La segunda residencia de España para mayores LGTBI estará en A Coruña
La Fundación 26D planea abrir este año en la ciudad un centro especializado para personas mayores del colectivo .
A Coruña-Actualizado a
El 26 de diciembre de 1978, apenas veinte días después del referéndum que aprobó la Constitución, el Consejo de Ministros modificó la entonces conocida como Ley de Peligrosidad Social, que castigaba la homosexualidad con penas de cárcel. En lo en lo que se consideró un hito histórico de la libertad, el Estado español dejó de considerar delito tener una opción sexual distinta a la hetero.
No hace tanto tiempo de eso, y de hecho son cientos de miles las personas de este país que vivieron su infancia, adolescencia, juventud e incluso el inicio de su madurez sintiéndose criminales por el solo hecho de ser como eran. Muchos fueron detenidos y purgados, pasaron por prisión, sufrieron vejaciones, torturas y crueles tratamiento de rehabilitación, fomentados por un Estado fascista que los consideraba casi genéticamente delincuentes.
Ellos, ellas y elles están llegando ahora a su edad de retiro, después de vidas casi siempre azarosas y clandestinas y en ocasiones desestructuradas, inmersos en una sociedad que les ha ofrecido escasas por no decir nulas oportunidades laborales, de integración social y de desarrollo personal cuando se les ocurría salir del armario. Y ahora, en el momento en el que se sienten más frágiles y precisan de cuidados y entornos amables y seguros, a algunos no les queda nada más que la calle.
La Fundación 26D, dedicada a la atención psicosocial especializada y profesional a personas mayores lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBIQ+) anunció este martes en A Coruña que abrirá en la ciudad la segunda residencia de España especializada en personas mayores de ese colectivo.
Personas aún "armarizadas"
"Los mayores LGTBIQ+ no están siendo bien tratados. Muchas personas todavía están armarizadas porque han vivido con miedo toda su vida, se han criado a palos, en el odio, no han podido aprender el afecto ni la socialización y han crecido interiorizando que eran malos o a malas, interiorizando la homofobia en la que se criaron", explica Federico Armenteros, presidente de la Fundación. "También han interiorizado lo que les decían y sentían desde pequeños, que estaban solos e iban a quedarse solos. Y hoy empiezan a advertir esa soledad no querida", añade.
La residencia es un dúplex de más de 230 metros cuadrados en el barrio coruñés de Os Rosales, próximo al mar, cedido por la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de la ciudad y que tendrá capacidad para albergar a doce inquilinos. Ya lo tienen prácticamente listo y sólo están a la espera de que la Xunta les facilite la licencia para ponerlo en marcha y que el Ayuntamiento empiece a tramitar la concesión de las plazas.
"No es una residencia exclusiva para personas LGTBIQ+, también está abierta a las personas heterosexuales, aunque éstas deben saber que nuestro trabajo está adaptado a las necesidades de las primeras", detalla Francisco Novo, el trabajador social de la Fundación que se encargará de la gestión del piso y de la atención a sus usuarios. "Tampoco se circunscribe a A Coruña, está abierto a todo el ámbito gallego", añade Fito Ferreiro, exconcejal de la Corporación local y delegado de la Fundación en la ciudad.
Uno de los principales problemas del colectivo de boomers LGTBIQ+ -los nacidos en el baby bum entre la posguerra y mediados de los años sesenta del siglo pasado-, es que la marginación y exclusión a la que fueron sometidos les impidió desarrollar carreras laborales estables, cotizar y garantizarse una vida digna tras su jubilación.
Pensiones
"El 67% de los mayores LGTBIQ+ tienen una pensión no contributiva. 480 euros. ¿Cómo vas a tener una vida digna o un envejecimiento activo con esos ingresos?", se pregunta Armenteros, quien recuerda el caso de una compañera que se pasó 27 años de vida viviendo en un albergue para personas sin techo. "Hoy por fin tiene una casa que siente como su propio hogar, y ella se siente viva y empoderada", añade.
El presidente de la Fundación 26D se refiere a una usuaria de la residencia Josete Massa, subvencionada por la Comunidad de Madrid y que lleva el nombre de la primera persona que fue atendida por el Servicio de Ayuda a Domicilio de la Fundación, en el año 2013. Fue la primera residencia de España especializada en mayores del colectivo.
Josete, que desde niño quiso ser diplomático pero que no pudo serlo por la presión homófoba de su familia, también fue la primera persona en hacer un testamento solidario en nombre de la Fundación.
"El 67% de los mayores LGTBIQ+ tienen una pensión no contributiva. ¿Cómo vas a tener una vejez digna con 480 euros al mes?"
Armenteros, Novo y Ferreiro subrayan que los proyectos de Madrid y A Coruña no pretenden construir guetos de mayores gays, lesbianas y trans, sino, al contrario, fomentar su integración y ofrecer soluciones a problemas tan habituales e inauditos como que una pareja no hetero sea separada cuando solicita plaza conjunta en una residencia convencional.
"En las residencias tradicionales entienden que la sexualidad no existe, e incluso hay personas del colectivo que cuando llevan un tiempo en ellas, se rearmarizan", cuenta Novo. Armenteros añade que, por esa razón, la Fundación también trabaja en el ámbito formativo, y que está desarrollando un convenio con Domusvi, una de las mayores empresas de gestión de residencias, públicas y privadas, para la formación de su personal en materia de género e igualdad.
La Fundación 26D, que lleva funcionando desde hace 13 años, desembarcó hace dos en A Coruña abriendo un espacio
de encuentro para mayores LGTBIQ+ en A Coruña que ha permitido, según explica Fito Ferreiro, tejer una pequeña comunidad que sigue ampliándose poco a poco. Se reúnen los martes cada 15 días en el Espazo Diverso de la Fundación, en el casco antiguo de la ciudad.
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