La infanta Elena se desplazó hace unos días hasta Abu Dabi para visitar a su padre, el rey emérito, en la residencia que ocupa desde que el pasado mes de agosto huyera de España tras dos años de escándalos sobre sus millonarios ingresos. Elena de Borbón viajó sola y regresó a Madrid el pasado domingo a bordo de un avión de Emirates, según recoge La Vanguardia. 

Se trata de la primera ocasión en la que se tiene constancia de que un familiar de Juan Carlos I le visita desde que se fugó. Sin embargo, no se descarta que tanto la infanta Elena como su hermana Cristina hayan viajado a Abu Dabi en anteriores ocasiones.

Para llegar a su destino, la hermana del rey ha sorteado las restricciones a la movilidad a causa de la pandemia. En concreto, la infanta Elena ha viajado por carretera desde Dubai hasta Abu Dabi y no ha volado directamente hasta la capital de los Emiratos Árabes Unidos para no tener que hacer la cuarentena obligatoria, según destaca El Plural.

Fue en el aeropuerto de Dubai donde un empresario español que viajaba en el mismo vuelo que la infanta la reconoció y pudo captar su imagen mientras pasaba desapercibida entre el resto de pasajeros. 

La opacidad en torno al paradero del emérito y sus movimientos han sido una constante desde que este saliese del país. Sin ir más lejos, no fue hasta dos semanas después de su viaje cuando Casa Real confirmó que Juan Carlos I se encontraba en los Emiratos Árabes. En un primer momento todo indicaba a que el emérito podría establecer su residencia en la República Dominicana.

La fortuna oculta del emérito

Este martes se conoció que el rey Juan Carlos I ocultó en dos bancos suizos y a través de cuentas de la Fundación Zagatka, la sociedad que supuestamente utilizó para ocultar el cobro de comisiones ilegales, millones de euros de acciones de compañías de una decena de empresas españolas del Ibex 35.

También gastó unos ocho millones de euros a través de la misma fundación para pagar una decena de vuelos a República Dominicana, Bahamas, Bermudas, Canadá, Kuwait y Abu Dabi hasta mayo de 2018.

Además, el emérito recibió 6,5 millones de euros en 2008 en sus cuentas de Suiza a través de cinco transferencias anónimas. Una fue de 5,5 millones de euros. Las otras cuatro transferencias fueron de 250.000 euros cada una. Curiosamente, el dinero llegó en un momento en que las cuentas del rey emérito estaba a punto de entrar en números rojos.

Por su parte, Antiblanqueo alertó a la Fiscalía de que el rey Juan Carlos I tiene casi diez millones de euros ocultos en la isla de Jersey, aunque él ha negado ser propietario de una supuesta fortuna oculta, al tiempo que ha rechazado haber movido dinero fuera de España en fechas recientes.

Escándalos en torno a la corona

Juan Carlos I es el único monarca europeo salpicado directamente por casos de corrupción. La Fiscalía del Supremo tiene abiertas tres investigaciones en torno a la figura del emérito.

La última, iniciada este mismo mes de noviembre, pretende dilucidar si el rey emérito cometió delitos fiscales y de blanqueo de capitales. Las otras dos líneas investigan una cuenta en Suiza y el posible cobro de comisiones por las obras del AVE a La Meca (Arabia Saudí), y a la más reciente conocida sobre los posibles pagos con una tarjeta opaca.