La estadounidense Melanie Oudin, de diecisiete años, se ganó la admiración las cerca de 15.000 personas presentes en el Arthur Ashe Stadiun y que respondieron con una gran ovación al memorable triunfo que logró frente a la rusa Maria Sharapova, a la que batió por 3-6, 6-4 y 7-5 para situarse en los octavos de final del último Grand Slam del año.

La estadounidense más joven en alcanzar la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos desde que lo hizo Serena Williams en 1999 sigue escribiendo páginas de ensueño en su carrera. Tras eliminar a la cuarta favorita, la rusa Elena Dementieva y ahora a Sharapova, campeona en el 2006 y ex número uno del mundo, que pretende regresar a las alturas del circuito, la norteamericana de ascendencia francesa se ha convertido en la sensación del torneo.

En su cuarta aparición en un Grand Slam Oudin se ha codeado con las grandes para confirmar las mejorables advertencias que mostraba su trayectoria como jugadora de categorías menores.

Sharapova busca precipitadamente su inclusión en las alturas del ránking que otrora dominó. No jugó bien pero se amarró a la competición. Como siempre. Sin embargo, su mal papel facilitó la sorpresa de su adversaria. La tenista siberiana, que tras nueve meses de lesión en un hombro retornó recientemente para volver a formar parte de la elite de la competición, firmó unos números lamentables.

La tenista rusa acabó con veintiuna dobles faltas y 63 errores no forzados. Números de derrota.

De manera impensable Melanie Oudin alcanzó los octavos. Allí se encontrará con la ganadora del choque entre la china Jie Zheng, vigésima primera favorita y la rusa Nadia Petrova, decimotercera.