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Santiago Abascal: "La derecha necesita un Pablo Iglesias"

El presidente de VOX denuncia que el Gobierno ha infiltrado "saboteadores" en esta formación para tratar de dinamitarla. Sostiene que Rajoy "no cree en nada" y le acusa de ser "un conservador, pero de las políticas de la izquierda"

Santiago Abascal, presidente de Vox. EFE

DANILO ALBIN

En el pequeño valle alavés de Ayala no es nada común toparse con un mini, el modelo de coche británico que enloquece a los coleccionistas. Las posibilidades se reducen a un porcentaje infinitamente menor si se pretende que el diminuto vehículo lleve grabada la bandera de España junto a la matrícula de Araba. Sin embargo, los vecinos de Amurrio, una localidad de 10.000 habitantes gobernada históricamente por el PNV, ya están acostumbrados a cruzarse cada fin de semana con esta curiosidad.

Al volante va Santiago Abascal, presidente de VOX, líder de la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) y enemigo acérrimo de independentistas, abortistas e izquierdistas. O lo que es lo mismo, de la mayor parte del censo de Amurrio.

Público se encontró con Abascal en la terraza de un conocido bar de esta localidad alavesa. Aún le queda algo de resaca del primer congreso de su partido, celebrado el pasado 20 de septiembre. Tras un verano marcado por las acusaciones internas de enriquecimiento ilícito hacia uno de sus compañeros y advertencias de algunos afiliados sobre un posible pucherazo, Abascal se ha metido en el otoño con el respaldo del 91% de sus camaradas, que lo auparon a la presidencia del único partido con ciertas opciones de crecimiento a la derecha del PP.

Con el mini aparcado en la acera de enfrente, no hay vecino que no sepa quién es este hombre de barba negra. Su abuelo fue alcalde de Amurrio durante el franquismo. Su padre militó en Alianza Popular y en el PP. Ahora, el tercero de los Abascal da un pequeño sorbo de agua, deja a un lado la botella y se concentra en responder a las preguntas de Público, no sin antes quejarse del "silencio mediático" que, a su entender, sufre su nuevo partido.

¿Viene mucho por aquí?

Es mi tierra, donde he nacido y vivido siempre, donde tengo a mis padres y a una parte de mis hijos, por lo que vengo a cumplir con mis obligaciones paterno-filiales. Entre semana vivo en Madrid, y los fines de semana los paso en el norte.

¿Cómo se lleva con sus vecinos?

Si bien aquí vino mucha gente del resto de España a trabajar, esta es una zona nacionalista. Ha habido quien me ha tratado muy bien, con mucho cariño, y quien me ha tratado muy mal, hasta el extremo de haber intentado acabar con nuestro medio de vida -en 1999 nos quemaron la tienda familiar- o de dar datos para que acabasen con nosotros. A pesar de todo ello, no me siento traumatizado.

¿Le molesta que le llamen ultraderechista?

La izquierda ha utilizado esa denominación para atacar en España a cualquier cosa que estuviera fuera de su ámbito. A fuerza de tanto oírlo, al final no molesta. Tengo claro que no me autoidentifico con esa etiqueta, pero no voy a perder ni un minuto en tratar de combatirla.

¿Podría decirme qué diferencias hay entre un ultraderechista y usted?

"Cobro 3.471,59 euros al mes. Es mi único ingreso en la actualidad. Ah, y no tengo propiedades"

Esas posiciones ultras en España, por suerte, son absolutamente testimoniales y residuales. Sólo están en grupúsculos y partiditos que afortunadamente nunca han tenido representación política. Yo he militado durante toda mi vida en lo que es la derecha democrática, el PP, aunque ese partido haya tenido muchos complejos para denominarse así y prefiriese llamarse "centro reformista".

¿Usted de qué trabaja?

Yo ahora mismo soy presidente de VOX, cobro como presidente de VOX y entrego mi tiempo exclusivamente a eso, sin ninguna otra dedicación.

¿Cuánto cobra?

3.471,59 euros al mes. Ese es mi único ingreso en la actualidad. Ah, y no tengo propiedades.

También preside la fundación DENAES. ¿Recibe ayudas públicas?

En el pasado sí las tuvo, pero nunca representaron una parte importante de su presupuesto. DENAES se ha sostenido esencialmente por las contribuciones de sus más de 2.000 socios. Hace tres años renunciamos a pedir ayudas públicas, y a día de hoy no recibimos nada.

¿Qué le parece la decisión de Rajoy de retirar la contrarreforma del aborto?

La decisión de Rajoy, coherente con su actitud y modo de ser, ha sido un acto de cobardía, mentira y traición hacia su propio electorado. Y la cobardía, la traición y la mentira tienen un precio. Para muchos de sus votantes ha sido la gota que ha colmado el vaso: hay un grueso de gente que ya se ha apartado del PP.

