Público
Público

Más de 800 rescates por riesgo de ahogo

La imprudencia y la temeridad de los bañistas están detrás de la mayoría de estos siniestros

RAMIRO VAREA

Un joven de 26 años perdió ayer la vida al ahogarse en la ría de Ribadesella (Asturias). Lo mismo ocurrió en la playa de Muro (Mallorca), donde un hombre de 45 años murió a primera hora de la tarde. Mejor suerte corrieron dos niños de 12 años, que también ayer fueron rescatados cuando estaban a punto de ahogarse en Ceuta. Sólo un día antes, los servicios de rescate recuperaron el cadáver de una chica de 16 años en un canal de Tamarite de Litera (Huesca). Ese mismo día, un joven de 19 años falleció ahogado en otra playa de Mallorca. Pocas horas después, en una cala de Níjar (Almería), un hombre de 42 años desapareció en el mar cuando se bañaba en medio de un fuerte oleaje.

Estos sucesos se repiten, casi cada día, desde que comenzó el verano. Las muertes por ahogamiento en playas, piscinas y pantanos no cesan. Uno de los sucesos más trágicos sucedió el pasado mes de julio, cuando un matrimonio y su hija, de 20 años, fallecieron en el embalse de Santolea (Teruel) cuando se bañaban bajo una presa, en un tramo peligroso del río. Muchas veces, la imprudencia está detrás de estas tragedias.

Un joven de 26 años y un hombre de 45 fallecieron ayer ahogados

Hasta principios de este mes, la Cruz Roja ya ha rescatado a más de 800 personas a punto de perecer en el agua. Hay varias causas detrás de estos accidentes: bañarse en zonas no habilitadas que están alejadas de un dispositivo de salvamento; no hacer caso de las recomendaciones de los socorristas; nadar a contracorriente; lanzarse al agua sin estar preparado físicamente o sin ni siquiera saber nadar; confiarse demasiado a la hora de zambullirse; no valorar los riesgos que suponen determinadas situaciones...

'La gente se confía, muchas veces no miden sus fuerzas a la hora de meterse en el agua', lamenta Francisco García Riesco. Él es el responsable del Programa de Salvamento Marítimo de Cruz Roja Es-pañola y admite que, 'desgraciadamente, la cifra de rescates aún es muy significativa'.

A pesar de la cantidad de tragedias que han ocurrido en los últimos días, García Riescodescarta que se trate de un rebrote. 'Sí es verdad que se han concentrado muchos accidentes en una franja de tiempo muy corta, pero la sensación es que estamos en una situación muy similar a años anteriores', admite este especialista. En Andalucía, por ejemplo, los equipos de emergencias del 061 recibieron en julio y agosto del año pasado un total de 146 avisos de ahogamiento, informa Mercedes Domenech.

El ahogamiento es la segunda causa de mortalidad hasta los 4 años de edad

Aun así y a falta de estadística oficial, la Cruz Roja cree que, en los últimos 15 años, la situación ha mejorado. 'Apreciamos una mayor concienciación con las medidas de autoprotección. El mensaje va calando', cuenta García Riesco. Los niños son los más vulnerables a estos siniestros. Los datos que maneja la Asociación Española de Pediatría (AEP) son demoledores: los ahogamientos son la segunda causa de mortalidad infantil entre los niños de 1 a 4 años. O lo que es lo mismo, el 8% de los pequeños que fallecen en verano mueren ahogados.

'Poco podemos hacer cuando un niño se cae al agua sin que nadie se haya percatado. La conciencia se pierde a los dos minutos y el daño cerebral es irreversible a los cuatro o seis minutos', apunta el doctor Jorge Parise, miembro del Comité de Seguridad y Prevención de Accidentes de la AEP. García Riesco hace un inciso en este punto: 'Basta con que los padres se descuiden cinco minutos para que se desen-cadene la desgracia'. Y añade: 'Sabemos que por cada niñoque fallece por una lesión en zonas de recreo o en el hogar, otros 2.000 ingresan en los servicios de urgencia o son atendidos en los centros de salud'.

'La gente se confía a la hora de meterse en el agua', lamenta un experto

Pero también jóvenes y adultos que sepan nadar pueden sufrir estos siniestros en el agua. De hecho, en mar abierto, los adolescentes son el principal grupo de riesgo, 'sobre todo cuando se asocia al consumo de alcohol'. La Comisión Europea (CE) estima que cada año, cerca de 50.000 europeos sufren lesiones mientras participaban en deportes acuáticos. Bruselas alerta de que el 44% de las lesiones medulares graves en jóvenes se produjeron en la primera visita a una piscina, y el 28% en la primera inmersión.

Un dato más, a modo de ejemplo: en las piscinas de la UE se producen, todos los años, unas 236.000 lesiones. El presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA), Francisco Canes, ya ha mantenido contactos con grupos parlamentarios para que se promulgue una ley de piscinas privadas porque es donde ocurren 'la mayoría de ahogamientos', según Canes.

'Hay muchos bañistas que no son conscientes de que el agua, el medio acuático, ya implica de por sí un riesgo', dice Canes. Y lanza una reflexión: 'Siempre decimos que un accidente así no nos va a pasar a nosotros, que son desgracias que sólo suceden a los demás... hasta que pasa'.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias