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La disparidad de criterios entre autonomías al corregir la EBAU cuestiona la equidad en el acceso a la universidad

Expertos y alumnado reconocen las diferencias de evaluación por autonomías. Mientras, ni comunidades ni Ministerio encuentran la solución adecuada en función de la ley de transferencia de competencias educativas.

Un estudiante antes de comenzar el primer día de exámenes de la EBAU en la Ciudad Universitaria de Madrid, a 5 de junio de 2023.
Un estudiante, antes de comenzar el primer día de exámenes de la EBAU en Madrid, el 5 de junio. Chema Moya / EFE

Guillermo Alba hizo la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) en 2022. Sacó un 13 sobre 14, lo que le permitió acceder a la carrera de sus sueños: Ingeniería Aeroespacial. Sin embargo, cuando entró a la Universidad de León y comentó con sus compañeros cómo le fue en dicha prueba, se dio cuenta de que los exámenes habían sido muy distintos.

Que las calificaciones sean diferentes en función de la comunidad autónoma y de las asignaturas es una realidad que muchos jóvenes denuncian en redes sociales y que corre por las aulas desde hace años.

Algunos gobiernos autonómicos, como los de Castilla y León, Madrid o Galicia —todas ellos del PP—, reclaman desde hace años una prueba única e igual en todo el Estado. Sin embargo, esto supondría una injerencia en las competencias educativas, que están transferidas a las Comunidades Autónomas.

El actual modelo establece que son los gobiernos autonómicos quienes deciden qué preguntas tendrá el examen en su territorio, adecuándose a las materias obligatorias que hay que incluir. Eso explica que en España se realicen 17 pruebas distintas de Selectividad, una por cada Comunidad.

"Hice la EBAU en Gijón (Asturias) y fue medio difícil. En Historia teníamos mucho temario: desde la prehistoria hasta Rajoy. En las de empollar nos dan caña", comenta Alba a Público. Sus amigos del País Valencià le dijeron que allí en "eso eran más light".

También considera que las ciencias, en pruebas como Física o Matemáticas, son más accesibles en su comunidad que en otras, dado que los contenidos del examen ya le sonaban porque "se repiten siempre los mismos o los cogen de Madrid".

Alejandro Alba, estudiante de ingeniería aeroespacial, durante una visita al Parlamento Europeo.
Guillermo Alba, estudiante de ingeniería aeroespacial, durante una visita al Parlamento Europeo.  Cedida

Suspenso en Extremadura y sin penalización en Illes Balears

Otra de las asignaturas en las que se detectan disparidades es en la de Lengua Castellana y Literatura. "Mientras que en Extremadura por cometer cinco faltas ortográficas, como confundir una 'b' con una 'v', te suspenden el examen, en Illes Balears empiezan a descontar a partir de esas cinco", señala a Público Iván Teruel, profesor de Educación Secundaria en un instituto público de Girona.

El docente se ha dedicado a recopilar las diferencias en materia de penalización ortográfica en varias Comunidades Autónomas. "No hay posibilidad de interpretación. Hay una evidencia empírica y palpable", añade el profesor.

Iván Teruel: "Hay una evidencia palpable de las diferencias en la penalización ortográfica según las comunidades"

Teruel no entiende que por el mero hecho de vivir en un sitio o en otro una persona tenga más o menos dificultades para acceder a la universidad, ya que, al superar la EBAU y alcanzar una nota determinada, hay libertad de movimiento por el territorio nacional para estudiar.

Hay que tener en cuenta que las diferencias para obtener nota entre unas comunidades y otras, con la media de la EBAU y la de Bachillerato, pueden impedir a un joven acceder a la carrera deseada.

Diferentes modelos curriculares

Jesús Miguel Jornet es catedrático de la Universitat de València (UV) y afirma rotundamente que las desigualdades en la EBAU están comprobadas: "No hace falta ni revisarlo". Así, enumera varias causas, como el diseño curricular de los contenidos, el nivel de financiación de cada autonomía, los distintos enfoques a la hora de impartir las asignaturas y la cultura de cada territorio.

Judit Ruiz, profesora de la Universidad Europea y cuya tesis doctoral está enfocada en la evaluación del acceso a la universidad, coincide con la teoría de Jornet. En la investigación de Ruiz "se pueden observar todas las diferencias que existen en las pruebas de Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera-Inglés e Historia de España por comunidades autónomas".

Por su parte, Jorge Sáiz Serrano y Carlos Fuster García, profesores de la Universitat de València, como se destaca en la tesis de Judit Ruiz, analizaron las pruebas de Historia de España en la convocatoria de junio de los años 2012 y 2013.

"Los expertos destacaron el bajo nivel de aprendizaje que se solicitaba en los estudiantes, así como las carencias en el desarrollo de los mismos para pensar históricamente y de manera crítica", recoge la investigación de Ruiz sobre las deducciones de Sáiz y Fuster. 

