El despliegue del decreto de escuela inclusiva en Catalunya, que desde 2017 debe garantizar que los niños con necesidades educativas especiales puedan escolarizarse en centros ordinarios, sigue siendo insuficiente. Entre otros, el plan prevé que las escuelas e institutos incorporen especialistas de orientación educativa, más horas de atención a la diversidad y fisioterapeutas para escolarizar a los alumnos con capacidades especiales. En Catalunya, son 39.596, según datos del Departament d'Educació.

La Taula del Tercer Sector Social y la Plataforma de Infancia de Cataluña (PINCat) alertan que el sistema educativo catalán todavía "está lejos de ser inclusivo" cinco años después de la aprobación del decreto de escuela inclusiva. Así lo refleja el informe EEl decret d'escola inclusiva cinc anys després, un desplegament insuficient?, elaborado por Núria Martínez, periodista del diario Público especializada en temas sociales, y profesora asociada en la Universitat Oberta de Catalunya.

Profesorado saturado y recursos insuficientes

Según el informe, los centros educativos catalanes no disponen de los recursos necesarios, ni económicos ni humanos, para desplegar el decreto correctamente. Entre el curso 2017-2018 y 2020-2021, Educació ha invertido 117,5 millones de euros en educación inclusiva, 24,5 millones menos de los previstos. Sin embargo, el departamento asegura que ha invertido un total de 264 millones de euros.

Por su parte, el profesorado denuncia que está "sobresaturado" y que no puede atender de manera adecuada al alumnado con necesidades educativas especiales. La comunidad educativa reclama mayor transparencia en la distribución de los recursos del decreto para poder ordenarlos o redistribuirlos en función de las necesidades reales de cada centro.

Los profesionales denuncian que la mala aplicación del decreto comporta que muchas familias no quieran escolarizar a sus hijos en centros ordinarios porque creen que no recibirán una atención adecuada. La mayoría de las familias finalmente optan por centros de educación especial. El informe confirma esta tendencia. El número de alumnos con necesidades educativas especiales escolarizados en centros de educación especial no ha parado de crecer desde que se aprobó el decreto: se ha pasado de 5.143 alumnos en el curso 2016/2017 a 6.153 en el curso 2021-2022.

La situación de la educación inclusiva es aún más preocupante en los institutos. Según el informe, el alumnado con necesidades educativas especiales es "prácticamente inexistente" en la formación postobligatoria: representa entre un 1,5% y un 2% del número total de alumnos. Durante el curso 2020/2021, los estudiantes con necesidades especiales matriculados en bachillerato fueron 583; 620 en la formación profesional; 969 en los itinerarios formativos específicos; y 754 en los programas de formación e inserción.

Diez propuestas para una escuela inclusiva de calidad

La Taula del Tercer Sector de Catalunya pide poner en marcha un plan de choque para garantizar los derechos de los alumnos con necesidades educativas especiales en los centros ordinarios. Entre otros, reclama que los edificios, equipamiento, currículums, materiales, servicios y transporte sean 100% accesibles. También reivindica una formación continua y transversal para todos los miembros de la comunidad educativa, desde los profesores a las familias, el personal de comedor, los equipamientos de asesoramiento y orientación psicopedagógico, profesionales del ocio, etc

El porcentaje de alumnado con necesidades educativas especiales matriculado es muy inferior en los centros concertados (30% del total) que en los públicos (70%). En este sentido, la entidad pide igualar las cifras para evitar "escuelas gueto". "La administración debe garantizar que todos los colegios que reciben fondos públicos sean inclusivos e igualitarios".

Finalmente, la Taula del Tercer Sector de Catalunya también pide un sistema de evaluación "más heterogéneo, menos rígido y más personalizado". Asimismo, reclama que los horarios escolares de entrada y salida sean más flexibles. En cuanto al calendario escolar, según el informe, el hecho de que el alumnado tenga tantos meses de vacaciones hace que se acentúen las desigualdades y la segregación, especialmente entre los alumnos con necesidades especiales.