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La falta de plazas en algunos centros escolares de Barcelona provoca angustia en las familias con hijos que empiezan Infantil
La Plataforma Proeducació Pública y de Proximitat denuncia la falta de plazas para una educación gratuita y de proximidad en I-3. Muchas familias catalanas esperaban este viernes con inquietud el correo que les confirme o no la plaza para sus hijos e hija
Mar Suy
Barcelona-
Familias de toda Catalunya deberían haber recibido este viernes, 27 de mayo, el popular correo que corrobora, o no, si sus hijos e hijas que comienzan el camino en el sistema escolar a partir de Infantil 3 años, I-3 (el antiguo P-3), el próximo curso lo harán en un centro educativo de su elección o todavía no tienen ningúno asignado. Desde ahora hasta el 1 de junio, se abre un período para ampliar las peticiones originales y pedir plazas en centros que tengan disponibles, en el caso de no haber accedido a ninguna plaza de las escuelas solicitadas, o en aquellos casos en que se ha indicado expresamente que se desea una asignación de oficio.
La angustia de la llegada de la notificación es fundamentada: después del primer sorteo de la preinscripción escolar a mediados de mayo, más de 200 familias del distrito del Eixample de Barcelona se preveía que podían quedarse sin una plaza confirmada. En esta situación se encontraban también 74 familias del distrito de Gràcia y el déficit de plazas alcanzaba hasta 119 en el de Horta-Guinardó, explica la Plataforma Proeducación Pública y de Proximidad (PPEPP), un grupo de familias unidas para la mejora del sistema de educación público en Barcelona.
Y es que a mediados de mayo, a la espera de la lista definitiva, empezaron a organizarse, como ocurre desde años atrás, para denunciar el hecho de no conseguir la plaza donde la habían pedido y que según estas familias implica no garantizar una escuela pública, de calidad y de proximidad para todos.
Un grupo de familias se han unido para mejorar el sistema de educación público en Barcelona
La misma situación se detecta en otras ciudades. Por ejemplo Badalona, donde algunas familias iniciaron hace unas semanas atrás una recogida de firmas asegurando que 118 niños y niñas se habían quedado sin plaza. "Hace más de dos décadas que las familias de Badalona reclaman soluciones a la carencia estructural de plazas de enseñanza pública en la ciudad. Este año, nos encontramos en la siguiente situación: las zonas educativas 1, 4 y 6 tienen un déficit de más de 50 plazas públicas para P3. En cuanto a 1º de ESO (en el primer curso de instituto se repite el problema de acceso), en las zonas A y B, la ciudad tiene un déficit de más de 60 plazas, contando, incluso, los centros concertados", aseguran los impulsores de la campaña.
Desgaste emocional en la espera
Jordi Aubia, delegado del distrito de Sant Andreu de la PPEPP en Barcelona, es uno de los que este viernes esperaba con temor el mensaje. Ahora respira un poco más tranquilo después de saber que finalmente tiene plaza. Por el momento, desconoce cuál es el centro donde llevará a su pequeño el próximo año, una información que no llegará hasta el 10 de junio. Esto les provoca, tanto a él como a muchas familias, una "angustia constante y opaca" que perdura desde el inicio de este proceso "desgastante y emocionalmente largo", en marzo del 2022. "Se trata de la educación del tu hijo. Por tanto, quieres la mejor propuesta según tus creencias y opiniones, ya que condicionará los próximos nueve años de su vida y de la familia que hay detrás", detalla.
El objetivo de la plataforma es garantizar la educación pública y de calidad teniendo en cuenta el factor cercanía. Entienden que no todo el mundo puede acceder a la primera opción porque la oferta ordinaria es "limitada", pero a la vez exponen que si no hubiera "centros de primera y de segunda", esta problemática quedaría resuelta. "Hay que actuar desde el Consorci d'Educació de Barcelona y del Departament d'Educació por una educación igualitaria", recalca Aubia, quien señala que son las administraciones que tienen la potestad para redirigir el proyecto educativo y a los profesionales de las escuelas públicas con menor valoración de los barrios. Un ejemplo de ello es la zona del Eixample Esquerra, el delegado pone de manifiesto que las propuestas educativas hace unos años eran "deficientes", aunque actualmente están en fase de crecimiento y progreso. "El Eixample es un barrio con muchas criaturas y poco espacio y, por eso mismo, es una de las zonas más afectadas", manifiesta.
