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Los jets privados seguirán volando a sus anchas en la UE pese a la crisis climática

La Comisión Europea rechaza proponer una normativa específica y no legislará sobre la materia antes de mayo de 2024.

Un avión privado que transportaba al rey emérito Juan Carlos I, en el aeropuerto de Peinador en Vigo, en mayo de 2022.
EL avión privado en el que Juan Carlos de Borbón viajó a Galicia desde Dubai para regatear en Sanxexo, en Vigo en 2022. Brais Lorenzo / AFP

Los vuelos en avión privado seguirán sin estar sometidos a limitaciones  mediante una normativa común en la Unión Europea pese a que su uso y su huella ambiental se ha multiplicado casi por cinco en los últimos años. La Comisión Europea asegura que no prevé regular restricciones durante la actual legislatura, que expira en mayo del año que viene, y que, en cualquier caso, no propondrá una normativa específica antes de emprender una regulación en la materia común para todo el sector aéreo.

Según un informe de Greenpeace publicado el pasado mes de marzo, los jets privados son "el transporte más contaminante, derrochador de energía y menos equitativo por pasajero y kilómetro", pero están "excluidos de la legislación que aborda las emisiones de gases de efecto invernadero". Según la organización ecologista, su uso aumentó un 64% en 2022, hasta alcanzar los 572.806 vuelos anuales. Greenpeace también alerta de que España se sitúa en cuarto lugar en la lista de países de la UE con más vuelos realizados en este tipo de aviones el año pasado.

"Mientras Europa lucha contra la emergencia climática que está provocando episodios de calor invernal sin precedentes y preocupantes sequías, las emisiones de los aviones privados no dejan de crecer y el pasado año se duplicaron, causando 3,3 millones de toneladas de CO2. Es decir, el equivalente a las emisiones anuales de CO2 de 555.000 habitantes medios de la Unión Europea", dice el informe, que advierte de que el 55% de todos esos vuelos privados fueron por viajes de menos de 750 kilómetros "que podrían haberse realizado en tren o ferry sin suponer grandes aumentos en su duración".

Cinco países piden limitaciones al uso de los jets

Greenpeace ha reclamado la prohibición de los jets privados, y cinco países -Austria, Bélgica, Francia, Países Bajos e Irlanda- pidieron el pasado jueves a la Comisión que limite su uso, durante el consejo de ministros de Transportes celebrado en Luxemburgo. De hecho, Francia ya ha prohibido los vuelos cortos domésticos cuando exista una alternativa razonable en tren.

La comisaria de Transportes, la rumana Adina Valean, les respondió sin embargo que "no tiene intención" de poner en marcha una normativa específica para los jets privados antes de que acabe la legislatura europea  y que las limitaciones de emisiones formarán parte de una propuesta común a todo el sector aéreo.

Hace dos semanas, un centenar de activistas climáticos de varias organizaciones, como Greenpeace, Stay Grounded, Extinction Rebellion o Scientist Rebellion, irrumpieron en la Exposición y Convención Europea de Aviación Comercial que se celebraba en el aeropuerto de Ginebra, en Suiza, y a la que acuden anualmente unas 5.000 personas, el equivalente a la mitad de los propietarios de aviones privados del mundo. Denunciaban la contaminación causada por el uso de los jets "la hipocresía" de la grandes fortunas que los utilizan "en medio de una creciente desigualdad social y una crisis climática sin precedentes".

"Los jets están matando nuestro planeta"

Los activistas lograron bloquear el tráfico aéreo de la zona durante una hora encadenándose a las escaleras de embarque de las aeronaves expuestas y pegando sobre ellas pegatinas con mensajes como "los jets están quemando nuestro futuro, matando nuestro planeta y alimentando la desigualdad". En los últimos meses se habían manifestado varias veces en el aeropuerto Schiphol de Amsterdam, la capital de Países Bajos, en el marco de su campaña Make them pay -Haced que paguen, en español-.

La responsable de la campaña Transporte para todos de Greenpeace, Klara Maria Schenk, criticó ese día que no se haya puesto coto al creciente negocio de la venta de jets privados, cuyo uso contribuye al agravamiento de la crisis climática. Según un estudio de Oxfam, 20 millones de personas se ven obligadas cada año en el planeta a huir de sus hogares por las condiciones meteorológicas extremas, las sequías y las inundaciones causadas y agravadas por la crisis climática.

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