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La nave rusa es "menos peligrosa" que la de EEUU

La Agencia Espacial Europea señala que la caída a la Tierra de la 'Fobos-Grunt' entraña menos riesgos que la del satélite estadounidense 'UARS'

N. D.

Las últimas estimaciones han afinado la fecha de la caída de la sonda rusa Fobos-Grunt, que está fuera de control desde su lanzamiento en noviembre. Un comunicado publicado la semana pasada por Roscosmos, la agencia espacial rusa, situaba la caída entre el 6 y el 19 de enero de 2012. Las nuevas estimaciones, aún con un margen de error de cinco días, apuntan a que la nave de casi 14 toneladas llegará 'entre el 13 y el 14' de enero, según explicó a este diario Heiner Klinkrad, jefe de la oficina de basura espacial de la Agencia Europea del Espacio (ESA).

La misión rusa debía viajar a Marte, visitar su luna Fobos y traer de vuelta un puñado de tierra de su superficie, algo que ningún país ha logrado. Tras el lanzamiento de la Fobos-Grunt el 8 de noviembre el propulsor que debía empujar la sonda hacia Marte no se encendió. Después del fallo, la nave quedó anclada en una órbita en torno a la Tierra y sin que los ingenieros rusos lograsen contactar con ella.

La reentrada de la sonda se prevé entre el 13 y el 14 de enero

Rusia pidió ayuda a la ESA para intentar contactar con la nave y lograr enviarle la orden codificada para que encendiese sus propulsores. La ESA pasó más de dos semanas usando su red de radares y antenas para intentarlo y, aunque logró comunicación en dos ocasiones, el aparato no obedeció. Hace unos días, las órbitas de Marte y la Tierra dejaron de estar alineadas, lo que hace inviable el viaje de la Fobos-Grunt hasta dentro de dos años. La ESA anunció que abandonaba los intentos de rescate, algo que los rusos se han visto obligados a secundar. 'Roscosmos ha dado la nave por perdida', explicaba ayer Klinkrad.

La agencia rusa ya ha hecho estimaciones sobre la caída inminente del aparato. Calcula que entre 20 y 30 piezas del artefacto lograrán atravesar la atmósfera y caerán en la Tierra, probablemente al mar. En total serán '200 kilos de material', explica Klinkrad.

Hasta 30 piezas del fuselaje del artefacto caerán a la Tierra

El número de piezas es similar al que sobrevivió este año de la reentrada de los satélites UARS, de EEUU, y Rosat, de Alemania. En ambos casos las agencias espaciales de cada país calcularon y publicaron la probabilidad de que el artefacto cayese sobre una o más personas. En el caso de UARS era de una entre 3.200 y en el de Rosat de una entre 2.000. Roscosmos aún no ha publicado cálculos, pero Klinkrad piensa que, dadas las características de Fobos-Grunt, el riesgo es 'incluso menor' que en las otras dos reentradas.

La nave rusa lleva '11 toneladas de hidrazina', un combustible inflamable y tóxico que, sin embargo, no entraña riesgos, según Roscosmos y la ESA. 'El tanque de combustible está hecho de aluminio y se derretirá a unos cien kilómetros de altura', señala Klinkrad. La nave también lleva 10 microgramos de cobalto 57 radiactivo. Según la agencia rusa, su caída 'no entraña peligros de contaminación'.

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