"Una mala planificación de la oferta de plazas"
Las escuelas concertadas también se escogen en la misma lista de preferencias
Uno de los factores que explica este año este déficit de plazas ordinarias en centros públicos en Barcelona es la decisión tomada por el Consorci d'Educació de la ciudad, que optó por reducir el ratio de alumnos por línea de 25, tal y como hasta ahora, a entre 21 y 23 por clase, con el objetivo de mejorar la calidad de la educación de los niños. Desde la Plataforma comprenden que esto significa contar con más recursos por alumno, pero pese a esta decisión próspera, consideran que no abrir nuevas líneas en centros educativos públicos supone una "mala planificación de la oferta de plazas". Así lo anunciaron en una carta dirigida al Departament d'Educació y al Consorci d'Educació de Barcelona. De hecho, según la oferta inicial publicada en el inicio del proceso en Barcelona se ofrecían 5.761 plazas en escuelas públicas y se solicitaron 5.977. Por otra parte, la oferta inicial anunciaba 6.253 plazas en centros concertados, mientras que existen 4.775 solicitudes recibidas.
Manifestaban también que la nueva medida "favorece a las escuelas concertadas", que han podido mantener las ratios pese a que su demanda, es inferior a la de los centros públicos. En esta línea, piden priorizar y garantizar el acceso a la escuela pública de proximidad al mayor número de familias posibles, además de pedir que abran nuevas líneas a otros centros públicos que puedan tener el espacio y los recursos necesarios.
Las escuelas concertadas también se escogen en la misma lista de preferencias. Aubia señala que hay que tener en cuenta su peso a la hora de decidir dónde va cada niño. Denuncia que, a menudo, padres y madres escogen la concertada para "asegurarse la plaza" y hacer frente "al miedo a quedarse sin opciones". Sí que es cierto que hay padres que por sus creencias y valores en una educación concreta la eligen por delante de la pública, pero lamenta que no siempre es así. En la carta, recuerdan que familias trabajadoras que no obtienen la plaza en un centro público de proximidad pueden tener dificultades para conciliar el ámbito laboral y familiar. Señalan que algunas escogen la concertada por la lejanía en la que se encuentra la escuela que se les ha otorgado. Además, ponen de manifiesto que llevándolos a un centro que no es público, renuncian en muchos casos a una educación laica como quisieran y les supone un coste económico adicional.
La respuesta institucional
Las familias trabajadoras que no obtienen la plaza en un centro público de proximidad pueden tener dificultades para conciliar el ámbito laboral y familiar
En definitiva, la plataforma denuncia que el proceso es muy "poco transparente" y que durante meses las familias no tienen noticias de cuál es el punto donde se encuentran sus solicitudes, lo que contribuye a aumentar la incertidumbre y al malestar por la intriga que todo el ciclo supone. Hasta el día 10 de junio no conocerán de verdad las plazas definitivas ni el lugar asignado, así como la lista de admitidos y de alumnos en espera. Este hecho perpetúa y dispara las preocupaciones sobre el futuro educativo de los niños y las niñas. Sin embargo, fuentes del Departament d'Educació aseveran que el procedimiento todavía está en marcha y que todavía no se puede definir la oferta final de grupos. Por tanto, habrá que esperar a que se cierre el proceso para conocer cómo han quedado las plazas definitivas.
Por otra parte, Aubia señala que desde el Consorci les aseguraron el lunes en una reunión que ningún niño se quedaría sin opciones y que se garantizaría que todos pudieran llegar a la escuela con un recorrido de no más de 15 minutos a pie. Si hay un caso muy concreto, les prometieron estudiarlo y que, si la solución genérica no es válida, buscarían salidas particulares según las situaciones personales.
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