¿Quién ha visto un objeto volador no identificable?. El Gobierno de Londres se tomó en serio las informaciones sobre avistamientos de ovnis en el espacio aéreo británico, llegando a registrar las denuncias en archivos clasificados y generando a partir de las mismas una serie de informes oficiales. Parte de estos documentos secretos se pusieron ayer a disposición del público, en las instalaciones del Archivo Nacional o vía Internet, a través de la web de la institución, con sede en Kew, al oeste de Londres.

En esta primera fase, se han abierto ocho archivos del Ministerio de Defensa, relativos al decenio entre 1978 y 1987. Se irán ampliando progresivamente, con cerca de 200 añadidos, en los próximos cuatro años. Su consulta es, de momento, gratuita. Hay un caudal de información entre los 11.000 partes que las distintas ramas del Ministerio de Defensa recogieron sobre supuestos platillos voladores. Con frecuencia se remitían desde comisarías locales, en formularios establecidos. Muchos también procedían de las bases de la Fuerza Aérea Real, cuyos pilotos denunciaron supuestas persecuciones de extraños objetos luminosos.

Un agente en servicio en Newcastle (norte de Inglaterra), el 21 de febrero de 1985, anotó la llamada de un vecino que había visto un objeto anaranjado de forma esférica planeando durante un minuto frente a su casa. Una semana antes, en una región cercana, un individuo de juicio aparentemente sano observó una luz naranja fija que al cabo de dos minutos voló a gran velocidad. En Escocia, un electricista denunció un objeto luminoso, de forma de champiñón y con la sección inferior de un color gris brillante. El oficial que redactó el parte dio aviso al Control del Tráfico Aéreo escocés.

La policía de Essex, en el sur de Inglaterra, anotó el avistamiento de un objeto volador más grande que un avión, con la forma de una pelota de rugby y con un halo de luces anaranjadas y rojas. Otro documento recoge el parte de dos pilotos estadounidenses que vieron luces inusuales junto a la verja de la base militar de Woodbridge, al noreste de Londres, una zona que se consideró el Roswell inglés, por la supuesta presencia de extraterrestre en sus alrededores.

Investigaciones oficiales

Los archivos narran también las investigaciones oficiales sobre el fenómeno de los ovnis. De acuerdo con el historiador David Clarke, que ha tenido acceso previo a la documentación, el alcance de dichas investigaciones era limitado: a Defensa sólo le interesaba asegurarse de que los objetos denunciados no eran una amenaza para la Seguridad Nacional. En la II Guerra Mundial, se temían incursiones secretas de la aviación alemana; en la Guerra Fría, un ataque de la Unión Soviética.

Pero los ovnis preocupaban. Y no sólo a la gente corriente. En 1979, en plena crisis económica y política, lord Clancarty forzó al Gobierno a debatir en el Parlamento el problema de los objetos no identificados. El lord había escrito varios libros en la materia y creía que Defensa encubría las actividades espaciales.

Las autoridades británicas prepararon un informe en el que se apoyó el portavoz del Gobierno en los lores para concluir: La verdad es simple. Hay muchos fenómenos extraños en el firmamento, que los reporta gente racional. Pero hay una amplia variedad de explicaciones naturales sobre los mismos. Nada hay que haga suponer al Gobierno que dichos fenómenos seas naves extraterrestres.