Menorca genera 118 millones de colillas al año y el 70% acaba en el suelo
Las asociaciones ecologistas proponen la limitación del consumo de tabaco en las playas, una de las zonas que más de estos residuos acumulan.
Menorca, en Illes Balears, parece funcionar como una bomba productora de residuos, cuyas protagonistas son las colillas. Según las organizaciones Rezero y Per la Mar Viva, el año pasado se desecharon en la isla 118 millones de cigarrillos, es decir, casi 38 toneladas de basura generados en un espacio de no más de 100.000 habitantes.
El estudio, realizado por las organizaciones mencionadas junto con el Consell de Menorca, señala el grave problema que suponen dichas cifras, puesto que el 70% de las colillas acaban en el suelo de entornos urbanos y naturales. Si bien es cierto que el caminar por un sendero cubierto de colillas genera un impacto visual, el mayor efecto se lo lleva el ecosistema, que termina por deteriorarse.
Las playas son los espacios que más colillas acumulan
Las playas son los espacios que más cigarros acumulan y los peores entornos para funcionar como basurero por la cercanía del ecosistema marino. En esta línea, los autores del estudio señalan que los filtros de las colillas de tabaco están compuestos por acetato de celulosa, un plástico no biodegradable que acaba descomponiéndose en micro partículas que contaminan los océanos.
Tanto el medio ambiente como la salud de los seres vivos que lo habitan sufren los nocivos efectos de los ingredientes tóxicos del tabaco, entre los que se encuentran la nicotina, el alquitrán, el amonio, la piridina y el plomo.
Propuestas para luchar contra la contaminación
Roser Badia, coordinadora de Rezero en Balears, denuncia el desconocimiento general de la población sobre el impacto negativo de las colillas en el medio ambiente: "A pesar de tener una composición 100% de plástico, las colillas no son percibidas como residuos por la población fumadora y su abandono en el entorno está socialmente más aceptado que otros residuos".
El impacto no es únicamente ambiental, sino que también hace mella en la economía. En Menorca, se destinan a los servicios de limpieza 900.000 euros anuales. Dado que las colillas suponen el 65% de la basura de las playas, el coste de su recogida podría ascender hasta 585.000 euros anuales.
Debido a la gravedad de la situación, las asociaciones argumentan la necesidad de actuar en consecuencia, con el objetivo de reducir los residuos en las costas. La limitación del consumo de tabaco en la arena es una de las medidas con carácter preventivo que se están valorando por parte de las autoridades.
Se valora limitar el consumo de tabaco en las playas como medida preventiva
Por el momento, en Menorca, de 236 playas solo cinco se encuentran recogidas en el programa Playas sin humo. Muchos de los arenales que aún se encuentran sin protección son espacios naturales vírgenes, por lo que existe un gran potencial para mejorar la protección de los ecosistemas marinos.
También se les ha sugerido a las empresas productoras de tabaco que asuman el coste de la gestión de los residuos generados por sus productos. De esta forma, los Ayuntamientos aliviarían su carga. "Esperamos que el real decreto relativo a la gestión de los residuos de tabaco, actualmente en fase de aprobación después del período de alegaciones, incorpore estas medidas", concluye Badia
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