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Portugal pone bajo supervisión al BPN hasta su nacionalización

EFE

El Gobierno luso puso hoy al Banco Portugués de Negocios (BPN) bajo supervisión de dos administradores de la banca estatal hasta que el Parlamento apruebe el trámite de su nacionalización, debido a problemas financieros.

Los delegados de la Caixa Geral de Depósitos (CGD), un banco del Estado que es el mayor del país, iniciaron hoy la supervisión de todas las actividades de gestión de la entidad, cuya nacionalización fue anunciada el domingo por el Gobierno con el argumento de que tiene pérdidas acumuladas cercanas a los 700 millones de euros.

Fuentes gubernamentales subrayaron hoy a EFE que la cuestión del BPN -propietario de un banco del mismo nombre en Brasil y de una pequeña red de sucursales en Francia- no está relacionada con la crisis financiera internacional, sino que se debe a problemas anteriores arrastrados por la entidad.

El ministro luso de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, subrayó también esa circunstancia el domingo cuando tras anunciar que se iba a pedir la nacionalización del BNP al Parlamento desvinculó la cuestión de la actual crisis financiera e hizo hincapié en la buena salud del sistema bancario portugués.

La CGD informó hoy de que sus administradores Norberto da Rosa y Pedro Cardoso han sido designados para supervisar la gestión del BPN y formarán parte de su Consejo de Administración, en conformidad con la decisión gubernamental.

Un comunicado de la CGD aseguró hoy que tanto esta entidad como el Banco de Portugal aseguran a partir de hoy "plenamente la liquidez del BPN" en cumplimiento de una decisión del Ejecutivo socialista de José Sócrates que "salvaguarda los depósitos de los clientes de la institución".

El BPN fue fundado en 1993, cuenta con cerca de 230.000 clientes y 2.905 trabajadores y su red está compuesta por 213 sucursales en las que hoy parecía registrarse una actividad normal, pese a la preocupación de los empleados por el futuro de la entidad.

El banco envió hoy una circular a sus sucursales, antes de abrir el horario de atención al público, en la que aseguraba que la operación y la disponibilidad de fondos están garantizados.

La entidad financiera, con sede social en Oporto, pero dirigida desde Lisboa, finalizó 2007 -según sus propios datos- con unos activos líquidos de 8.025 millones de euros, un crecimiento interanual del 11,1 por ciento y un resultado líquido de 56,7 millones de euros.

Teixeira dos Santos insistió durante el anuncio de la decisión del Ejecutivo en que los clientes del BPN pueden estar tranquilos y que sus depósitos no corren riesgo alguno, al garantizarlos el Estado a través de la CGD.

El Ejecutivo había informado ya al país que en caso de quebrar alguna entidad financiera portuguesa, el Fondo de Garantía de Depósitos, que aseguraba el reembolso de la totalidad del saldo a sus clientes hasta 25.000 euros, había sido elevado, en consonancia con las medidas adoptadas en la Unión Europea, a 100.000 euros.

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