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Isabel Zendal Usuarios y sanitarios protestan en el Hospital Infanta Sofía, donde una torre sin ocupar podría albergar 180 camas y 16 UCI

Continuando la estela de las movilizaciones en contra de los traslados forzosos de sanitarios al Zendal, unas 30 personas han reivindicado la apertura total del hospital de San Sebastián de los Reyes.

Imagen de usuarios y sanitarios protestando frente al Hospital Infanta Sofía de Madrid.
Imagen de usuarios y sanitarios protestando frente al Hospital Infanta Sofía de Madrid. Guillermo Martínez

La cuarta torre del Hospital Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes, pasaría desapercibida para cualquier persona que se acercara al complejo sin saber previamente de su existencia. Ahora, cuando se estabiliza la segunda ola del coronavirus en la Comunidad de Madrid, y el mismo día que empieza a funcionar el nuevo hospital Enfermera Isabel Zendal, en torno a una treintena de personas se han concentrado a las ocho de la tarde en las puertas del Infanta Sofía para reivindicar la apertura total del hospital.

Como colofón de la acción, unos seis sanitarios de diferentes hospitales de la Comunidad ataviados con su vestimenta de trabajo han entrado al edificio para desplegar, en la parte inutilizada del mismo, una gran pancarta con un único mensaje: sanidad pública.

La torre en cuestión nunca se llegó a abrir, pese a que debería haberlo hecho en 2017 y por la que se pagó un presupuesto a Acciona, la empresa que gestiona el edificio y los servicios no sanitarios del mismo, como celadores y el personal de limpieza, mantenimiento y hostelería, tal y como informa Eduardo Pérez, enfermero de la UCI del hospital y delegado sindical por parte del Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS). "Si cada planta tiene espacio para unas 30 habitaciones que son dobles, en la parte cerrada del hospital que permanece totalmente diáfana podríamos albergar casi 200 camas", comenta él mismo.

Congestión del hospital

Una de las cuestiones que tanto profesionales sanitarios como usuarios ven más sangrante es que en ese mismo hospital hay 16 boxes de UCI ya equipados que tampoco se están utilizando. Según el enfermero del hospital, la instalación de las torres de gas, por donde circula el oxígeno, sí que funcionan, porque son las que han utilizado para ampliar las camas de UCI en urgencias. 

Es increíble que hayamos tenido que habilitar la zona de reanimación posanestésica [donde van los pacientes cuando reciben una intervención quirúrgica] como UCI cuando hay camas totalmente preparadas para ello. Además, esta nueva zona alberga entre diez y doce camas, pero es una sala grande, amplia, en donde tenemos que poner a los pacientes uno al lado de otro, sin compartimentos. Como consecuencia, la lista de espera quirúrgica se ha tenido que suspender al completo, y se sigue engrosando", explica Fernández.

Desde su punto de vista, estos boxes inutilizados podrían haber entrado en funcionamiento si la gerencia y la Consejería de la Comunidad de Madrid hubieran querido. "La gerencia nos dijo que un informe técnico de la empresa concesionaria decía que se hubieran tardado 16 semanas en ponerse en funcionamiento, cuando han construido un hospital en menos tiempo. En fin…", se lamenta el enfermero.

La gestión, en manos de empresas privadas

Por otra parte, la inmovilidad en las gestiones se debe a que Acciona ha vendido un paquete de infraestructuras a una empresa francesa, Meridian. "Ese paquete incluye el hospital, pero también una autopista, por ejemplo. Acciona no es conocida por sus negocios sanitarios, precisamente, pero sí por los de la construcción. Para acondicionar la torre que está cerrada y ultimar los aparatos que se necesitan para poner en funcionamientos los 16 boxes tendría que ser Acciona quien invirtiera en ello, y no lo va a hacer porque ya lo ha vendido a Meridian", explica Fernández.

En cambio, el canon que paga la Comunidad de Madrid a la empresa adjudicataria sí que se ha visto incrementado desde 2017, momento en que esa torre tendría que haberse puesto en funcionamiento. "Estaría bien saber qué alega la Comunidad de Madrid para defender que esto no haya sucedido, porque ocurre lo mismo en casi todos los hospitales inaugurados en la época de Esperanza Aguirre, que se construyeron con zonas que se abrirían tiempo después de cara al aumento de la población de la zona en cuestión, pero que finalmente ni se han abierto cuando se debía ni para situaciones de emergencia, como esta pandemia", denuncia el sindicalista.

Crítica de los usuarios

Jorge Gómez, usuario del centro hospitalario y presente en la concentración, remarca que hace un par de años también cerraron el centro de espacialidades de la zona. "Lo convirtieron en el juzgado Nº5 de la ciudad, así que desde que ocurrió aquello se satura el hospital, por lo que muchos vamos directamente a La Paz", explica. Asimismo, describe las condiciones del hospital como "pésimas", pues en su opinión siempre falta personal y "hay que esperar en las urgencias lo que no está escrito, cuando en muchas ocasiones ni siquiera hay especialistas en el Infanta Sofía para tratarte".

Fernández es quien comenta que estos hospitales se construyeron para descongestionar otros más grandes, como La Paz. "Es verdad que aquí no hay algunas unidades de diagnóstico y tratamiento, porque en ambulancia son diez minutos hasta La Paz, pero la realidad es que no solo hay vecinos de Alcobendas y San Sebastián, sino también la sierra, y si te da un ictus en Guadalix no tienes La Paz cerca, precisamente". Gómez considera que la última obra de Díaz Ayuso, el Hospital Isabel Zendal, tan solo responde "al ladrillazo y al negocio", pues "no abre unas camas que tiene vacías para especular con otras".

"Chanchullos" en más hospitales

Este usuario recalca que "el vecindario saber que el Infanta Sofía es un chanchullo, y lo tiene asumido". "Ni siquiera los políticos piden su apertura. Se han habilitado espacios municipales, como un auditorio, para realizar pruebas, pero siguen sin abrir esas tres plantas inutilizadas. No quieren invertir dinero en algo que no les reporta beneficios", continúa Gómez.

Preguntado Fernández por la construcción del Zendal , declara que no le gusta llamarlo hospital, "como mucho infraestructura sanitaria", dice, y así argumenta su postura: "Algunas complicaciones de pacientes covid pueden necesitar intervenciones quirúrgicas, y no tiene quirófanos. Tiene un baño de uso común cada 48 camas cuando el coronavirus produce diarreas muy fuertes. Encima, aquellos pacientes que no puedan moverse para ir al aseo necesitarán que les limpiemos sin apenas privacidad, porque unos pacientes se ven a otros. Tampoco consta de laboratorio propio, lo harán en La Paz, cuando un paciente crítico no puede esperar tres cuartos de hora para obtener unos resultados que necesita al momento. Lo llaman hospital de pandemias, pero ni siquiera está confeccionado para el coronavirus, además de que si esta pandemia fuera de ébola, ese hospital no valdría para nada".

Llenar un hospital vaciando otros

Concretamente, este 11 de noviembre ha empezado a funcionar el Zendal con cientos de sanitarios trasladados forzosamente de sus centros habituales. Es decir, han llenado un hospital mermando la capacidad de otros. "Esto es lo que pasó inicialmente con los hospitales de Aguirre, que cuando se inauguraron no contrataron a nadie nuevo, y como consecuencia se cerraron camas de otros hospitales", agrega el sindicalista. De hecho, los efectos de estos traslados no han tardado en aparecer, pues el Hospital Ramón y Cajal ha tenido que reducir en un 20% su dispositivo de guardia debido a la medida.

"Como siempre, el peso ha caído en los contratos más precarios. Estos traslados van contra la voluntad de los profesionales más precarios e inestables. Que el Zendal esté ubicado en Valdebebas está haciendo que muchos de ellos se nieguen a ir , pues en esta ocasión no han podido elegir en la bolsa de trabajo de qué hospital quieren entrar", desarrolla Fernández. Gómez, por su parte, se muestra claro en su demanda: "Me movilizo porque hay que visibilizar que lo que están haciendo es un chanchullo económico y no una mejora de la sanidad. Se han gastado 100 millones de euros en un hospital que apenas va a servir cuando podrían haber habilitado todas las camas que quedan por abrir en los hospitales de verdad", concluye.

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