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La pintura del panteón de Pere II de Santes Creus data del siglo XIII o XIV

EFE

La restauración de las tumbas reales del monasterio de Santes Creus, en Aiguamúrcia (Tarragona), ha permitido comprobar que la policromía del panteón donde descansan los restos de Pere II es la original de la época y data de finales del siglo XIII o principios del XIV.

El conseller de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, ha presentado hoy en rueda de prensa el resultado de los trabajos de restauración arquitectónica de las tumbas reales del monasterio de Santas Creus.

Un equipo multidisciplinar formado por historiadores, arqueólogos y restauradores ha trabajado en la restauración de los mausoleos del siglo XIV, considerados los primeros ejemplos del arte gótico catalán, donde fueron enterrados los reyes Pere II El Gran, fallecido en Vilafranca del Penedès (Barcelona) en 1285, su hijo Jaume II El Just, que murió en 1327, y la esposa de éste, Blanca d'Anjou, muerta en 1310.

También se encuentra la tumba del almirante Roger de Llúria, donde se han localizado una urna y restos óseos de tres individuos. Aunque los estudios todavía no han finalizado, el proceso de restauración ha aportado nuevos datos sobre el proceso constructivo y las técnicas decorativas empleadas por los escultores y pintores que trabajaron, según ha explicado en rueda de prensa la coordinadora del proyecto de restauración, Marina Miquel.

En este sentido, los trabajos en la tumba de Pere El Gran, hijo de Jaume I y Violant d'Hongria, han permitido comprobar que la policromía del conjunto es la original, datada a finales del siglo XIII o principios del XIV. Predominan los colores azul, rojo y dorado.

También se ha podido identificar el uso de pintura al aceite en esta policromía, hecho "importante" para la historia de la técnica pictórica porque se trataría de una de las primeras obras catalanas en las que se utilizó esta técnica, ha destacado el director de la restauración, Javier Chillida.

La actuación, que ha durado un año, ha confirmado que el sepulcro del rey Pere II, el impulsor de la expansión catalana en el Mediterráneo, es la única tumba real de la corona catalanoaragonesa de la época medieval que no ha sido profanada y sigue intacta desde hace más de 700 años.

Esto podría deberse a la pesada tapa de piedra numulítica, de una tonelada, que cubre la bañera romana en la que descansan los restos del rey.

El proyecto de restauración ha incluido la apertura de este habitáculo, donde se ha localizado el cuerpo momificado del monarca, tal y como determinó la endoscopia previa, realizada con una pequeña cámara en julio del 2009.

Las muestras sacadas de estos restos permitirán conocer aspectos sobre la vida y el físico del monarca -se realizará una reconstrucción facial- y obtener su ADN, de modo que se podrán saber cuáles eran sus características físicas, las enfermedades que sufrió, la causa de su muerte o su dieta.

Además, la obtención del perfil genético de Pere II El Gran servirá para tratar de demostrar si los restos que se conservan en el vecino Monasterio de Poblet, en Vimbodí (Tarragona), pertenecen a su padre, Jaume I El Conqueridor, ha explicado Marina Miquel.

Según Tresserras, "con esta actuación se pone de relieve el valor patrimonial de las tumbas, que son las dos joyas de Santes Creus, y se profundiza en su conocimiento", al mismo tiempo que ha resaltado el papel de esta restauración para "fortalecer la Ruta del Císter y estimular el turismo cultural".

La restauración se enmarca en los actos conmemorativos promovidos por la Generalitat con motivo del 850 aniversario del monasterio de Santes Creus.

El próximo domingo se abrirá oficialmente a los visitantes el espacio de los mausoleos, y a mediados de septiembre se celebrará un acto solemne de conmemoración.

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