El caso de Castilla y León

La tesis de Ruiz, titulada Acceso a la universidad en España: análisis comparativo de las pruebas comunes por comunidades autónomas, recoge, por ejemplo, los resultados de la EBAU para el curso 2014-15. Los estudiantes aprobados en Catalunya en Lengua Castellana y Literatura alcanzaron el 93%, mientras que en Castilla y León únicamente llegaron al 68%.

Estos resultados se repitieron en el curso 2016-17, cuando los alumnos castellanoleoneses, en la misma prueba, volvieron a situarse a la cola de aprobados (74%), únicamente por delante de Cantabria (65%).

"El diseño heterogéneo de las pruebas de acceso a la universidad entre comunidades autónomas podría ser un importante factor que podría influir en ese rendimiento promedio. Esto, a su vez, podría estar generando agravios comparativos en el procedimiento de acceso a la educación superior, único para toda España, en función de la autonomía en la que se examinen", recoge Ruiz como conclusión a estos resultados.​

La consejera de Educación de Castilla y León, Rocío Lucas (PP), mostró en 2022 su disconformidad con la EBAU. "En primer lugar, porque no es una prueba única y no corregir este error provocará que el sistema siga siendo injusto: no puede haber 17 pruebas distintas para un distrito universitario único", indican desde la Consejería.

"Cada comunidad autónoma diseña su prueba con distinta estructura o —bloques de contenidos— y disparidad en los criterios de corrección", añaden.

Lucas afirma que, en el caso de continuar con este modelo de prueba, "Castilla y León se desvincularía del diseño de un sistema de acceso a la universidad injusto". Una amenaza que ni ésta ni ninguna otra autonomía podría llevar a cabo sin saltarse la ley de transferencias.

La propuesta de Lucas coincide con el modelo de Estado que defiende Vox, hoy en la vicepresidencia de Castilla y León de la mano de Juan García-Gallardo. El grupo parlamentario de Santiago Abascal ya ha pedido que se devuelvan las competencias al Estado con el objetivo de promover la descentralización.

Sin embargo, desde el PSOE de esta Comunidad, el procurador y profesor universitario Fernando Pablos defiende el actual sistema de la EBAU y califica las propuestas de la Consejería de Educación de "propaganda y mentiras" del PP.

Choque con la ley

Desde el Ministerio de Educación recuerdan a Público que las Comunidades Autónomas tienen la competencia en materia educativa y fijan la mitad de los contenidos curriculares, por lo que elaboran su prueba de acceso a la universidad en función de esto.

Sin embargo, el distrito universitario es único, es decir, todos los alumnos del país compiten por las plazas universitarias de cualquier región.

Asimismo, señalan que "una prueba única iría en contra del reparto competencial, tal y como recoge la ley de transferencia de competencias a las Comunidades de 1992", donde se traslada a las autonomías la competencia de desarrollo legislativo y ejecución de la enseñanza en toda su extensión. 

Por otro lado, los expertos consultados por Público comprenden la postura de Castilla y León ante lo que consideran una injusticia provocada por el diseño desigual del examen entre autonomías, pero no comparten la amenaza de saltarse el Estatuto de Autonomía.

Así, Teruel comprende el enfado de la comunidad que preside Alfonso Fernández Mañueco, pero reconoce que le parece "mal" la alternativa a saltarse la ley.  Por su parte, Ruiz concreta que "pueden aportar su opinión y mostrar su fuerza, pero no pueden ir por su lado".

¿Hay alternativa?

Jornet plantea una alternativa a esta situación que califica de "injusta": "El que quiera ser médico debería examinarse en la facultad de Medicina y ser evaluado por profesores de allí". E insiste en que "con el modelo de las autonomías se debería capacitar a todas para que tengan las mismas oportunidades". 

En esta misma línea se sitúa la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (Creup). Aboga por un modelo igualitario en todas las autonomías, consciente de "las diferencias en la formación que recibe el alumnado de diferentes puntos del país". 

Esta agrupación defiende el modelo de transferencias educativas. "Creemos que no se debe caer en el centralismo y elaborar una prueba semejante para todas las Comunidades Autónomas, ya que podría afectar negativamente a algunos territorios, dificultando la adaptación de la docencia en los cursos anteriores", concluyen.

Ante la polémica por las voces que denunciaban diferencias en la puntuación de los exámenes de la EBAU, la primera ministra de Educación de Pedro Sánchez, Isabel Celaá, se pronunció en su día como si fuera a tomar cartas en el asunto.

"He observado que había algunas incidencias que señalaban a ciertas dificultades diferentes y eso es lo que vamos a tratar", dijo. Pero lo cierto es que desde el Ministerio de Educación nunca llegó a abrirse este melón.

Más categórico fue Alberto Núñez Feijoó cuando aún era presidente de la Xunta de Galicia. Entonces defendió que la Selectividad-EBAU se celebrara en las mismas fechas en toda España y que fuera "idéntica para todo el Estado".

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