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Vivir cerca de una autopista acelera al doble el proceso de arterioesclerosis

EFE

La contaminación atmosférica que provoca el tráfico de una autopista o de una vía muy transitada acelera a más del doble el proceso de evolución de la arterioesclerosis y con ello el riesgo de padecer un infarto o un accidente cerebrovascular, según un estudio en que han colaborado investigadores barceloneses.

El trabajo, realizado por el Centro de Investigación Epidemiología Ambiental de Barcelona (CREAL), señala que la evolución anual de la placa de la pared de la arteria de aquellos que viven a menos de cien metros de una vía con mucho tráfico tiene un crecimiento de 5,5 micrómetros por año, más del doble de la media de lo que es habitual.

La investigación, titulada "Contaminación atmosférica y evolución de la arterioesclerosis en adultos" y elaborada junto a científicos suizos y de la Universidad del Sur de California, ha sido publicada en la revista "Plos ONE".

Hasta ahora, los estudios habían constatado que la contaminación podía desencadenar ataques al corazón, entre otros problemas de salud, y este estudio, en el que han participado 1.500 personas de Los Ángeles (California), muestra por vez primera que estos niveles de polución pueden provocar cambios complejos en las arterias como la arterioesclerosis, proceso que ya se había observado en animales.

A lo largo de tres años fueron midiendo, cada seis meses, la progresión de la arterioesclerosis entre los habitantes de Los Ángeles participantes en el estudio.

El investigador del CREAL y coautor del trabajo Xavier Basagaña recuerda que Barcelona tiene unos niveles de contaminación muy por encima de lo que recomienda la OMS, y también superan los que se registran en la mayoría de la zona Los Ángeles en donde se ha realizado el estudio de campo.

La OMS, recomienda que los niveles de partículas en suspensión (producidas básicamente por el tráfico) sean de 40 microgramos por metro cúbico, y mientras que allí este parámetro es de 25 a 30 microgramos/m3, en Barcelona ronda entre los 45 y los 50 microgramos/m3.

Además, señala el autor del informe, en la capital catalana hay un parque automovilístico de motor diésel -cuyas emisiones son más perjudiciales para la salud- mucho mayor que en Los Ángeles, donde casi todos los vehículos privados son de gasolina.

La arterioesclerosis es una afección provocada por el depósito de material graso a lo largo de las paredes de las arterias y que puede desencadenar problemas cardiovasculares, principales causa de muerte en los países desarrollados, por encima del cáncer.

Se ha comprobado además que el efecto de la contaminación en la arterioesclorosis era superior en los pacientes que recibían tratamiento para reducir el colesterol y en aquellos de nivel socioeconómico bajo; los primeros porque son personas con mayores riesgos, y los segundos por la combinación de otras exposiciones a la contaminación, la dieta pobre y al estrés a los que están sometidos.

Para Basagaña, estos resultados son muy importantes teniendo en cuenta la relevancia de la arterioesclerosis en los países occidentales", y recuerda que sólo en Cataluña cada semana mueren una treintena de personas por alguna patología del corazón.

Actualmente el CREAL y el instituto de Investigación Médica (IMIM) están llevando a cabo un estudio similar en Girona, bautizado como "Regico Air", cuyos resultados se prevé que estén en uno o dos años y que ofrecerán una idea de los efectos de la contaminación en España, a pesar de que Girona tiene unos niveles de contaminación menores que ciudades como Barcelona o Madrid, asegura Basagaña.

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