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Camerún pierde su última sala de cine

El país se queda sin lugares donde disfrutar del séptimo arte, tras el cierre de El Wuri. La última película que proyectó fue 'No sin mi hija', hace dos semanas

EFE

El cine de Camerún está de luto, tras el cierre de la última sala comercial que quedaba en el país, 'El Wuri', en la ciudad portuaria de Duala, que proyectó en su jornada final, hace dos semanas, la película 'Not Without My Daughter' ('No sin mi hija', 1991).

El filme, que cuenta la lucha de una mujer iraní para salir del país con su hija, del director estadounidense Brian Gilbert, fue el último que pudieron ver los cameruneses sobre la gran pantalla, después de que también cerraran el pasado enero las salas que había en las ciudades de Ngaundere, Garua, Bafoussam y Yaundé.

Siméon Fotso, propietario del cerrado Cinema ABBIA, de Yaundé, dijo que 'desde 1985, con la llegada de la televisión a Camerún, empezaron a morir las salas de cine'.

Para él, 'la llegada del DVD y la mejora de la calidad en la televisión moderna llevó a una falta de clientes en las salas comerciales, lo que precipitó su agonía'.

Fotso acusó también al Ministerio de Cultura de haber favorecido la muerte de las salas de cine, al aumentar los impuestos, lo que hacía más caras las entradas y desanimaba al público.

Atrás quedó la euforia del cine, nacida en 1960 meses después de la independencia de Camerún, cuando se abrió la primera sala en Yaundé, en el centro del país, a la que siguieron otras en Duala, en el litoral; en Bafoussam, en el oeste, y en Ngaundere y Garua, en el norte.

Las principales ciudades camerunesas tenían como una de sus mayores atracciones los cines, a los que llegaba gente de fuera para ver las películas todas las semanas, y así aparecieron directores que alcanzaron cierto renombre, en especial en el espacio cinematogáfico africano, como Alphonse Beni o Cyril Masso.

El próximo mes de junio se debía celebrar en Camerún el Festival de la Pantalla Negra, pero su organizador, el escritor y cineasta Basseck Ba Khobio, indicó a Efe que no sabe 'dónde va a exhibir las películas'.

Antes, las ponía en los cines de Yaundé, Duala y Bafoussam, pero 'todos han cerrado y estoy reflexionando sobre dónde proyectarlas', agregó Ba Khobio, quien responsabiliza al Ministerio de Cultura de Camerún de la situación.

'En el año 2002, el ministro de Cultura me dijo claramente que Camerún no necesitaba un festival como el de la Pantalla Negra, para promover el cine de África, y eso es una catástrofe, sobre todo al pensar que los sudafricanos y los gaboneses me han pedido que presente mi festival en sus países', recalcó Ba Khobio.

Otro cinéfilo, Daniel Samo Samouo, señaló, asimismo, que para ver películas 'estamos obligados a consumir DVD, que no son como lo que se ve en el cine. Ahora ya sólo puedes ver una película en pantalla grande en los centros culturales franceses, los únicos lugares donde se puede encontrar ahora una sala digna de ese nombre'.

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