Más de 80 días y 2000 kilómetros de viaje siguiendo una estrella de camino a Belén. La leyenda de los Reyes Magos es una fantástica odisea que siempre ha despertado curiosidad entre los historiadores. Partiendo de los relatos cristianos, tanto de la Biblia como de los evangelios apócrifos, así como de conocimientos históricos y astronómicos, se han establecido cuatro posibles rutas que pudo seguir aquella misteriosa caravana liderada por tres reyes magos de Oriente.
Los Reyes Magos en la mitología cristiana
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”.
Mateo es el único evangelista que hace mención a los Reyes Magos en su texto bíblico. Pero la información que da el apóstol es tan reducida que deja en el aire innumerables enigmas. Mateo no dice que fueran reyes, no dice cuántos eran, ni cuándo llegaron ni de dónde procedían exactamente. Pero quedémonos con lo que sí dice: vinieron de Oriente, eran magos (entendido como sabios) y visitaron al rey Herodes.
Sería a partir del siglo III cuando estos sabios personajes que visitaron a Jesús en Belén comenzarían a considerarse también reyes. Y no sería hasta el siglo VI cuando se representaron por primera vez los tres reyes magos con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar en el mosaico de San Apolinar el Nuevo en Rávena. Habría que esperar hasta el siglo XIX para que estos reyes regresaran para traer regalos a todos los niños (que se hayan portado bien) en la madrugada del 6 de enero.
¿Los reyes magos eran árabes o persas?
Aceptado que venían de Oriente en tiempo de Herodes, los historiadores han especulado sobre su procedencia que explicaría la ruta elegida para llegar a Belén. La mayor parte de los investigadores tienden a situar el origen de los Reyes Magos en Persia, la actual Irán.
Esta teoría se fundamenta en dos hechos principales. Por un lado, el propio término utilizado por Mateo para definirlos, magoi, entendido como ‘sabios’, que procede del persa maguš, denominación de los poderosos sacerdotes persas de la religión del profeta Zoroastro que también esperaban la llegada de un mesías. Así mismo, en las primeras pinturas que hacen referencia a estos personajes, como las de las catacumbas cristianas o la Natividad en la iglesia de Belén, aparecen ataviados con vestimentas persas.
Otras teorías, basadas en los relatos cristianos posteriores a la Biblia, afirman que en realidad procedían del sur de la península arábiga donde existía una gran tradición vinculada a la astrología.
Las rutas de los Reyes Magos
A estas informaciones, datos y especulaciones se unen estudios astronómicos como el del astrónomo Mark Kidger que en su libro The Star of Bethlehem apuntó la presencia de una Nova, denominada DO Aquilae, que habría servido de guía a la caravana llegada de Oriente en su viaje a Belén. Con todo, estas serían las cuatro posibles rutas de los Reyes Magos en su odisea oriental.
La Ruta del Incienso
Se trata de una ruta comercial habitual entre los siglos III a.C. y II d.C. que conectaría Egipto e India a través de Arabia. Según esta teoría, los Reyes Magos procederían de Hadramaut, una región en el centro-sur de la actual Yemen, que en esta época era uno de los grandes productores de aromáticos de Oriente, incluyendo tanto incienso como mirra, que, según el mito cristiano, fueron dos de los regalos que la familia de Cristo recibió en Belén. En total, serían más de 2500 kilómetros de una ruta que, no obstante, en aquella época estaba muy transitada gracias al comercio.
La ruta de Irán
El itinerario más defendido entre buena parte de los teólogos y que entroncaría con la teoría de su origen persa es el que parte de la mítica Persépolis, capital del Imperio persa de los aqueménidas hasta la época de Alejandro Magno en el IV a.C.
La caravana de los magos iría hacia el norte llegando hasta la no menos mítica Babilonia, territorio ubicado al sur de la actual Bagdad. Posteriormente, atravesarían el desierto sirio y el Líbano hasta llegar a Palestina para interrogar en Jerusalén a Herodes que los envió a su destino definitivo en Belén, según los relatos cristianos, aunque desconocía el sitio exacto. No olvidemos que el rey Herodes ansiaba la muerte de Jesús por considerarle una amenaza. Como los Reyes Magos no informaron del paradero de Jesús, Herodes ordenó la Matanza de los Inocentes.
Cuando la caravana de los sabios de Oriente llegó a Belén, la estrella les condujo hacia el lugar exacto en el que se hallaba Jesús y su familia. Era el final de un viaje que llevó a los Reyes Magos a recorrer más de 2000 kilómetros: 2153 kilómetros según nuestro Google Maps.
La ruta de Babilonia
Una tercera ruta reduciría la odisea de los Reyes al hacerla partir desde Babilonia. Recordemos que esta ciudad es uno de los grandes mitos de la Antigüedad llegando a ser cabeza del Imperio babilónico en tiempos de Hammurabi alcanzando su esplendor con Nabucodonosor II en el 600 a.C.
Pese a que en tiempos del nacimiento de Jesús ya había perdido su independencia a manos de los persas, seguía estando habitada, entre otros, por los sacerdotes del templo de Año Nuevo, entre los que podrían estar aquellos magos que recorrieron más de 1000 kilómetros atravesando Irak, Siria y Jordania para llegar a Jerusalén.
La ruta de Robin Wainwright
En el año 2000, el explorador Robin Wainwright, junto a su esposa Nancy, quiso recrear una de las posibles rutas que realizaron los Reyes Magos. Decidieron partir de Ur, en Irak, una de las primeras ciudades de la historia en época Sumeria junto a la vecina Uruk, en torno al 4.000 a.C. y que según la leyenda es el lugar de nacimiento de Abraham. Después de casi 2000 kilómetros y 86 días de viaje la caravana de camellos llegó a Belén, no sin sortear diversas dificultades en un entorno siempre delicado como el de Cisjordania.