Cinco grandes museos devorados por el fuego

Si hay un riesgo grave que sufren los museos y bibliotecas del mundo son los incendios. En apenas unos minutos, centenares de joyas pueden desaparecer pasto de las llamas, por lo que sus medidas de prevención y seguridad se convierten en una prioridad para cuidar y preservar un patrimonio que pertenece a toda la humanidad.

El incendio del Museo Nacional de Brasil, a principios de septiembre de 2018, nos recuerda que el fuego sigue siendo uno de los principales enemigos de los bienes culturales; así que hoy aprovechamos para traer a la memoria, al margen de aquellos centros museísticos afectados por los bombardeos, pillajes e incendios provocados por las guerras, cinco museos que han sido pasto de las llamas, en todo o en parte, en el último par de años.

Museo de Historia Natural de la India

Museo de Historia Natural de la India
Fuente: Wikimedia/By Craig Dietrich CC BY 2.0

El Museo de Historia Natural de la India fue arrasado por un incendio el 26 de abril del año 2016. Este complejo museístico, situado en el centro de la ciudad de Nueva Delhi, abrió sus puertas en 1978 y exponía entre sus fondos varias colecciones de fósiles, flora y fauna, cuyas pérdidas fueron incalculables, puesto que se perdió todo. Las llamas se originaron en una de las últimas plantas del edificio y las alarmas de seguridad no funcionaron.

Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria

Museo de Santander
Fuente: Wikimedia/AVANTI CC BY-SA 3.0

En  noviembre del 2015, en el incendio del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS) ardieron gran parte de sus fondos bibliográficos y se perdieron ocho obras de arte (siete pinturas y una escultura).  La biblioteca almacenaba unos 28.000 volúmenes de gran valor y la zona más afectada del complejo fue la denominada espacio MeBAS. En la actualidad, el museo se encuentra cerrado y se está procediendo a la rehabilitación del edificio, que se espera que abra de nuevo sus puertas en el año 2019.

Museo Marítimo de Tatihou

Museo Marítimo de la isla de Tahitou
Fuente: Wikimedia/Raphodon CC BY-SA 3.0

Cuando arde un museo, no solo corren riesgo sus propios fondos, sino que, si da la casualidad que está exponiendo alguna obra de arte de otro centro o pinacoteca del mundo, esta puede ver desaparecer alguna de sus joyas de forma inesperada. Así sucedió con el incendio provocado por un rayo en el Museo Marítimo de la isla de Tatihou, en julio de 2017, en el que ardieron más de doscientos cuadros y se produjeron unas pérdidas que ascendieron a unos dos millones de euros. Entre ellos, había tres que pertenecían al Louvre. El museo francés había prestado al museo normando la pintura decimonónica La vente du poisson de Alexandre Casati, y otra del siglo XVII perteneciente a la escuela holandesa. Ambas fueron pasto de las llamas.

Museo Hermitage

Gato del Hermitage
Fuente: Wikimedia/ewwl CC BY-SA 3.0

En ningún otro museo del mundo se puede decir que, tras ser devorados en todo o en parte por un incendio, los protagonistas de las noticias sean sus gatos, tal y como sucede con el Hermitage. En San Petersburgo (Rusia), el impresionante Museo Hermitage sufrió un incendio el 8 de septiembre de  2017, originado en uno de sus sótanos, en el que hubo que desalojar a más de un centenar de personas, y los alrededor de 70 felinos de la institución hubieron de ser ingresados por intoxicación de humo en una clínica veterinaria.

Fue Catalina II la que ordenó, en el siglo XVIII, que se instalaran en el edificio los mejores gatos del mundo para proteger a los cuadros de los roedores. Desde entonces, distintas generaciones gatunas se han encargado de mantener a los ratones alejados de gran parte de los tesoros  que el museo almacena en sus sótanos. Desde el año 1999 se celebra el Día del Gato del Hermitage, y los animales incluso tienen una secretaria de prensa y varios cuidadores.

Complejo Arqueológico de Ventarrón

Mural en Ventarrón
Fuente: Wikimedia/Enrique Jara CC BY-SA 4.0

Los museos no son los únicos centros culturales que deben ser protegidos de las llamas para que no perdamos tesoros de incalculable valor. Ejemplo de ello es el Complejo Arqueológico de Ventarrón, donde un incendio, en noviembre de 2017, provocó que ardieran murales de más de dos mil años, cerámicas e importantes fondos documentales.

Este sitio arqueológico, situado en Lambayeque (Perú), que ronda los 4.500 años de antigüedad, fue víctima del fuego causado por una quema incontrolada de caña de azúcar en la zona. En él se encontraba la pintura mural de mayor antigüedad del continente americano.

Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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