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Salud mental La falta de refuerzo en salud mental pone en riesgo la factura emocional de la pandemia

Ansiedad, miedo, estrés, agotamiento emocional, ya han pasado dos meses de esta anormalidad rutinaria y los expertos reclaman un plan integrado para las secuelas emocionales de la covid-19.

Una vecina de Orense toma el sol en el balcón de su vivienda durante el estado de alarma por la crisis del coronavirus. EFE//Brais Lorenzo/ Archivo
Una vecina de Orense toma el sol en el balcón de su vivienda durante el estado de alarma por la crisis del coronavirus. EFE//Brais Lorenzo/ Archivo

Las medidas extraordinarias creadas para ayudar a las personas a hacer frente al evidente impacto emocional de la covid-19 han comenzado su desescalada. Las líneas telefónicas de atención psicológica creadas por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas están cerrando, mientras el déficit de profesionales en el sistema de salud mental dificulta gestionar el aumento de demanda de atención psicológica.

Duelos difíciles, ansiedad, miedo, estrés, agotamiento emocional; este confinamiento prolongado ha hecho de la anormalidad una rutina. Se estima que hasta diez millones de españoles necesitarán ayuda psicológica tras la crisis de la covid-19, pero ¿está preparada la red pública para hacerse cargo de la factura emocional de la pandemia?

De momento, esta crisis ha vuelto a desnudar las carencias del sistema sanitario público respecto a la salud mental. Los últimos datos del Defensor del Pueblo referentes a 2018 revelan que en nuestro país hay seis profesionales por cada 100.000 habitantes, tres veces menos que la media de Europa. "Simplemente el gasto sanitario que va a salud mental que en España es aproximadamente del 5,5%, ya es inferior a la media europea que es del 7%", lamenta el presidente de la Sociedad Española de Psquiatría (SEP), Celso Arango.

Los retrasos en los centros de salud para dar citas en salud mental hacen que los colectivos más vulnerables tengan que esperar el proceso, frente a los que pueden permitirse ir a lo privado

El sistema lleva años debilitado. Los centros de salud tienen en algunos casos retrasos de hasta cinco meses para derivar y dar citas en salud mental, además de las prácticas posteriores cada dos meses. Un formato de terapia que los expertos tachan de "insuficiente" para poder atender las necesidades de salud mental de la población.

Los colectivos más vulnerables son los que ahora tienen mayores necesidades de salud mental y al final, "quien tiene dinero se va a la privada y consulta a un psicólogo y él que no, pues tiene que esperar el proceso". "El sistema de salud mental es absolutamente inequitativo, sostiene el presidente del Colegio de Psicólogos de Madrid, Fernando Chacón.

La idea de que la sanidad en España es universal, destaca el profesional, se presenta como derecho, pero en lo relativo a la salud mental todavía hay "vacíos y discontinuidad en el tratamiento".

Ahora que conocemos por experiencia la gravedad de la pandemia, a los expertos les preocupa que no se sepa actuar ante la oleada de problemas de salud mental que se avecina. "Hemos dejado de dar los algunos servicios que estábamos dando, los servicios de día han cerrado, los sitios de rehabilitación psicológica también, los programas intensivos para los trastornos mentales graves no los hemos dado, con lo cual o lo que estamos haciendo no sirve para nada o tenemos que pagar ahora las consecuencias de eso", advierte Arango.

Apoyo en atención primaria

A pesar de que la salud mental se ha reinventado y en poco tiempo se ha dado la vuelta a los recursos mediante consultas telemáticas, los expertos echan de menos una red de intervención psicológica en atención primaria, ya que algunas medidas puestas en marcha son extraordinarias.

Es el caso del servicio telefónico de atención psicológica del Consejo General de la Psicología junto con el Ministerio de Sanidad para los afectados por la covid-19, que cierra después de dos meses este 26 de mayo. La coordinadora de este servicio y doctora en psicología clínica María Paz García-Vera advierte que muchas de las 11.000 llamadas que han intervenido hasta el momento son preventivas y "no tendrían por qué evolucionar a trastornos mentales si se trataran en atención primaria por psicólogos".

Los profesionales de la salud mental reclaman más psicólogos y profesionales en atención primaria como una estrategia preventiva para atender los casos más leves 

Paz García-Vera recalca que ese aprendizaje emocional y manejo del estrés que realizan a través del teléfono habría que continuarlo acercando los recursos de salud mental a las personas. 

Ante una situación de estrés, los psicólogos destacan que pueden ocurrir tres cosas: que se supere y no pase nada, que se supere creciendo con desarrollo personal y entonces aumente la confianza en uno mismo y aumente la resiliencia, o bien puede ocurrir que los factores estresantes sean tan fuertes que los recursos personales no sean suficientes para afrontarlo y, entonces, haya riesgo de un posible trastorno mental.

"En atención primaria lo que pueden hacer es recetar un ansiolítico o derivar a la persona a salud mental", puntualiza García-Vera. 

En esta línea, los expertos reclaman más psicólogos y profesionales de salud mental en atención primaria, que actualmente está desbordada, como una estrategia preventiva para atender los casos más leves.

Aunque no se trata únicamente de aumentar el número de profesionales de la salud mental, admite Josep Vilajoana, responsable de la División de Salud del Consejo General de la Psicología de España, sino de contar con "más dispositivos más flexibles y que puedan atender distintas situaciones".

Necesidad de un plan integrado

La aparición y repunte de trastornos mentales es un riesgo que advierten desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que puede acarrear un aumento de suicidios en el futuro, por ello instan a los gobiernos a no dejar de lado la atención psicológica.

Los especialistas critican que no existe un plan de salud mental para las secuelas emocionales de la covid-19 y ya han pasado dos meses. Solo en Madrid, advierten, hay una veintena de psicólogos en atención primaria sin ninguna directiva común de lo que tienen que hacer.

Los expertos critican que han pasado dos meses y no existe un plan de salud mental para las secuelas emocionales de la covid-19

"Nosotros se lo hicimos ver en una carta a la presidenta de la Comunidad de Madrid hace ya un mes: no hemos estado a tiempo de prevenir la covid, pero estamos a tiempo de prevenir las secuelas psicológicas que va a tener", explica Chacón.

Además de las iniciativas que han nacido en los hospitales y asociaciones vecinales, los profesionales creen que son necesarios otras medidas: programas de duelos complicados para personal sanitario quemado y personas que no han podido despedirse de sus familiares, así como un seguimiento para los trastornos mentales y programas de prevención de suicidio.

"Donde antes llegábamos de forma muy escasa, es evidente que ahora no vamos a llegar. O se hace una buena planificación de servicios con contratación de profesionales o será tarde cuando lo hagamos", concluye Arango.

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