Durante el transcurro del Mundial de fútbol de Catar han muerto tres periodistas que se encontraban trabajando en su cobertura. El caso del estadounidense Grant Wahl fue el primero en conocerse, al que se le han unido el del fotógrafo catarí Khalid al-Misslam y el director técnico británico Roger Pearce.

La muerte de Wahl fue la más llamativa, dado que se había mostrado crítico con el país y había acudido a un partido con la camiseta del arcoiris en solidaridad con el colectivo LGTBI. El estadounidense falleció a los 48 años tras sufrir un paro cardíaco cuando iba a cubrir el encuentro entre Argentina y Países Bajos.

Wahl había manifestado problemas de salud en su estancia en Catar. El periodista había contado en su blog que había sido tratado por lo que aparentemente se trataba de una bronquitis. 

"Mi cuerpo finalmente se ha desmoronado. Tres semanas de poco sueño, elevado estrés y mucho trabajo pueden hacerte esto", dijo al contar que lo que parecía "un resfriado" pasó a ser algo "más severo".

El cuerpo del estadounidense ha sido repatriado a su país, según ha confirmado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en una rueda de prensa. "Podemos confirmar que esta mañana, los restos y pertenencias de Grant Wahl fueron repatriados a Estados Unidos", ha detallado.

Ante las dudas que se han generado alrededor de la muerte de Wahl por su postura crítica con la organización del torneo, el portavoz ha explicado que el cuerpo no presenta señales de una muerte violenta y ha señalado que la colaboración con las autoridades cataríes fue "excelente". A petición de los familiares, el cuerpo del periodista fue entregado a un centro médico de Nueva York para que le realicen una autopsia.

Por otro lado, Eric, el hermano del periodista, había publicado en redes sociales que a causa de sus reivindicaciones, Wahl había recibido amenazas de muerte y llegó a sugerir que fue asesinado, pero luego se desdijo de sus palabras.

El segundo profesional que ha fallecido durante el desarrollo del torneo es el fotoperiodista catarí Khalid al-Misslam, de 44 años, que murió "repentinamente" el domingo, según confirmó Al-Kass TV, medio para el que trabajaba.

Si bien no se ha confirmado la causa de su muerte, la Asociación de la Prensa Deportiva Internacional (AIPS) ha confirmado que no se encontraba en su puesto de trabajo durante su muerte, y, que según los informes, murió de un ataque al corazón. "Creemos en la misericordia y el perdón de Alá para él, y enviamos nuestras más profundas condolencias a su familia", publicó el diario local The Gulf Times.

La propia AIPS ha difundido que tres semanas antes, al comienzo del Mundial, el técnico de ITV Roger Pearce también había fallecido. El trabajador de 65 años falleció antes del partido entre Gales y Estados Unidos, del día 21 de noviembre.

Al igual que Wahl, Pearce se encontraba en su octava cobertura mundialista, a las que hay que añadir otras numerosas como en Eurocopas, Mundiales de rugby, Mundiales de Fórmula Uno y de Rallys o Liga de Campeones, entre otros.