Al menos una persona murió hoy en Saná tras la ruptura de un alto el fuego, que no ha durado más de doce horas, entre el ejército yemení y las fuerzas de la oposición, que reanudaron los enfrentamientos esta mañana.

Según pudo constatar Efe, en estos momentos se escucha el ruido de proyectiles en el centro de la capital y se avistan varias columnas de humo.

Testigos en la ciudad sureña de Taiz revelaron que el alto el fuego también ha sido violado en esta localidad, donde se han retomado los combates entre la Guardia Republicana y los seguidores del general Ali Mohsen al Ahmar, que lidera las fuerzas desertoras que apoyan a la oposición al régimen de Alí Abdalá Saleh.

Ayer, el vicepresidente yemení, Abdo Rabo Mansur Hadi, ordenó a la Guardia Republicana un alto el fuego en los combates, iniciados el domingo pasado, y que ocasionaron la muerte de 83 personas, entre ellos militares y civiles, según último recuento ofrecido por fuentes médicas.

Tras esa medida, a la que poco después se unió la oposición, la Guardia Republicana, comandada por el hijo de Saleh, Ahmed, detuvo sus ataques, mientras las fuerzas del general Al Ahmar se retiraron de la entrada de la avenida Zubeiri, que conduce al Palacio Presidencial y las sedes de varias administraciones publicas.

Entretanto hoy, más de 70.000 personas se concentraron en una carretera a las afueras de Saná para celebrar el funeral por las víctimas en los últimos enfrentamientos.

Desde el pasado 27 de enero, el Yemen vive una revuelta popular que pide la salida de Saleh, quien se encuentra convaleciente en Arabia Saudí recuperándose de las heridas que sufrió en un atentado el 3 de junio pasado.

Saleh delegó el pasado 12 de septiembre la autoridad en Hadi para negociar un traspaso pacífico del poder con la oposición, que no se ha mostrado satisfecha por este gesto porque considera que no se cumplen sus demandas.