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Educación anuncia la reforma de las enseñanzas artísticas: ¿qué cambios traerá en conservatorios y universidades?

Creación de un "campus de las artes", igualar el número de becas, la posibilidad de hacer doctorados en escuelas de arte, mejorar las condiciones del profesorado... Estas son las claves de la ley.

Un grupo de músicos toca en un espectáculo por los canales de Venecia, Italia.
Un grupo de músicos toca en un espectáculo por los canales de Venecia, Italia. Alessandro Masini / LaPresse via Z / DPA

El Gobierno de coalición se aproxima a otra demanda histórica que debe ser resuelta. El Ministerio de Educación, con la colaboración del Ministerio de Universidades, ha presentado esta semana los primeros borradores para la creación de la Ley de Enseñanzas Artísticas Superiores, una cuenta pendiente del sistema educativo para reglar, desarrollar y actualizar muchos puntos correspondientes a estudios artísticos. 

La Ley Orgánica 3/2020 daba un margen de dos años para la realización de esta normativa, que aspira a un "impulso del tejido creativo" y que antes de verano finalizó el procedimiento de consulta pública. Parece complicado y está en el alambre si esta ley llegará antes de que finalice la legislatura, pero al menos el Ministerio de Pilar Alegría ha iniciado los trámites correspondientes para desengrasar este debe con las artes nacionales. 

Desde el primer borrador diseñado por Educación ya reconocen las complejidades que entraña esta ley. Sin ir más lejos, dan por hecho que "no parece posible elaborar un proyecto de ley que satisfaga plenamente todas las expectativas" y aseguran que muchos problemas "no tienen soluciones lineales y pueden ocasiones tensiones legítimas". 

¿A qué aspira esta ley?

La ley pretende desarrollarse a través de cinco pilares: enseñazas, centros, alumnado, profesorado y relación con la universidad. Su objetivo, que tiene muchas variantes, pretende fundamentalmente actualizar una regla que no ha sufrido apenas cambios en 32 años, cuando en 1990 se estableció la ordenanza que ha regido con apenas variaciones desde entonces. 

En cuanto a la enseñanza, la nueva ley aspira a dar autonomía académica a los centros de estudios y ofrecerles la posibilidad de tener mayor flexibilidad a la hora de diseñar sus planes, así como establecer criterios generales para la evaluación para sus proyectos. Dentro de este marco, Educación abre la puerta a "regularse nuevas especialidades" siempre y cuando todo esté supeditado y aprobado por el Gobierno. Pero los modelos de estudio se revisarán para adaptarse al contexto del s.XXI y parece que programas con itinerario abierto o la realización de dobles grados serán una realidad dentro de las enseñanzas artísticas. 

Dentro de estas reformas, Educación consiera necesario revisar "los requisitos de acceso actualmente previstos en cada uno de los niveles (...) para dotarlas de un mayor marco regulatorio básico que les confiuera una mayor equiparación y permita una mayor garantía y fiabilidad en sus resultados". 

En cuanto a las prioridades de reforma para el alumnado, la ley aspira a regular la igualdad de oportunidades, ampliar el acceso a la información de estos estudios —históricamente desligados a familias de rentas bajas—, igualar sus posibilidades de beca respecto a los que realicen estudios universitarios.

El profesorado es, según el borrador, "uno de los aspectos nucleares" de la nueva ley. Los retos fundamentales, complejos y todavía algo ambiguos, pretenden "definir las competencias docentes", revisar la ordenación de cuerpos docentes (y modificarlos si procede) y su adecuación al desarrollo profesional y reonocer la dedicación de las tareas asociadas a impartir docencia en aulas. 

El Ministerio de Educación ha hecho partícipe de este borrador al Ministerio de Universidades, dado que la actualización de la norma y su parecido a otras de caracter europeo implica de lleno al campus universitario. 

Una de las prioridades de esta ley es la "equiparación real y a todos los efectos" de las enseñanas artísticas con las universitarias, que los centros superiores puedan llevar a cabo programas de Doctorado (posibilidad que está restringida a las universidades), establecer modelos de adscripción de estos centros a la Universidad y abrir el marco para la creación de lo que denominan "Campus de las Artes", una agrupación de escuelas bajo un organismo de nivel superior. 

 

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