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Los candidatos admiten una segunda vuelta electoral en Uruguay

Reuters

El candidato del partido de izquierda que gobierna Uruguay, José Mujica, admitió el domingo que tendrá que ir a una segunda vuelta electoral con el opositor Luis Alberto Lacalle para decidir en noviembre la presidencia del país.

Las estimaciones del escrutinio inicial de las elecciones generales dieron al ex guerrillero Mujica una amplia ventaja, pero insuficiente para llegar directamente a la jefatura del Estado y dar al Frente Amplio una segunda legislatura consecutiva.

"La sociedad nos exige un esfuerzo más, es decir participar en una segunda vuelta", dijo el candidato de 74 años en rueda de prensa.

Su compañero de candidatura, el ex ministro de Economía Danilo Astori, dijo que la del domingo fue "una votación que nos indica que nos dirigimos hacia la victoria, sólo que la victoria nos exige un reto más".

Por su parte el ex presidente Lacalle, de 68 años, declaró que el pueblo "eligió Parlamento pero seguramente está pensando quién tendrá la capacidad de conducir al país desde el poder ejecutivo".

Sea cual sea el resultado final de las elecciones, tanto analistas como los propios candidatos han dicho que no traerá cambios drásticos al rumbo moderado que ha dado al país la coalición Frente Amplio, similar en la región al de Brasil y Chile.

La izquierda tampoco mantendría su dominio del Congreso, que requiere una mayoría absoluta de los votos válidos emitidos el domingo, o el total descontando nulos y en blanco.

Las previsiones atribuyeron a Mujica entre el 46 y el 48 por ciento de los votos emitidos el domingo, sin alcanzar la mayoría absoluta para mantener al Frente en el poder.

Lacalle, del conservador Partido Nacional, le seguiría con entre un 28,3 y un 30 por ciento, según las proyecciones de las encuestadoras Factum, Cifra y Equipos Mori.

Pedro Bordaberry, del Partido Colorado, la otra gran fuerza política histórica del país junto al Nacional, se colocaría tercero con cerca del 18 por ciento de los votos.

Esas cifras determinan la necesidad de una segunda vuelta de las elecciones presidenciales entre los dos más votados.

El lento recuento oficial confirmaba cerca de un 40 por ciento de los votos a Mujica, un 34 por ciento a Lacalle y un 19 por ciento a Bordaberry, cuando se había escrutado el 21 por ciento de los circuitos electorales, indicó un funcionario de la corte electoral a Reuters.

Bordaberry dijo que ha convocado al Comité Central de su partido para que decida su posición para noviembre, pero adelantó que "en lo personal voy a votar al doctor Lacalle".

Los votos de los colorados serían vitales para la intención de Lacalle de sacar a la izquierda del poder, que asumió por primera vez en la historia del país en 2005.

Mujica, popularmente llamado "Pepe", fue uno de los primeros en votar, al igual que el presidente saliente, el socialista moderado Tabaré Vázquez, que goza de un alto nivel de aprobación.

Tras votar en el barrio obrero Cerro, el ex guerrillero se retiró a su pequeña granja en las afueras de Montevideo, donde se le vio trabajando la tierra con un tractor.

Lacalle, un veterano político apodado "Cuqui" que ocupó la presidencia entre 1990 y 1995 aplicando políticas liberales dominantes en la época, votó al final de la tarde en el barrio residencial de Pocitos.

Según las previsiones de las consultoras, los electores habrían rechazado la anulación de una ley que descartó que se juzgue a militares y policías acusados de violar los derechos humanos durante la dictadura, salvo casos específicos, una ley confirmada en un referéndum en 1989.

Igual suerte habría corrido otra iniciativa para autorizar el voto epistolar para los uruguayos que viven en el exterior, estimados en cerca de 700.000 contra una población del país de 3,3 millones de habitantes.

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