El ministro francés de Educación, Jean-Michel Blanqer, ha anunciado que quiere impedir el uso de los teléfonos móviles de los alumnos en los recreos y en los pasillos de los colegios a partir de septiembre de 2018, es decir, cuando empiece el próximo curso escolar. Se trata de una medida que ya recogía el programa electoral del presidente Emmanuel Macron que sugería restringir al mínimo el uso del móvil a los alumnos en la escuela.

En Francia, el uso de los celulares en las clases o actividades escolares desde la infancia hasta el bachillerato ya está prohibida salvo en contadas excepciones. Aunque su aplicación suele depender de los centros y de los profesores encargados de los cursos. 

Los argumentos del ministro y numerosos educadores y psicólogos para extender la prohibición del móvil al recreo y en los pasillos están basados en argumentos pedagógicos. Según explica Blanquer en una entrevista en el L'Express, los juegos en grupo y las actividades al aire libre cada vez disminuyen más: los jóvenes se aíslan y si se reúnen es para ver vídeos o chistes y en el peor de los casos, para meterse o reírse de otros compañeros.

De hecho, la tenencia de móviles en los jóvenes está en alza. En la actualidad, más de ocho de cada diez adolescentes están equipados con teléfonos inteligentes, un 20% más que en 2011, según un estudio de Credoc 2015.

La aplicación de la medida no parece fácil por el uso ya tan extendido. Sin embargo, Blanquer compara su uso con el que realizan los ministros: "En el Consejo de Ministros depositamos nuestros celulares en las taquillas antes de reunirnos. Me parece que esto es factible en cualquier grupo humano, incluyendo una clase".