Una comida con amigos, una cena romántica, un evento familiar o una parada en nuestro viaje… Cualquier razón es buena para a salir a comer. Y no hay mejor excusa para conocer nuestro entorno que la gastronomía.
Porque en Madrid saben cocinar muy bien: combinando la propia tradición gastronómica de la tierra con las influencias de otras zonas de España, en esta región puedes encontrar de todo y bien preparado. Acompáñanos en esta ruta gastronómica por 7 pueblos para comer bien cerca de Madrid.
Buitrago de Lozoya
A una hora al norte de la capital, de camino a la Sierra Norte, nos encontramos con una de las localidades más bonitas de la Madrid gracias especialmente a su inmaculado casco histórico rodeado de la muralla y los meandros del río Lozoya. Pero en esta ocasión hemos venido a comer, ya tendremos tiempo después de conocer sus otros atractivos culturales.
Para comenzar nuestro menú en Buitrago de Lozoya apostaremos por unos judiones con morcilla, chorizo y verduras de la tierra. Aunque los judiones se asocian a lugares como El Barco de Ávila o La Granja de Segovia, en Madrid también tenemos un excelente producto en la comarca de la Sierra Norte, especialmente los judiones de Montejo, una localidad a un paso de Buitrago. Tú solo pruébalas y luego ya nos cuentas.
Y para completar este menú de la tierra podemos optar por un chuletón de la sierra o un buen cochinillo. Aunque cualquier lugar es bueno para dar cuenta de estos platos, El Espolón y El Asador las Murallas son dos de los restaurantes clásicos de Buitrago de Lozoya.
Cercedilla
Nos vamos ahora al noroeste de Madrid, a las faldas de la Sierra de Guadarrama, para profundizar en la historia de uno de los productos más típicos de la Comunidad, la carne de la Sierra de Guadarrama, uno de los alimentos que cuenta con Indicación Geográfica Protegida en la región incluyendo la Ternera de Guadarrama, el Añojo y el Cebón.
La zona de producción de la carne de Guadarrama se extiende desde el mencionado valle del Lozoya-Somosierra, a la Campiña y zona Suroccidental de Madrid y, por supuesto, las propias comarcas de Guadarrama, donde se ubica Cercedilla: en Los Frutales o en La Alacena podemos dar buena cuenta de un magnífico chuletón serrano.
La Hiruela
La Hiruela ya no es ningún secreto para los madrileños así que elige bien el día que vas y, sobre todo, reserva mesa, porque en esta aldea los restaurantes se cuentan con los dedos de una mano. Pero no cabe duda de que es uno de los mejores entornos de la Comunidad de Madrid. Y con las vistas que se tienen desde la terraza de Casa Aldaba o el Bar-Restaurante La Hiruela, todo sabe mejor.
¿Y qué tenemos hoy de menú? Veamos… Qué tal empezar con unas patatas con torrezno de Soria, para seguir un jabalí a la antigua o un lomo de bacalao con pisto. Y para rematar un poco de queso curado de oveja. Suena bien ¿no? Mejor sabrá.
San Lorenzo del Escorial
No pensabais que estando en Madrid os íbamos a dejar sin cocido madrileño, ¿verdad? Pese a que hay decenas de restaurantes en la capital que preparan este legendario plato a las mil maravillas, en esta ocasión nos vamos a San Lorenzo del Escorial para degustar un cocido al pie de una de las grandes maravillas de la arquitectura española.
Para los novatos, recordad: primero se come un plato con fideos en el que se vuelca la sopa del puchero, después llega el segundo vuelco con los garbanzos y la patata, y para rematar, la morcilla, la gallina, el tocino y el chorizo. Si tenéis dudas, podéis preguntar en el Asador del Rey o en El Charolés, en el cual, dicen, se hace “el mejor cocido del mundo”.
Campo Real
El este de Madrid también existe y no solo de carne y cocido vive el madrileño. En nuestra visita a Campo Real, una localidad ubicada a unos tres cuartos de hora de Madrid, degustaremos uno de los productos más típicos de esta tierra: la aceituna, que cuenta con Denominación de Calidad por parte de la Comunidad de Madrid.
Estas aceitunas deben pertenecer a las variedades Manzanilla de Campo Real o Manzanilla Cacereña y son populares por su particular aderezo artesanal a base de hinojo, tomillo, orégano y ajos al que cada productor añade su propio ‘aliño secreto’. Además de tomarnos unas cañas y probar esta delicia campeña, podemos pasarnos por el Asador Casa Andrés o El Descanso para rematar la jornada gastronómica.
San Martín de Valdeiglesias
Una ruta gastronómica por la Comunidad de Madrid nunca sería completa si no reservamos una jornada para indagar en el secreto del vino madrileño. Porque la Denominación de Origen Vinos de Madrid es una de las más pujantes de España recuperando la tradición y el prestigio que no hace tanto tuvo el vino madrileño.
Con casi 20 bodegas y una cuarta parte de la producción total de Vinos de Madrid, el entorno de San Martín de Valdeiglesias es el lugar perfecto para catar el vino de la tierra, con especial atención a la uva Albillo Real, la blanca que produce vinos muy personales con alto contenido en alcohol. En Siete Capillas o en el Mesón del Puerto podemos continuar la cata acompañada de deliciosos platos tradicionales.
Chinchón
Y terminamos esta ruta culinaria por siete pueblos para comer bien cerca de Madrid en la Plaza Mayor de Chinchón, uno de los epicentros gastronómicos de toda la Comunidad. Porque la gastronomía chinchonense es única con especial atención a su repostería que la teníamos un poco olvidada en esta ruta.
El origen de la especial atención que Chinchón ha puesto a los dulces se encuentra en el convento de las Hermanas Clarisas de donde surgen recetas como las tetas de novicia o las pelotas de fraile, aunque imaginamos que en origen no se llamarían así… Y para terminar como se merece este festival gastronómico, un Chinchón Seco que podemos degustar en La Casa del Pregonero o en La Villa mientras disfrutamos de una de las plazas mayores más famosas de España.
