El rey emérito Juan Carlos I señala en sus memorias que es "el único español que no cobra una pensión tras casi 40 años de servicios" entre 1975 y 2014. De la misma forma, confiesa que cometió errores a lo largo de su vida, como haber aceptado el "regalo" de 100 millones de dólares del rey de Arabia Saudí, al tiempo que no oculta su admiración y respeto por Franco: "Gracias a él fui rey".

En plena polémica por la publicación de sus memorias, que verán la luz bajo el título Reconciliación. Memorias. Juan Carlos I de España el próximo 5 de noviembre en Francia, el monarca regresa a España para participar en las regatas de Sanxenxo que se disputarán el 8 y 9 de noviembre. En España las memorias se publicarán a principios de diciembre. 

El diario francés Le Monde ha desvelado este miércoles algunos pasajes de Reconciliación tras los avances publicados por los semanarios Le Point y Le Figaro Magazine.

En ellos, Juan Carlos I asegura haber mantenido "relaciones personales y frecuentes" con el dictador Francisco Franco, por quien no oculta cierta admiración: "Le respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido político. Nunca dejé que nadie le criticara delante de mí".

"Nada pudo destruirle, ni siquiera desestabilizarle, lo que, en un periodo tan largo, supone un gran desafío", agrega sobre el dictador, cuya dictadura duró desde 1939 hasta su muerte en 1975.

Además, en el libro, cuya publicación coincide con el 50 aniversario del fallecimiento de Franco, Juan Carlos I asegura ser consciente de que ha decepcionado a muchos, que se dejó llevar por sus "debilidades" y que cometió "errores de juicio por amor y por amistad", además de haber tenido "amistades nefastas".

En concreto, se refiere al regalo del rey saudí en 2008 que, reconoce, "puede parecer inapropiado a algunos", pero que él lo considera como "un donativo generoso de parte de un hermano", un "acto de generosidad de un monarca con otro". Este dinero que recibió como un regaló no lo declaró y se lo llevó a Suiza.

"Es un regalo que no supe rechazar, un grave error", asegura el monarca, que añade que pensaba dedicarlo a sus necesidades tras su jubilación "lejos de la vida oficial española"."

Asimismo, Juan Carlos I reconoce haberse rodeado de "un cierto entorno malintencionado", haber tenido "la debilidad de confiar en ciertos empresarios poco escrupulosos" y haber cedido a presiones" hasta el punto de verse "en medio de un lío financiero" que le superaba: "Actuaron en mi nombre pero sobre todo para su beneficio personal".

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También lamenta el viaje que hizo en 2012 a Botsuana, "un recorrido lejano y costoso que pudo parecer sorprendente ante la situación del país" y que "en las conciencias de algunos sigue siendo sospechoso".

Críticas a la reina Letizia 

Tras mostrar ternura por su esposa Sofía, pese a lamentar "amargamente" que no haya ido a verle a Abu Dabi, Juan Carlos I admite un "desacuerdo personal" con la actual reina Letizia, cuya llegada "no ayudó a la cohesión de las relaciones familiares".

Según Le Monde, las memorias no entran en las diferentes relaciones extramatrimoniales que tuvo el rey, que sin embargo, sí confiesa haber sido víctima de "debilidades que pensaba hasta ahora poder ocultar", de "torpezas" y de "desvíos sentimentales".

Además, el monarca lamenta la distancia con su hijo, el rey Felipe VI que dice, le ha "dado la espalda por deber". "Entiendo que como rey tenga una posición pública firme, pero yo sufría de que se mostrara tan insensible", asegura el emérito, que rememora un encuentro que mantuvieron en la navidad de 2020 en la que ambos estuvieron "encerrados en el silencio de la incomprensión y el dolor".