Valle de Antón, el paraíso que surgió dentro de un volcán

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La geología es apasionante. Quizás no lo parece cuando la estudias en el colegio y, sin embargo, un día te encontrarás viajando y descubriendo cuevas infinitas, acantilados imposibles o historias sobre volcanes que te harán cambiar de opinión. Me volvió a suceder recientemente cuando visité el Valle de Antón, un milagro de la naturaleza que solo puede explicar la geología.

A unas dos horas desde la capital de Panamá, se encuentra este pequeño rincón invadido por la naturaleza donde la constante lluvia ha configurado uno de esos mantos verdes de jungla y bosque tan habituales en Centroamérica. Un lugar precioso que cobra todavía más interés cuando descubres que esas montañas que te rodean son en realidad la corona de un cráter y que tú, efectivamente, estás dentro de un volcán. No eres el único, más de siete mil personas viven en uno de los cráteres más habitados del planeta. Viaja con nosotros a descubrir un lugar único del mundo.

Dónde está Valle de Antón

Valle de Antón
Valle de Antón – Foto: iStock

La población de Valle de Antón se encuentra en la zona central de Panamá, dentro de la provincia de Coclé. Comprende un total de 35 kilómetros cuadrados delimitados por la caldera volcánica que forman el Cerro Pajita, Gaital y Cara Coral con alturas de 1.000 metros en el norte y hacia el sur por el Cerro Cara Iguana y Cerro Guacamaya con 800 metros de altura. En el oeste podemos ver la colina conocida como la India Dormida, por su parecida morfología, y al este encontramos Cerro Tagua con 800 metros.

Sus habitantes se dispersan por el extenso valle, pero el núcleo urbano del pueblo se concentra a lo largo de una calle central donde encontraremos los servicios centrales, las tiendas y restaurantes, así como su mercado central.

Qué visitar en el Valle de Antón

Centro de Visitantes de El Valle

Valle de Antón
Valle de Antón – Foto: Christian Rojo

Para entender este milagro de la geología, nada mejor que empezar nuestra visita en el Centro de Visitantes de El Valle. Esta pequeña exposición hace un interesante recorrido por los diferentes atractivos y la historia de la región. El primero de ellos hace referencia, precisamente, al volcán explicando la evolución geológica del valle, la actividad volcánica de la zona y cómo, tras colapsar la caldera, se formó el valle actual.

Otros paneles hacen referencia a la riquísima fauna y flora que se concentra en esta área tan reducida. Una amplísima variedad de aves, pequeños mamíferos, monos, perezosos o incluso grandes felinos conviven con la rana dorada, auténtico símbolo y emblema del Valle de Antón.

Valle de Antón
Rana dorada – Foto: Christian Rojo

Este pequeño y precioso anfibio se encuentra, por desgracia, en peligro de extinción y solo sobrevive actualmente en cautiverio gracias a una importante labor de conservación animal. Podemos visitar un pequeño terrario con algunos ejemplares en el Centro de Conservación de los Anfibios junto al Hotel Campestre.

En el último de los paneles podremos conocer la evolución de los asentamientos humanos y algunas de las tradiciones más ancestrales del Valle. Es el caso de los cholos coclesanos, una comunidad que se asentó en esta región tras la conquista española de América. De ascendencia mixta entre indígenas, europeos y africanos, comparten muchas costumbres y parte de la cultura con otras tribus de Panamá. Han perdido ya su lengua original, pero mantienen algunas costumbres tradicionales.

Orquidiario

Valle de Antón
Valle de Antón – Foto: Christian Rojo

La orquídea es una de las flores nacionales de Panamá y su cuidado es una de las actividades más habituales y queridas de la población panameña, especialmente en el centro del país. Ya lo comprobamos cuando visitamos Santa Fé y en el Valle de Antón tenemos un buen ejemplo en el orquidiario que la asociación Aprovaca mantiene de manera muy voluntariosa.

A lo largo de su amplio jardín iremos descubriendo decenas de variedades de la orquídea, incluyendo trece autóctonas, así como otras flores tropicales. Dará igual, además, la época del año en la que lo visitemos porque al encontrarnos en un clima tropical las plantas florecen, según su tipo, en las diferentes estaciones del año.

Valle de Antón
Viviana, volunatria y directora de Aprovaca – Foto: Christian Rojo

La entrada cuesta dos dólares y es recomendable intentar que alguna de las voluntarias de la asociación nos guíe a través del jardín y los diferentes viveros para que no se escape ningún detalle entre tanta vegetación. La gran estrella de la colección es la orquídea peristea elata o flor del Espíritu Santo, una variedad local que gracias al trabajo de la asociación se ha conseguido recuperar con periódicas labores de replantación en la naturaleza.