¿Y qué opina de la renuncia de Gallardón?

Creo que también ha sido una decisión coherente por parte de quien había impulsado este proyecto, pero debo reconocer que Gallardón nunca ha sido santo de mi devoción. Para mí, siempre ha sido el hombre de la centroizquierda en el PP, el hombre apoyado por los medios de comunicación de la izquierda, que le dictaban cómo debía ser un político de derechas para tener apoyo en España.

¿Qué va a hacer VOX ante el tema del aborto?

"La retirada del aborto es un acto de cobardía, mentira y traición de Rajoy hacia su propio electorado"

Sabemos que este asunto no da votos, porque la cultura del aborto es mayoritariamente aceptada en la sociedad española. Pero no nos importa. Creemos que el aborto no es un derecho, y por tanto vamos a defender esta postura. Eso no significa que no sepamos en qué sociedad vivimos, y por eso mismo consideramos que el Estado tiene la obligación de ayudar a la mujer embarazada para que la vida llegue a término.

¿La derecha va a salir a la calle para defender estas ideas?

Sin ninguna duda. La derecha debe estar en la calle, igual que la izquierda, cuando quiera defender algo, sin ningún miedo. La calle, siempre que se acuda a ella de forma pacífica, es un buen lugar de encuentro.

¿La retirada del proyecto sobre el aborto puede favorecer electoralmente a VOX?

Es verdad que hay un grueso de personas que se sienten traicionadas y que pueden ver en VOX una alternativa, pero nosotros no analizamos esta cuestión desde un punto de vista electoral.

La asamblea de su partido, celebrada el pasado día 20, estuvo precedida de una disputa interna por el poder.

Hemos tenido un sarampión, que se pasa en la niñez. Nos han quedado algunas pequeñas cicatrices, pero es algo que afrontamos con normalidad. Se trata del ruido de la libertad de expresión dentro de un partido. Aquí nadie ha sido expulsado ni expedientado. Todo esto quedó resuelto en la última asamblea, en la que hubo dos candidatos. Tuvimos la suerte de que nuestra candidatura fuese respaldada con el 91% de los votos. Debo decirle que me sorprendió: no esperaba un respaldo tan amplio.

La dirigente de VOX Cristina Seguí acusó al hasta hace poco presidente en funciones de su formación, José Luis González Quirós, de haber cobrado 58.000 euros de las arcas del partido durante la campaña para las elecciones europeas. ¿Qué piensa hacer para aclararlo?

Vamos a publicar todas las cuentas, pasadas, presentes y futuras. Lo que debe quedar claro es que la responsabilidad de las cuentas hasta el mes pasado era exclusivamente del que fue presidente y tesorero (Vidal-Quadras). A partir de ahora son responsabilidad nuestra, y no vamos a tener ningún problema en ser absolutamente transparentes con nuestros afiliados.

¿Y si hubiese que tomar medidas?

Si hay que tomar medidas, las tomaremos. Creemos que no ha habido nada fuera de lo legal, pero si hubiese algo fuera de lo aceptable, pediremos explicaciones.

Hace algunas semanas, su compañero Alejo Vidal-Quadras abogó por un pacto con UPyD y Ciudadanos. Seguido, usted lo desautorizó. ¿Qué relación hay entre él y usted a día de hoy?

"Observo con sorpresa que Vidal-Quadras se ofreciese a UPyD y Ciudadanos. Mi relación con él es compleja"

Es una relación compleja debido a esas últimas manifestaciones públicas. Durante la campaña electoral para las elecciones europeas nos esforzamos mucho -y también se esforzó Vidal-Quadras, que era nuestro candidato- en explicar las diferencias que había entre una opción como VOX, situada en la derecha, y UPyD o Ciudadanos, que ubicamos en el centroizquierda. Por lo tanto, observamos con sorpresa que Vidal-Quadras se ofreciese a esos partidos en caso de que lograsen alcanzar un pacto.

¿Vidal-Quadras sigue formando parte de VOX?

En estos momentos es militante de VOX, pero no forma parte de ninguna estructura.

¿Estos rifirrafes pueden estar relacionados con la denuncia formulada en los días previos a la asamblea por algunos afiliados, que alertaban sobre un posible "pucherazo"?

No lo creo. Ese grupo de afiliados no representaba a nadie. En realidad, todo eso tiene que ver con que VOX da mucho miedo a quienes hoy mandan en España. De hecho, estamos convencidos de que a VOX se han enviado saboteadores.

¿Enviados por quién?

Las terminales del Gobierno o del PP. Aquellos que saben que han traicionado a 11 millones de españoles y que tienen que hacer lo posible para evitar que haya una alternativa.

Vamos a Catalunya. ¿Qué cree que va a pasar allí el 9 de noviembre?

