Pérez-Reverte, García Albiol y ahora Rajoy: el 'cuñadismo' con el nuevo tapón de las botellas que revela la ceguera ante la crisis climática

Publicado el 04 de octubre del 2024

Hay cuñadismos que en su contexto uno se explica: esa conversación de barra de bar, resolviendo con una ocurrencia problemas complejos con mil aristas. El atrevimiento de la ignorancia no conoce límites, sobre todo con unas gotitas en el café. Pero cuando esto lo hace todo un expresidente de Gobierno de una nación europea y en un foro público… Houston, tenemos un problema.

Este jueves, Mariano Rajoy participó junto a Felipe González en el Foro La Toja. Allí, entre unos asuntos y otros, no dudó en hacerse portavoz de uno de los detectores de cuñados más infalibles en este 2024: el temible taponcito adherido a la botella (diseñado para reducir la cantidad de residuos y facilitar su reciclaje).

"Hace un mes estaba con una botellita de estas y veía que no podía… No había manera de quitar esto. Empecé a beber, me puse hecho un circo (sic) y dije, oye pero estas botellas son… Y ahora son todas así", lamentaba Rajoy. Y continuó: "Bueno esta es una regulación de la Unión Europea. Hombre, yo creo que, coño, dificulta mucho las cosas a los que quieren generar un poco de riqueza, bienestar, empleo".

Hace poco fue don Arturo Pérez-Reverte el que se quejó por tamaña complicación en su vida. Después lo hizo Xavier García Albiol (entre los migrantes y los tapones, este señor vive acongojado). A todos ellos hacer así con el taponcito para un lado les parece demasiado esfuerzo para reducir los residuos plásticos en nuestro planeta, y además no tienen pudor en decirlo públicamente.

Muchos medios lo han contado como una "graciosa anécdota" o un "divertido momento", pero es un doloroso ejemplo del absoluto desprecio político y social al problema de la crisis climática.

Si no estamos ni dispuestos a ese nivel de esfuerzo para hacer un poquito contra la contaminación del planeta en el que vivimos, apaga y vámonos. Estamos perdidos, solo es cuestión de tiempo. El espíritu neoliberal de estar orgulloso de hacer cero esfuerzos por el bien común sigue avanzando.