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Esta crisis no la quieren pagar los trabajadores: la subida del coste de la vida propicia un "otoño caliente"

Mientras la izquierda se mueve para rearmarse ideológicamente, los sindicatos alertan de la convocatoria de movilizaciones para reclamar la subida de los salarios, algo a lo que la CEOE se opone.

Trabajadores del sector del metal durante el cuarto día consecutivo de manifestación, este viernes en Cádiz. - EFE
Capçalera de la manifestació convocada pels sindicats majoritaris a Barcelona pel primer de maig / EFE Marta Pérez.

Los precios se disparan mientras los salarios permanecen constantes en el mejor de los casos. La escalada de la inflación no da tregua y España registra una cifra superior al 10% en este mes de agosto. Aunque el nuevo dato (10,4%) representa cuatro décimas menos al alcanzado en el mes de julio, es aventurado anunciar un cambio de tendencia. 

Las familias deben hacer frente a esta situación especialmente a la hora de hacer la compra y de pagar la factura de la luz. La subida de los precios de los alimentos y de la energía, en un marco influenciado por la guerra en Ucrania, está alentando un "otoño caliente" del que ya han avisado los sindicatos. El argumento es sencillo: no puede aumentar el coste de la vida y que los salarios sigan igual. 

Este escenario está recrudeciendo la conflictividad laboral. Lejos queda la sintonía entre Gobierno, sindicatos y patronal para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia. Ahora, la CEOE manifiesta su rechazo a la defensa de las entidades sindicales de ajustar los salarios al nivel de inflación. Tanto UGT como Comisiones Obreras (CCOO) ya reclamaron el 1 de mayo fijar cláusulas de actualización para que no haya una devaluación salarial ante la subida del coste de la vida. "No puede ser que las empresas incrementen precios y a la vez congelen salarios", denunciaron. 

Pero el choque entre los agentes sociales no viene solo derivado del contexto económico, pues el ambiente político que se aproxima es una buena brújula para entender los movimientos de los distintos actores. Este 2023 habrá grandes encuentros electorales que definirán el futuro de los actuales líderes políticos y sus formaciones.

Las dos vías a la izquierda del PSOE

El espacio a la izquierda del PSOE no tiene una ruta específica, más allá de si las intenciones de Yolanda Díaz finalmente se concretan en una candidatura para los comicios generales. Las fricciones entre el espacio de la vicepresidenta y el entorno de Podemos siguen latentes y pueden plantear dos escenarios: una colisión de ese espacio político o un intento de limar asperezas y conformar una lista que sea capaz de despertar la movilización de la izquierda y ser competitiva electoralmente. 

Sánchez se lanza a reconectar con la calle con 30 actos

Al mismo tiempo, Pedro Sánchez sale a la palestra y busca reconectar con la calle para tratar de explicar la labor legislativa del Gobierno de coalición. Participará hasta que acabe el año en 30 actos enmarcados en una campaña denominada "El Gobierno de la gente". Algo que coincide con el intento del presidente del Gobierno de realizar un giro discursivo hacia la izquierda después de las fallidas estrategias de mirar a un centro político que no le han funcionado ni en Madrid ni en Castilla y León ni en Andalucía. 

Elecciones en noviembre dentro de la CEOE

Sin embargo, no solo los partidos políticos se enfrenta a un escenario electoral. Este punto es clave. También hay elecciones dentro de la CEOE y no está garantizado que su actual presidente, Antonio Garamendi, vaya a renovar para liderar la confederación empresarial. Algunas voces dentro de la entidad no están conformes con la gestión de Garamendi por haber pactado tantos acuerdos con el Gobierno y sindicatos en detrimento de "los intereses empresariales".

La oposición, especialmente el Partido Popular, es consciente de este clima. No es casualidad que el líder popular Alberto Núñez Feijóo haya puesto el foco en la economía para tratar de desgastar al Ejecutivo de Sánchez. Las crisis económicas, sobre todo, las que vienen derivadas de una fuerte subida de la inflación pueden tumbar a los partidos que están en el Gobierno, especialmente si son partidos de izquierdas, según recogen algunos estudios

Por esta razón, las agrupaciones de la coalición empiezan a moverse ante la sombra de un futuro Consejo de Ministros formado por el Partido Popular y Vox. Algo que el actual candidato popular, pese a definirse a sí mismo como "centrado" y "moderado", no ha rechazado, por lo que está por ver si, en caso de conseguir una mayoría suficiente como indican las encuestas, replica el pacto de Castilla y León.

Díaz parece haber captado estas intenciones y este riesgo. Por ello, ha reforzado su discurso por el lado de los trabajadores y se ha alienado con los sindicatos a la hora de reclamar mejoras salariales. "Los sindicatos tienen toda la razón para salir a la calle a movilizarse contra la patronal", manifestó la ministra de Trabajo. Un argumento que aleja el foco de situar las futuras protestas contra el Gobierno y, en su lugar, lo fija contra aquellos que rechazan las subidas salariales. 

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