Europa se ha sumergido en una intensa ola de calor con temperaturas extremas y con consecuencias devastadoras para la salud. Durante esta última semana, el mercurio no ha dejado de marcar récords en la mayoría de los países del viejo continente, con una incidencia muy significativa en España, Italia, Francia y Grecia, donde la intensidad de la canícula ha desencadenado incendios difíciles de estabilizar.

Esta ola de calor llega después de que en junio la temperatura promedio global se cerrase como la más cálida jamás registrada. Según la Organización Mundial de Meteorología, organismo adscrito a la ONU, este mes podría clausurarse con nuevas marcas de temperatura históricas.

El 18 de julio ha sido el día más crítico. En Italia, la región de Sicilia concentró dos récords: 46,3ºC en Licata y 45,8ºC en Riesi. En España, ese mismo día los termómetros alcanzaron máximas históricas en numerosas zonas del mapa. En Catalunya, Figueras alcanzó 45,3ºC, Martinet, a más de mil metros de altura; 38,5ºC Porqueres 44,3ºC; y 42,8ºC en Lleida, una marca que empata con la del 7 de julio de 1982 en esta zona. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) también dio parte de 43,3ºC en Sa Pobla, Balears.

En Francia, la Organización Mundial de Meteorología informa que los Pirineos Orientales alcanzaron los 40,1ºC en Serralongue, una localidad ubicada a 700 de altura donde el anterior récord estaba en los 37ºC del 22 de agosto de 2012.

En Grecia, las altas temperaturas han intensificado los incendios forestales que, desde el lunes, han llegado a las puertas de Atenas, con grandes focos concentrados a 40 kilómetros de la capital, en los pueblos de Anavyssos y Lagonissi. El calor extremo, junto a fuertes rachas de viento, han extendido el fuego en otras zonas del país como Loutraki o Beocia. Según informa la Agencia EFE, en el país helénico, desde el domingo, se han contabilizado más de 80 incendios forestales estrechamente relacionados con la subida abrupta del mercurio. 

"El clima extremo, cada vez más frecuente, ya tiene un gran impacto en la salud humana, los ecosistemas, las economías, la agricultura, la energía y el suministro de agua. Esto subraya la creciente urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la manera más rápida y profunda posible" ha expresado el secretario general de la OMM, el profesor Petteri Taalas, en referencia a la relación que guardan estos episodios de calor con la crisis climática. "Tenemos que redoblar los esfuerzos para ayudar a la sociedad a adaptarse a lo que lamentablemente se está convirtiendo en la nueva normalidad", ha agregado.

El mediterráneo hierve

El reflejo de lo que ocurre en Europa es el Mediterráneo. Las aguas del mar están cerca de convertirse en una sopa a punto de hervir. Los datos del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) revelan que en la mayor parte del mar las temperaturas en superficie están por encima de los 25ºC. En la costa sur de Italia, los parámetros llegan hasta los 30ºC.

Frente al País Valencià, los termómetros marítimos ascienden hasta los 28ºC y los expertos del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante han alertado que la cifra podría elevarse hasta los 30ºC antes de agosto. La temperatura del promedio 1991-2020 para esta época del año está, según la Aemet, entre los 22ºC y 24ºC. Es decir, las aguas están entre 4ºC y  6ºC por encima de la media de los últimos 20 años. 

La temperatura del mar es crucial para rebajar las temperaturas mínimas en las zonas de costa. Cuando el mar hierve, las noches son habitualmente más cálidas y las denominadas noches tropicales –aquellas con mínimas por encima de los 25ºC– se vuelven más recurrentes, lo que tiene un impacto directo en la salud. Un estudio publicado en la revista Epiddemiology revela que cuanto más dura el calor nocturno más se eleva la mortalidad en las ciudades. En España, según la publicación, el aumento medio de la mortalidad por noches extremadamente cálidas es del 16%.

Más allá de Europa, el calor sacude al hemisferio norte

Los datos de la Organización Mundial de Meteorología dejan claro que la situación de Europa no es aislada. La mayor parte del hemisferio norte se enfrenta a termómetros inusualmente altos. En Estados Unidos, más de 100 millones de personas han estado bajo el "calor peligroso y sofocante", especialmente California, Arizona y el sur de Nevada. En estas zonas las temperaturas máximas diarias han rondado los 43ºC.

La estación de medición del Valle de la Muerte, en California, registró el pasado 16 de julio 128ºF, el equivalente a 53,9ºC. El récord en esta zona del mapa se sitúa en los 56,7ºC, según informa la OMM. 

En la región ártica de Canadá ha registrado una máxima histórica de 24,8ºC, lo que ubica el récord cerca de 4 grados más que el anterior marca establecida en 1989, según el Servicio Meteorológico de Canadá. 

En China, el 16 de julio la estación meteorológica de la provincia de Xinjiang registró un récord nacional con 52,2ºC. Días antes, el norte del país estaba afectado por lluvias torrenciales e inundaciones. Al menos 15 personas murieron.