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Siete maneras de descubrir los contrastes del Alt Empordà

La comarca se ubica en un terreno diverso y singular, de mar y montaña, marcada por sus espectaculares paisajes y también su historia y patrimonio cultural

Teatre Museu Dalí
Teatre Museu Dalí. Visit Figueres

El Empordà es un territorio diverso y de contrastes, un espacio singular con diversidad de paisajes e historias. Situada en el extremo noreste de país, el Alt Empordà se puede conocer de diversidad de maneras: naturaleza y turismo activo, cultura e historia, ocio diverso… Una nueva comarca de Catalunya ideal para visitar.

Tiene una gran riqueza paisajística formada por tres espacios naturales protegidos: el Cap de Creus, la Sierra de la Albera (donde terminan los Pirineos) y los Aiguamolls del Empordà. El diverso relieve del litoral del Alt Empordà acoge desde playas largas y arenosas hasta calitas, pero también podremos disfrutar de la montaña, por donde también ha pasado su rica historia.

Por todo ello, le recomendamos siete propuestas para conocer la comarca. Siete maneras que puede combinar para descubrir este trozo de territorio tocado por la Tramuntana.

Monumentos megalíticos en la huella de griegos y romanos

La riqueza patrimonial y artística del Alt Empordà refleja los distintos momentos de la historia de la comarca: desde el megalitismo y las civilizaciones clásicas, hasta los escenarios de la Guerra Civil y el exilio posterior, pasando por la época medieval. De la era prehistórica se conservan dólmenes y menhires en la zona de la Albera, cerca del municipio de Agullana, y en el Cap de Creus. Mientras que del paso de las civilizaciones griegas y romanas quedan los restos de Empúries y la Ciutadella de Roses.

Es una de las regiones más importantes en lo que respecta al megalitismo de Catalunya. Entre la sierra de Rodes y la sierra de la Albera se concentran más de un centenar de menhires y dólmenes. El mayor de ellos es el dolmen de la Creu d'en Cobertella (Roses), y todos los podemos descubrir a través de rutas megalíticas.

El legado medieval, románico y gótico

Por lo que respecta al arte románico, la densidad de elementos arquitectónicos es muy elevada. Se han conservado iglesias prerrománicas de los primeros tiempos (Siglos. IX-X), numerosas iglesias parroquiales y capillas. Pero la comarca es conocida especialmente por sus monasterios benedictinos, abadías agustinianas, casas señoriales y castillos que se solapan entre el románico y el gótico.

El arte gótico tiene su centro neurálgico en Castelló d'Empúries, antigua capital condal, con la basílica de Santa María y una interesante arquitectura civil. Pequeñas iglesias ocultas en parajes naturales, monasterios de épocas de esplendor, castillos roqueros, iglesias con pinturas románicas, villas fortificadas, torres… hay para elegir lo que más nos guste.

De las numerosas iglesias románicas y los monasterios cabe destacar la iglesia-colegiata de Santa Maria de Vilabertran, la de Sant Miquel de Fluvià o la de Sant Pere de Rodes, el principal exponente de este arte en la comarca. Del estilo posterior, cabe destacar el convento gótico del Carme en Peralada o la catedral de Castelló d'Empúries.

Gastronomía, producto y enoturismo

Cebolla de Figueres, Buñuelos del Empordà, Butifarra dulce, Arroz de Pals, Recuit, Manzana de Relleno de Vilabertran, Gambas de Palamós y Fesol de l'ull ros: todos estos productos son de los que puede hacer gala la marca Producte Empordà. Gracias al clima y su situación, la comarca ofrece variedad y gran oferta de productos y una denominación especial. Destacan las anchoas de Roses y L'Escala; las manzanas GP Girona de Sant Pere Pescador y la Armentera; el aceite DOP Empordà, un aceite puro que se obtiene de variedades tan reconocidas como el argudell y el corvell, y la excelencia de los vinos de la DO Empordà.

El Empordà también ofrece "una gastronomía innovadora basada al mismo tiempo en una larga tradición culinaria". La Cocina del Vent (Cocina del Viento) es el principal exponente de la cocina de vanguardia basada en la tradición y los productos de proximidad de la comarca.

Y no podemos no remarcar cómo el Alt Empordà se ha convertido en un gran atractivo para el enoturismo, pero que se trata de una tierra de vinos desde hace más de veinticinco siglos. Encontramos cooperativas, pequeñas bodegas o empresas de mayor alcance, que hoy en día nos ofrecen mil y una formas de conocer este auténtico patrimonio.

Festivales de música

No podemos dejar de lado la oferta de festivales de música del Alt Empordà, así como los eventos culturales, que lo convierten en un referente en este sector. El patrimonio de la comarca se convierte en un gran escenario en ese sentido.

A lo largo de todo el año se encuentran festivales de música de gran y pequeño formato, emergentes, alternativos e innovadores. La comarca defiende que se distinguen por su programación, ubicación y, especialmente, por sus propuestas off, tales como exposiciones, actividades familiares o combinadas con el producto gastronómico y enológico de la comarca. Sons del Món es una de las apuestas más claras en este sentido, pero también cabe destacar la Acústica.

Figueres, la capital

Figueres es la capital de comarca y actúa como centro económico, social, comercial y cultural. Está situada en el centro de una extensa llanura fluvial, en una posición geográfica que le ha convertido en un relevante nudo comunicativo, que a su tiempo la convierte en una ciudad muy accesible. Su vocación turística la convierte también en uno de los puntos neurálgicos de la Costa Brava.

Su patrimonio son uno de los grandes puntales, con museos o el Castillo de Sant Ferran. Pero también podemos optar por rutas a pie o en bici, o gozar de su fuerza comercial. Y, por supuesto, imperdible el Teatro-Museo Dalí.

Parques y parajes naturales

No podemos hablar de esa comarca sin sus tres parques naturales. Uno es el que configura la península del Cap de Creus, el último contrafuerte de los Pirineos y el extremo oriental de la península Ibérica. Por otra parte, el Parque Natural de los Aiguamolls de l'Empordà es la segunda zona húmeda de Catalunya, conformada por una serie de estanques, cercados y prados inundables en la confluencia de los ríos Muga y Fluvià. Y, finalmente, el Parque Natural del Montgrí, las Islas Medes y el Baix Ter engloba el macizo montañoso del Montgrí, el archipiélago de las islas Medes, con su fondo marino de preciado valor ecológico, y los humedales que forma el río Ter al desembocar en la bahía de Pals. Está situado entre el Alt y el Baix Empordà y tiene una extensión de 2.300 hectáreas.

Además, cuenta con parajes naturales de interés nacional como el EIN L'Albera, el EIN Les Salines, el EIN Alta Garrotxa o el EIN La Garriga. Y no podemos descuidar las playas y calas características, sean de arena o piedra, escondidas abiertas, junto a una localidad o en un camino de ronda. Las playas más concurridas están situadas en Empuriabrava (Castelló d'Empúries), Roses o L'Escala, y también son ideales para practicar deportes náuticos como el kayak, el submarinismo, la vela o el kitesurf, entre otros.

Turismo activo en el Alt Empordà

Y terminamos con una recomendación general a un abanico de actividades de turismo activo para toda la familia, de la bici a la vela, pasando por el golf, el submarinismo o inmersión ligera. Todo ello, pasando por otros lugares históricos y culturales de interés.

La comarca nos permite ir de la montaña y el bosque, al mar y las playas, por lo que la diversidad deportiva es tal y como queramos imaginar. Su agradable clima habitual durante todo el año es otro punto a favor de practicar turismo activo y deporte en la comarca

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