No sé hasta qué punto la decisión del Tribunal Constitucional va a impedir que se materialice la colocación de las urnas y la escenificación de un teatro sobre la secesión. En todo caso, sí sabemos lo que debe hacer el Gobierno de España: cumplir con el artículo 155 de la Constitución, que establece la suspensión de la autonomía.

¿No cree que esa decisión generaría una situación complicada?

Es que nosotros pensamos que la situación complicada ya existe, y que la aplicación de la ley siempre es sanadora. Cuando se aprobó la ley de partidos, que expulsó de la vida pública a los representantes de la ETA política, se dijo que las calles del País Vasco arderían, y no fue así. Estamos convencidos de que la aplicación de la ley en Catalunya tampoco será conflictiva. Al principio habrá alguna manifestación, pero poco a poco, esos mismos que estaban apoyando a Artur Mas se tornarán para mirarle y le dirán: "En qué lío nos has metido". Aún así, sabemos que la aplicación del artículo 155 no solucionará las cosas, sino que será la primera piedra: nosotros somos partidarios de la desaparición de las autonomías.

¿En Euskadi podría ocurrir lo mismo que en Catalunya?

"El Gobierno debe suspender la autonomía de Catalunya si se colocan las urnas"

Por supuesto. Aquí hay menos apoyo social a la secesión, pero ahora mismo, el nacionalismo vasco, incluido ETA, está observando lo que ocurre en Catalunya. Hay una estrategia coordinada para romper la convivencia nacional, la constitución y siglos de historia.

Poco después de que ETA anunciase que dejaba las armas, usted dijo que prefería seguir con escoltas antes de que España se rompiese. ¿A día de hoy lo mantiene?

Creo que no se me entendió bien. Ahora voy a cambiar España por libertad: prefiero que mis libertades estén siendo atacadas antes de rendirme. Es decir, prefiero asumir las dificultades antes de claudicar. Podríamos ir a frases históricas de la ultraizquierda, como "prefiero morir de pie que vivir de rodillas".

¿Usted cree que el gobierno ha claudicado ante ETA?

Rajoy ha seguido la hoja de ruta de Zapatero. En su momento nos sacó a todos a la calle para protestar contra la política antiterrorista del gobierno socialista, pero cuando él llegó al poder, aplicó la misma. Por lo tanto, consideramos a Rajoy continuador y responsable de la política de Zapatero.

¿Acaso Rajoy no es de derechas?

Rajoy no cree en nada. Es un gran escéptico, un gran relativista. Un hombre al que le dan pereza los españoles. Es un conservador, pero de las conquistas de la izquierda. No tiene otro programa. Nosotros, por el contrario, queremos multiplicar a la derecha, que va a pasar de no existir a existir.

¿Hay posibilidades de tejer alianzas a la derecha del PP?

Para nada. Estamos absolutamente solos en el ámbito de la derecha. Están todas las banderas arrojadas en el suelo, y deben ser recogidas por una opción con perspectivas electorales. Es verdad que hay pequeños grupos, absolutamente testimoniales, que a veces cogen esas banderas, pero con muy poco acierto. No tienen nada que ver con nuestra manera de ver las cosas. Estamos en la derecha sin complejos, pero sin obsesiones.

¿Qué referencias tiene VOX a nivel europeo?

"Rajoy no cree en nada. Es un gran escéptico, le dan pereza los españoles"

Aún no nos hemos planteado las alianzas internacionales que podemos asumir. Hay que tener en cuenta que este proyecto sólo tiene seis meses de vida. De todas maneras, entendemos que hay muchos partidos, tanto en Europa como en América, que pueden simpatizar con lo que nosotros representamos.

¿Le Pen?

Mejor Sarkozy. A Le Pen le vota fundamentalmente la izquierda de los barrios obreros.

¿Qué opina del fenómeno Podemos?

Creo que han sabido acertar en la denuncia de los responsables de esta situación. También han logrado capitalizar un gran sentimiento de ira y desasosiego. Lo que ocurre es que las personas que han votado a Podemos en realidad han votado un espejismo: esto no es algo nuevo, sino que se trata de un experimento ya ensayado con otros nombres desde 1917, no sólo en la URSS, sino también en Cuba, Venezuela... Nosotros estamos de acuerdo en quiénes son los responsables de esta ruina, pero no compartimos las soluciones revolucionarias -camufladas de democráticas- de Podemos.

¿A la derecha le falta un Pablo Iglesias?

Sí. En la derecha hace falta alguien que hable con absoluta claridad, alguien al que le entienda todo el mundo, alguien que abandone el vocabulario políticamente correcto de los últimos treinta años, pero que proponga cosas diametralmente opuestas a las que propone Pablo Iglesias.

Bueno, usted lleva barba...

(Risas) Pero Pablo Iglesias lleva coleta. Lo suyo no es barba. 

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