El director de cine catalán afincado en Hollywood Jaume Collet-Serra, que se encuentra en España para promocionar su última película, "Sin identidad", que protagoniza Liam Neeson, asegura que la hubiera rodado en Madrid, pero "aquí los números no funcionan".

Collet-Serra, el primero en "colocar" una película firmada por un director español entre las más taquilleras de EEUU, asegura que el problema del cine en España radica en que no hay una verdadera industria que lo respalde.

"Me hubiera encantado hacer 'Sin identidad' en Madrid, hubiera sido igual (que hacerla en Berlín, donde ocurre la historia), pero los numeros no funcionan, no hay incentivos. Eso es lo que falta, porque yo tengo muchas ganas de venir a rodar aquí".

Este barcelonés, que se fue a Los Ángeles con 18 años "para no volver -"mi caso fue un 'one way ticket'", explica en una entrevista con EFE-, no concibe un cine en el que todo dependa de la respuesta del público.

"Hay que crear un movimiento para atraer el interés de otros países por rodar aquí" y crear a su alrededor el entramado de la industria, propone.

Y Collet-Serra predica con el ejemplo: ha creado la productora "Ombra" (sombra, en catalán) para generar oportunidades a directores españoles que se atrevan con el inglés y con el cine fantástico o de terror, y ya prepara con ella "Mindscape", que hará Jorge Dorado.

Tras rodar en 2009 "La huérfana", con Vera Farmiga en el reparto, Collet-Serra cuenta en "Sin identidad" con Liam Neeson, Diane Kruger y January Jones, y con los veteranos Frank Langella y Bruno Ganz.

"Es maravilloso trabajar con esta gente tan profesional y tan buenas personas, han sido entrañables, muy cercanos al equipo", explica el director, que lleva veinte años viviendo en Hollywood.

Allí comenzó su carrera, con vídeos musicales y anuncios para Play Station, Budweiser o MasterCard; trabajó con Brad Pitt y Leo DiCaprio y conoció a otros artistas como Britney Spears o Paris Hilton, a la que convirtió en actriz en su primera película, "La casa de la cera" (2005), que ya produjo Joel Silver, responsable entre otras de las sagas de "Matrix" y "La jungla de cristal".

Silver también ha producido "La huérfana" y esta "Sin identidad", que se estrena el próximo viernes, 13 de mayo, y en la que abundan los efectos especiales: persecuciones en coche, peleas a puñetazos y explosión final, con bomba incluida.

El irlandés Liam Neeson es Martin Harris, un prestigioso científico que sufre un accidente de tráfico cuando llega a un nevado Berlín con su esposa para participar en un congreso de biotecnología en el que se va a anunciar un sorprendente descubrimiento que acabará con el hambre del mundo.

Sin embargo, un desafortunado accidente de tráfico le sume en un coma del que saldrá sin saber quién es y sin posibilidades de demostrar su identidad, ya que ni su mujer le reconoce.

Pero no todo es lo que parece, o mejor dicho, nada de lo que el espectador cree que sabe es la verdadera historia de ninguno de los personajes.

"A mí lo que me gusta es rodar, desbrozar el puzzle y presentarlo al espectador con cierta personalidad; me gustan mucho los thrillers, las pelis de misterio, puzzles visuales y de trama, como ésta. Y me lo pasé muy bien haciéndola", confiesa el catalán.

Enamorado también del fútbol -en 2007 firmó "¡Goool 2! Viviendo el sueño"-, comenta divertido que con este thriller se mete en la "primera división", aunque no descarta jugar algún día la "liga de campeones": "Pero no aún, de momento estoy entrenando a la Real Sociedad", bromea.

Entre sus proyectos destaca una nueva versión del "Drácula" de Bram Stoker, "más visceral y no tan romántico (como la saga "Crepúsculo") ni para niñas de 13 años -precisa-, sino como el que todos recordamos y queremos que vuelva: no quiero una peli más de vampiros, sino 'la última' película de vampiros".

Esta, ha desvelado, se rodará probablemente en Londres antes de que acabe el año y contará con más actores españoles y europeos: "Me gustaría tener a Javier Bardem".

También prepara un remake de "Círculo rojo", película de gánsters y presidiarios realizada por Jean-Pierre Melville en 1970, que espera rodar en Hong Kong.