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Merkel empieza a dibujar con los liberales el nuevo gobierno

Tras la victoria de ayer en las elecciones, a la canciller le esperan dudas negociaciones con sus nuevos socios. La crisis es el principal punto de la agenda

AGENCIAS

La canciller alemana, Angela Merkel, tendrá hoy una primera toma de contacto con Guido Westerwelle, líder de los liberales y previsiblemente futuro vicecanciller germano en la anunciada nueva coalición de gobierno. Después de llegar a duras penas al poder hace cuatro años y de verse obligada a gobernar con sus principales rivales, los socialdemócratas (SPD) de centroizquierda, Merkel se aseguró en los comicios del domingo una mayoría parlamentaria con el FDP, el socio que prefería.

Pero los dos partidos de centroderecha, que coincidieron por última vez en el Gobierno alemán entre 1982 y 1998 cuando Helmut Köhl era canciller, tendrán que llegar a acuerdos en temas que van desde los impuestos a la política de empleo y la seguridad interna. 'Queremos avanzar con negociaciones rápidamente para que un nuevo gobierno pueda comenzar a trabajar. Hay un montón de cosas por hacer', dijo Merkel el domingo.

El próximo gobierno se enfrentará a importantes desafíos económicos. Deberá controlar un creciente déficit presupuestario, lidiar con el aumento del desempleo, y prevenir un racionamiento del crédito en momentos en que los debilitados bancos reducen sus préstamos.

Además, los analistas señalan que la nueva coalición tendrá que esforzarse para limar sus diferencias. 'Hay marcadas diferencias entre los conservadores de Merkel y el FDP en política económica, así que podrían haber ciertas disputas entre ellos en ese aspecto', dijo Dietmar Herz, politólogo de la Universidad Erfurt.

Los últimos resultados publicados a primera hora de la mañana mostraban un apoyo al bloque conservador de Merkel -su partido Demócrata Cristiano (CDU) y la Unión Social Cristiana de Bavaria (CSU)- de un 33,8 por ciento, un descenso frente al 35,2 por ciento obtenido en 2005 y su segundo peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial. Pero el FDP contrarrestó las pérdidas con un respaldo récord del 14,5 por ciento y poniendo al centroderecha a la cabeza.

El SPD, que lleva más de una década en el Gobierno, se unirá a la oposición integrada por los Verdes y la izquierda tras caer en picado más de 11 puntos, a un 23,1 por ciento, su peor resultado tras la guerra.

Se espera que Merkel y el FDP intenten reducir los impuestos, vender participaciones estatales en compañías como la operadora ferroviaria Deutsche Bahn, y revertir la campaña impulsada por el SPD de cerrar de forma paulatina las centrales nucleares del país. 'Queremos un sistema impositivo justo, mejores oportunidades de educación, y garantizar que los derechos civiles vuelvan a ser respetados', afirmó el líder del FDP, Guido Westerwelle, el domingo por la noche.

El FDP también quiere que se facilite el despido a las empresas, pero no está claro si Merkel apoyará ese proyecto.

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