La nueva ola de calor obliga a tomar precauciones para evitar problemas que pueden afectar a la salud. En la mayor parte de España se están registrando temperaturas superiores a los 35 grados y, en algunos casos, exceden la barrera de los 40 hasta llegar a los 45.

Las altas temperaturas, además, están acompañadas por la subida del precio de la luz. El precio promedio ha superado estos días los 300 euros por megavatio hora (MWh) para aquellos usuarios que tengan una tarifa regulada y, por tanto, estén vinculados al mercado mayorista. 

Ante este escenario, conviene realizar equilibrios para sortear este clima extremo y al mismo tiempo no incurrir en altas cantidades de dinero por encender aires acondicionados o hacer reformas para aclimatar un hogar y aislarlo del calor. Por esta razón proponemos las siguientes recomendaciones. 

Ventilar a horas tempranas y de forma estratégica

Una de los primeros pasos que hay que seguir para mantener el hogar en un ambiente fresco es ventilarlo a primera hora de la mañana, cuando las temperaturas son más bajas. Es importante abrir las ventanas y las persianas de forma más amplia en la zona fría de la casa y dejarlas más cerradas en la parte caliente, donde da más el sol. 

Persianas bajadas y cortinas cerradas

Cuando las temperaturas empiecen a ascender y el sol incida de manera más contundente desde el cielo, es el momento de cerrar ventanas, bajar persianas y tener las cortinas cerradas. Así conseguiremos aislar la vivienda y evitar que el calor acceda de forma rápida y directa. 

Luces de bajo consumo

Para evitar que el ambiente se caldee es recomendable recurrir a bombillas de bajo consumo. No solo porque son más rentables económicamente, también porque emiten menos calor y consiguen niveles similares, incluso mayores, de iluminación. Además, la luz que desprenden es neutra, lo que provoca una sensación más fría que aquellas que ofrece una iluminación amarillenta. 

Plantas en ventanas y en fachada

Las plantas pueden ser muy útiles, pues pueden ser un buen escudo contra el sol. Situar macetas o enredaderas en ventanas y en la fachada de una vivienda provoca que el sol no pegue directamente en las paredes y que las hojas y las flores absorban el calor. Asimismo, en el interior permiten refrescar el ambiente. 

Reducir la humedad

Para no contribuir a que haya un ambiente acalorado, otra de las opciones es reducir la humedad. Para ello es aconsejable que, después de una ducha o de poner a secar ropa, ventilar cuanto antes para que el vapor de agua no se quede en la vivienda y genere una sensación de más calor. 

Vigilar la ropa y evitar prendas gruesas

Este punto es importante y muchas veces pasa desapercibido. El ropaje que nos acompaña pueden afectar a la temperatura corporal. Para reducir el calor conviene vestir prendas finas y con colores claros para que reflejen la luz en lugar de absorberla. 

Comidas y bebidas frescas

La alimentación también puede ayudar a refrescar el cuerpo. Los gazpachos, las ensaladas o las pastas frías pueden ser comidas muy positivas para escaparse del calor. Del mismo modo ocurre con las bebidas frías, aunque no en exceso para evitar dolores de garganta o resfriados. 

Un ventilador, hielo y sal

Y este es un consejo para refrescarse rápidamente y de manera económica. Aunque en este caso hay que tener un ventilador, que puede ser de pie o de suelo. Si se sitúa delante del aparato un recipiente con hielo y sal, el aire que generará será más fresco y no solo removerá el aire caliente.