Cascadas

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Cascada de El Macho – Foto: Christian Rojo

El Valle de Antón es un territorio repleto de cascadas y caídas de agua. Algunas de las más bonitas las podremos visitar muy cerca del pueblo. Es el caso de la Cascada de El Macho, ubicada en un recinto a las afueras que integra además unas pozas naturales y ofrece algunas actividades de aventura como la tirolina. El acceso sencillo cuesta cinco dólares y el paseo hasta la cascada principal nos llevará unos diez minutos.

Otra ruta habitual que se suele hacer nos llevará hasta el Chorro las Mozas, que también cuenta con una poza natural para darnos un baño. Un poco más alejada del pueblo, en el conocido como Cerro la Vieja, se encuentra la Cascada de Tavida con más de 30 metros de caída de agua. El acceso también nos costará cinco dólares

Excursiones y senderismo

Valle de Antón
Valle de Antón – Foto: Christian Rojo

La oferta de senderos y rutas que podemos hacer en el Valle de Antón es interminable. Es importante señalar que la mayoría de los senderos no están del todo bien señalizados y que, debido a las constantes lluvias, pueden encontrarse en malas condiciones así que siempre es recomendable contar con algún guía local.

Las caminatas más sencillas suelen girar en torno a atractivos turísticos más o menos discutibles, pero siempre en un entorno natural que merece la pena. Así, por ejemplo, la de los árboles cuadrados parte desde el centro de conservación de anfibios y nos lleva por un bonito recorrido circular que nos introduce en la jungla con vistas a la sierra para alcanzar una zona con árboles cuadrados, aunque tendremos que echarle algo de imaginación.

También recomendable es la ruta hasta la Piedra Pintada. Una roca en la que se descubrieron grabados algunos textos precolombinos y que muestran la antigua presencia de asentamientos humanos en la región.

Valle de Antón
Valle de Antón – Foto: Christian Rojo

En cuanto a las rutas más largas, la más conocida es, probablemente, la que nos lleva hasta la India Dormida, una montaña cuya silueta recuerda a una mujer acostada. Se trata de una ruta un poco más exigente que requiere unas tres horas de trayecto y cuenta con algunos tramos con cierto desnivel. Si llegamos a la cima antes del amanecer podremos disfrutar de un espectáculo realmente mágico.

Fuera del poblado, se ubica la ruta del cerro La Gaita. Este paseo de una hora nos ofrecerá unas vistas únicas de la jungla y del lago San Carlos gracias a una sucesión de bonitas escaleras de madera. En esta zona se encuentra también el que es considerado el sendero más difícil de Panamá, solo apto para los más experimentados. Es una ruta que atraviesa la parte más densa de la selva tropical y cuenta con algunos tramos realmente empinados que ascienden por la roca. La recompensa, como no podía ser de otra forma, es una panorámica única del valle.

El mercado local

Valle de Antón
Valle de Antón – Foto: Christian Rojo

El mejor día para visitar Valle de Antón es el domingo porque eso nos permitirá disfrutar de su tradicional mercado, muy frecuentado tanto por los turistas como por la gente local. Encontraremos de todo. Muchos puestos dedicados a las flores y las plantas, productos de alimentación o tiendas con artesanía local y panameña a precios realmente económicos. Algunas están elaboradas por la comunidad Ngäbe-Buglé, pero tampoco faltan las conocidas molas del pueblo guna. Ni, por supuesto, el tradicional sombrero panameño: “el sombrero pintao”.

En alguno de los puestos podremos ver en directo cómo se elabora este tradicional sombrero a base de fibras naturales de junco, bellota o pita, algunas de las cuales se tintan de forma natural con hojas de chisná dándole ese aspecto en blanco y negro tan característico.

Valle de Antón
Artesano que elabora sombreros pintaos – Foto: Christian Rojo

La calidad del sombrero la marca el número de vueltas de trenzado que se han dado para elaborarlo. Los más sencillos tienen unas 15 vueltas y los más complejos pueden tener hasta 21 vueltas o 24 en los de mayor tamaño. No hay que confundir estos sombreros con el conocido como sombrero Panamá que hizo famoso Hollywood, pero cuyo origen real es ecuatoriano.

Visitar el Valle de Antón nos permite conocer el interior de Panamá, no tan conocido como sus fabulosas islas o la capital, y descubrir un lugar único en el mundo. ¿O acaso habías estado antes dentro de un volcán?

Cómo llegar

Valle de Antón
Valle de Antón – Foto: Christian Rojo

El Valle de Antón se encuentra a 120 km de la ciudad de Panamá. La forma más cómoda de llegar es con vehículo propio, aunque también se puede llegar en autobús desde la terminal de Albrook con buses que salen aproximadamente cada media hora. Desde la capital salen algunos tours de un día con guía que te llevan por los principales atractivos que hemos visto y algunas otras sorpresas.

Christian Rojo

Aprendiz de viajero y fotógrafo. Me encanta viajar y tratar de encontrar siempre una mirada diferente en los lugares que visito.

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