad. El acuerdo con ERC es el primer paso del acercamiento de Sánchez a sus aliados tras superar la situación más grave de la pandemia y a las puertas de afrontar las consecuencias económicas y sociales en la denominada reconstrucción.
El presidente aseguró en varios de los debates y sesiones de control en el Congreso que ni el estado de alarma era su "programa político" ni Ciudadanos su "socio", y achacó las negociaciones con los de Arrimadas a la situación excepcional que tenía aparejada la pandemia. Sin embargo, el acercamiento con ERC no se ha extrapolado en ningún caso a Compromís. Los valencianos siguen apostando por el 'no' y denunciando que el Gobierno no tiene voluntad de negociar con ellos.
Aunque estos días se han producido contactos entre ambas partes, según ha podido confirmar Público los de Baldoví volverán a votar negativamente este miércoles a la sexta prórroga del estado de alarma. Compromís habría hecho una oferta al Gobierno con determinadas condiciones, pero los de Sánchez habrían cerrado la puerta a cualquier acuerdo. Este martes el portavoz en el Congreso hará públicas las condiciones que los valencianos han puesto sobre la mesa.
Ni Bildu ni el BNG confirman de momento cuál será su posición el miércoles, aunque todo apunta a que ambas formaciones mantendrán su abstención en la última votación para prorrogar el estado de alarma. Con estas previsiones, el Gobierno sacaría adelante la última prórroga con unos 176 votos a favor frente a unos 152 en contra y una treintena de abstenciones.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.