Este artículo se publicó hace 4 años.
Informe de Amnistía InternacionalEl lado oscuro de los derechos laborales de Amazon que no se ve en el 'Black Friday'
El gigante tecnológico está en el punto de mira por casos de vigilancia y medidas disciplinarias contra trabajadores que han intentado integrarse o formar un sindicato para denunciar las condiciones laborales de la compañía.
Madrid-
"Yo antes de entrar a Amazon me dedicaba a entrenar a niños para jugar a fútbol. Cuando entre aquí empecé de cero y me formaron. Al principio tenía compañeros de trabajo, ahora lo que tengo son amigos". Esto asegura Moisés, uno de los protagonistas de una de las últimas campañas de la empresa que muestra cómo trabajan sus empleados. Con música corporativa y motivadora de fondo, las caras visibles de estos anuncios de apenas un minuto aseguran que Amazon les ha "cambiado la vida". Sin embargo, los sindicatos de trabajadores y organizaciones como Amnistía Internacional mantienen otras consideraciones.
La compañía de comercio, que ya está inmersa en el Black Friday, no suele ver con buenos ojos que sus empleados se reúnan para pedir mejoras en los derechos laborales. Por ello, la firma suele vigilar con mucha atención las acciones de los trabajadores que quieren sindicarse, según denuncia Amnistía Internacional, que reclamó el pasado 13 de octubre a Amazon "respetar los derechos de los trabajadores a afiliarse y formar sindicatos". Pero en los últimos meses y con el agravante de la crisis del coronavirus, la multinacional está interfiriendo cada vez con mayor intensidad en los movimientos de sus empleados. La organización en defensa de los derechos humanos ha explicado que la empresa ha señalado en algunos de sus informes anuales de 2018 y 2019 el "riesgo" de la sindicación en sus fábricas y tiendas.
Amazón despidió en Estados Unidos a trabajadores "críticos que alzaron la voz"
El ejemplo más destacado es Estados Unidos. Allí, la compañía ha conseguido acabar con los principales sindicatos desde que se fundó en 1994. "Amazon siempre ha tratado activamente de disuadir a los empleados a organizar sindicatos", aseguró Marcus Courtney, defensor laboral que conoce muy bien la multinacional. De hecho, en marzo y en abril, durante los peores meses de la pandemia, se convocaron manifestaciones contra la compañía por despedir a un gran número de trabajadores que denunció públicamente las condiciones tanto de seguridad como de salud en las que se encontraban. Esto llevo a su vicepresidente del Servicio de Computación en Nube, Tim Bray, a abandonar su cargo. "Renuncio consternado por el hecho de que Amazon haya despedido a críticos que alzaban la voz ante la preocupación de los trabajadores por la covid-19", explicó Bray.
Aunque la situación en Europa es algo más favorable, los recelos de la compañía a que sus asalariados se unan para pedir derechos laborales siguen estando presentes. Recientemente, tal y como recogió Vice, se filtraron una serie de informes confidenciales del gigante tecnológico que revelaban el continuo seguimiento de los movimientos de los trabajadores destinados a crear o a unirse a sindicatos. Y no solo a sindicatos, también a movimientos sociales o medioambientales. Estos documentos fueron elaborados por expertos de Inteligencia de Amazon que trabajan para Global Security Operations Center. Estos profesionales se dedican a monitorizar la actividad sindical y laboral de los trabajadores de Amazon en toda Europa. Este seguimiento llega al nivel de generar una fuerte recopilación de la actividad de los empleados en redes sociales.
El caso más impactante es el de Reino Unido, donde la empresa directamente amenazó con llevar a los tribunales al sindicato británico GMB por intentar acceder a las instalaciones de Amazon para conseguir afiliados. La organización en defensa de los trabajadores con más de 100 años ha pedido al Parlamento que investigue a la multinacional. "Ha habido más de 600 llamadas de emergencia desde los almacenes de Amazon en los últimos tres años. Y mientras tanto, el jefe multimillonario Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, se niega a otorgar derechos básicos a los trabajadores", manifiestan. Aun así, aseguran que quieren colaborar con la compañía para mejorar las condiciones laborales de los asalariados. Por el momento, el gigante comercial se niega a reunirse con el sindicato.
Amazón contrató detectives de la agencia Pinkerton
En Polonia, la situación es similar. Allí el sindicato Iniciativa de Trabajadores denunció que la firma había aplicado medidas disciplinarias contra sus miembros. Una mujer, por el hecho de reclutar a sindicalistas en horas de trabajo, fue amonestada, han explicado desde Amnistía Internacional. En ese país también se ha producido una vigilancia "obsesiva" por parte de la firma. La multinacional contrató a detectives de la agencia Pinkerton, cuya empresa matriz es Securitas, para investigar un supuesto fraude en la contratación de trabajadores.
En Francia, el sindicato Solidaires también denunció las prácticas de Amazon que vulneraban los derechos de los trabajadores y reducía su protección frente a la covid-19. Los tribunales franceses obligaron a la empresa a aumentar los protocolos de seguridad laboral y sanitaria.
Amazon, a los tribunales españoles
En España se ha seguido la misma línea. Comisiones Obreras (CCOO) ya llevó en 2018 a los tribunales a Amazon tras la falta de acuerdo para renovar el convenio laboral. La firma comercial decidió introducir varios cambios en las condiciones laborales de la plantilla y aplicar un convenio provincial que suponía menos aumentos salariales, menos coberturas por baja laboral y discriminación salarial entre trabajadores, según denunciaron todos los sindicatos del centro logístico de San Fernando de Henares antes de llevar a cabo una huelga de 48 horas.
Amnistía Internacional pidió a Amazon que contestara a algunas preguntas relacionadas con la "recopilación de datos y vigilancia indebida" a sus trabajadores. La empresa no respondió, según la organización, a estas cuestiones específicas. Hace tan solo un mes, además, sindicatos de toda Europa emitieron una carta a la Comisión Europea solicitando una investigación al gigante tecnológico por estos supuestos casos de vigilancia. La empresa asegura estar trabajando con las autoridades para "identificar las infracciones contra nuestro negocio y, por supuesto, cualquier actividad que emprendemos estará totalmente en línea con las leyes locales".
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