El bailaor de flamenco Israel Galván se encuentra en Beirut para presentar su espectáculo "Solo" en el Domo del Centro de la Ciudad, un lugar emblemático marcado por los estigmas de la guerra libanesa.

"'Solo' es un espectáculo para un sitio especial", dijo a Efe Galván en medio de los preparativos para la presentación, esta noche, de su obra, que califica de muy personal, sin música y hecha para bailar.

El lugar "va a marcarme, se quedará en mi retina y si llego a viejo siempre me acordaré de este momento", agregó.

El espectáculo se presenta en la primera planta del Domo, conocido también como el Huevo, la Gota, la Burbuja, del que solo queda la cáscara de la estructura de lo que fue un cine de vanguardia del centro de Beirut, y que corre el riesgo de ser demolido.

En sus paredes están colgados retratos de algunos de los 17.000 desaparecidos durante la guerra civil (1975-1990), así como impactos de balas. Hay una gran pantalla blanca y se escuchan grabaciones con las voces de las personas que cuentan la desaparición de uno de los suyos durante la guerra.

"Todos los espectáculos necesitan una técnica de teatro, con 'Solo' demuestro que no es necesario bailar en un teatro y que se puede hacer en cualquiera parte", dice el artista .

Galván, que se identifica como "bailaor de flamenco de la época de hoy", confiesa que su mayor aspiración es "bailar feliz, no sufriendo y que pueda disfrutar todo el tiempo" de su carrera.

El bailaor sevillano califica su cuerpo de "herramienta sinfónica".

"Al igual que en los zapateados no puedo hacer el sonido percusivo, los movimientos, en este caso, son una sinfonía plástica y con la energía flamenca intento sacarle todo el partido a mi cuerpo", dice Galván.

Agrega que "Solo" es el espectáculo que mejor le representa. "Bailo solo, sin música, sin un concepto, sin un guión, sin nada. Es mi laboratorio personal, mi ensayo íntimo. Verdaderamente, soy yo pues no hay nadie más", dice.

El bailaor asegura que al igual que todos los artistas que actúan en el mundo contemporáneo, como bailaor le gusta interactuar. "No me quedo en una época del flamenco en si, soy flamenco de mi época y un artista más en el mundo", añade.

Sostiene que el futuro del flamenco está asegurado por antecesores como Carmen Amaya, Antonio Gades o Paco de Luciano, quienes han abierto el camino. "Es un arte que tiene guerra para romper las fronteras", añade.

Es el segundo viaje que Galván hace a la región. En el 2005 hizo una gira por el Líbano, Jordania y Egipto. Era un "público caliente, caliente y del que salió la semilla de mi último espectáculo", recuerda ahora.